Contraloría cuestiona a carabineros por rendición de bencinas y compras de LCD

Todo comenzó como una simple revisión de rutina. Personal de la Contraloría, a mediados del año 2010, se percató que en la rendición de gasolina efectuada por Carabineros faltaban 4.100 litros de bencina 97 octanos, avaluados en más de dos millones de pesos, y sobraban 1.988 litros de diesel, correspondiente a un millón de pesos. La entidad fiscalizadora olfateó un escándalo y ordenó una investigación inmediata. Carabineros acusó el golpe y modificó los procedimientos de registro en sus libros.

Un reciente informe, sin embargo, encontró algunas paradojas. El sumario interno efectuado en la institución, a cargo del coronel Luis Rosales, estableció que pese al desorden “no hubo pérdida ni detrimento” para las arcas fiscales. El informe, derivado al director de Logística de Carabineros, fue devuelto por estimar que los antecedentes no habrían “sido ponderados en su debido mérito”. En resumen, el sumario continúa y la Contraloría mantiene vigentes sus observaciones.
Pero eso no es todo. El organismo fiscalizador también inició un juicio de cuentas en contra del actual director de Logística, el general Eduardo Muñoz Poblete, luego que el departamento de justicia de la institución haya estimado ilegal la rebaja de más de 3 millones de pesos de multa a un proveedor que demoró en la entrega de botas para los funcionarios, cuya compra ascendía a más de 36 millones de pesos.

Contraloría también cuestionó la compra de 60 LCD de 42 pulgadas, avaluados en $ 51 millones, correspondiente al denominado Plan Cuadrante de Seguridad Preventiva, porque habrían sido “usados en fines distintos al propósito para el cual fueron adquiridos”. La institución, al ser requerida, respondió que se reconvino al personal “con llamado de atención, entre otras medidas”.