Oposición le hizo la tapita al presupuesto para Educación

La partida de Educación del Presupuesto Nacional 2012 que se debate en el Senado fue rechazada anoche por los legisladores de la oposición que este domingo solicitaron mil millones de dólares más para destrabar el conflicto estudiantil que se extiende por seis meses.

Tras una breve discusión, el articulado referente a esta materia fue rechazado por 13 votos en contra y 11 a favor y ahora deberá pasar con observaciones a la sala de la Cámara de Diputados, donde deberá ser revisada.

Consultado por la decisión, el senador democristiano, Andrés Zaldívar afirmó que se ha rechazado la partida completa de Educación para que se discuta en la Cámara de Diputados, después de los planteamientos que la oposición le ha hecho con el fin de llevar a cabo la reforma educacional.

En tanto, el ministro de Hacienda Felipe Larraín insistió en defender la propuesta del Ejecutivo, al señalar que “cuando el presupuesto general (de la Nación) aumenta en 5 % y el de Educación en 7,2 %, hay un esfuerzo adicional que se está haciendo, y educación es por lejos el ministerio que más aumenta sus recursos”.

Por su parte, el diputado socialista Carlos Montes calificó “de bajo” el incremento de los recursos que ha propuesto el Gobierno para el sector Educación.

“El 7,2 % de crecimiento que representan los 780 millones de dólares frente a los 722 millones de dólares del año pasado, de incremento, es bajo. Además la estructura del crecimiento del presupuesto mismo es básicamente de continuidad y no asume lo que está discutiendo el país”, rebatió el parlamentario de oposición.

El rechazo se da un día después de que los jefes de los partidos de oposición presentaran al Gobierno una propuesta propia para reformar la educación, sobre la que buscarán llegar a un consenso en los próximos días.

La propuesta significa casi mil millones de dólares adicionales a lo que el Gobierno había planteado, precisó Zaldívar, quien añadió que la suma total de la reforma sumaría “unos 1.500 millones de dólares”, es decir, el doble de lo presupuestado por el Ejecutivo.

En la propuesta de la oposición, respecto de la reforma del sistema educativo chileno, se contempla la gratuidad para el 70 % de los estudiantes de menos recursos de la universidades públicas y la vuelta del control de la educación primaria y secundaria de los municipios al Estado central.

El documento también propone reforzar la fiscalización de los recursos públicos y fortalecer la formación técnica superior y la educación de párvulos.

Para financiar la reforma educativa, los parlamentarios solicitaron al Gobierno la creación de un Fondo Nacional con recursos provenientes de una reforma tributaria, y que se mantenga el impuesto a la renta en el 20 %, cifra a la que se aumentó el tributo tras el terremoto que azotó Chile el 27 de febrero de 2010.

Los estudiantes chilenos iniciaron las movilizaciones a mediados de mayo para exigir que el Gobierno central vuelva a administrar la educación primaria y secundaria, que se prohíba a las instituciones privadas lucrarse con la educación y que se garantice en la Constitución el derecho a una educación pública, gratuita y de calidad.