Secciones

Más en The Clinic

The Clinic Newsletters
cerrar
Cerrar publicidad
Cerrar publicidad

Poder

9 de Diciembre de 2011

El diálogo de Chadwick y Chahuán que tiene a Hinzpeter con un ají en el culo

El martes 29 de noviembre Rodrigo Hinzpeter perdió la última cuotita de poder político que le quedaba en el bolsillo. Después de más de un mes de disparar frente a cuanto micrófono encontró en el camino que su fracaso en la batalla contra la delincuencia se debía a la supuesta negligencia del Poder Judicial y […]

Por

El martes 29 de noviembre Rodrigo Hinzpeter perdió la última cuotita de poder político que le quedaba en el bolsillo. Después de más de un mes de disparar frente a cuanto micrófono encontró en el camino que su fracaso en la batalla contra la delincuencia se debía a la supuesta negligencia del Poder Judicial y el Ministerio Público, y de apuntar directamente al fiscal nacional, Sabas Chahuán, el vocero de gobierno Andrés Chadwick, se reunió con el propio Chahuán, dejándolo en ridículo en su cruzada mediática.

Aunque algunos en la UDI insistieron en que se trató sólo de una llamado telefónico, como lo reforzó el propio vocero, fue Hinzpeter quien confirmó que la cita había existido en una entrevista que concedió a El Mercurio el lunes 5 de diciembre.

Reuniones más o menos, en Palacio saben que Chadwick salió a corregir a su compañero de comité político. Y en cierta forma a declararle la guerra. Sin embargo, otros matizan el hecho: “se conocen desde el colegio (Chadwick y Chahuán). Se topaban en la Andrés Bello cuando era profesores y es natural que ahora ambos conversen. No es la primera vez”.

Lo cierto es que la filtración del encuentro rompió la calma aparente en La Moneda. Las relaciones entre ambos ministros ya se encontraban tensas, especialmente después de que el vocero reconociera que Hinzpeter había renunciado a su cargo por algunas horas. Pero esta vez, la reunión dejaba solo al ministro de Interior en su guerrita de declaraciones contra el jefe de los fiscales.

El otrora hombre fuerte sintió el golpe y no le gustó, porque volvía a perder el piso entre sus colegas y quedaba solo con su discurso de seguridad pública, muy alejado de cualquier debate político.

Cantinflas

Incluso, después de que el tema había pasado de comidillo a burla y de burla a un factor a evaluar a la hora de medir peso político en La Moneda, Hinzpeter intentó marcar el territorio en una entrevista publicada el lunes pasado en el Cuerpo C del Mercurio repitiendo una y otra vez -como mantra- que era “este ministro” el encargado de sentar la pauta sobre la seguridad pública.

Allí, en una cantinflesca respuesta, el ex jefe de campaña del presidente en su caminata a La Moneda dijo que “no hay una descordinación del Gobierno. Yo nunca supe que esa reunión se iba a producir”, reconociendo cómo desde la Segegob le acababan de hacer un gol de hoyito.

En un inicio Hinzpeter parecía haber dado en el clavo con sus críticas a fiscales y jueces. De hecho, sus comentarios habrían estado bien evaluados por encuestas internas del Ejecutivo. “Pero se sobregiró. Pensó hacer agenda de ese hecho y transformó un problema sectorial en un hecho político”, comentan en RN.

Fuentes de la UDI reconocen que las relación entre ambos ministros es tensa. Lo que se sabe: que Hinzpeter se dispara en los pies. Lo que le molesta: “Chadwick se mete y supervisa todo desde que llegó a Palacio”, comentan en RN, donde aún le cobran que también haya intentado entrar en el debate interno de esa tienda cuando habló sobre lo que podía o no podía hacer un funcionario público con su militancia en sus horas libres.

En la UDI, eso si, aclaran, que el vocero no se detiene a pensar en el problema y nunca se enfrentaría de manera frontal a su compañero en el comité político. “No está para pequeñeces”, explican.

Por eso, en este caso, el primo de Piñera salió a corregir un error y una vez superado dio vuelta a la página. Para graficar que Chadwick no entrará en disputas, recuerdan su pasado futbolístico: “Andrés es muy bueno para el fútbol, la pisa y mira antes de dar un pase”.

Factor Allamand

Así las cosas, en la UDI creen que la artillería contra el ministro del Interior viene desde su propia trinchera. Según un personero de la tienda de Jaime Guzmán, la operación es un poco más compleja que un simple control de daños desde La Moneda para corregir el rumbo de un ministro del Interior que desde hace mucho tiempo viene actuando más como un subsecretario de seguridad.

Lo cosa es así: tras su debacle en el manejo de la seguridad pública, Hinzpeter optó por centrar el debate público en el papel del Ministerio Público y el Poder Judicial, quienes, a su juicio, no estarían acompañando el ritmo coercitivo que él trataría de imprimir a la lucha contra la delincuencia desde el ministerio.

Sus primeras balas hacia ambas ramas parecieron rendir frutos: una encuesta interna de La Moneda mostraría que esta idea fuerza había reforzado la imagen del abogado y podría volver a ponerlo en carrera para una primaria en el oficialismo.

Esta posibilidad fue vista con recelo por el que hasta el momento es el más probable candidato de Renovación Nacional, el ministro de Defensa Andrés Allamand. Si bien la respuesta no fue personal, no se hizo esperar.

Por eso, especulan en el oficialismo, Roberto Méndez, director de Adimark, salió a sugerir la posibilidad de que un cambio de gabinete era inminente: así, a mediados de noviembre, cuando el movimiento estudiantil parecía debilitarse y La Moneda lograba desactivar la bomba con acuerdos en el Parlamento, Méndez señaló en una entrevista en La Tercera que “el fin del conflicto estudiantil es el momento indicado para un ajuste ministerial”.

Esta era una alusión directa al jefe de gabinete, que hasta hoy ha logrado sobrevivir a dos cambios de ministros y cada vez que se habla de una modificación en los secretarios de estado, su nombre es el primero en la lista.

Sin embargo, en RN lo descartan tal como desestiman lo que se había oído en pasillos hace semanas: que Hinzpeter podría partir a EEUU de embajador.

Notas relacionadas