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Nacional

23 de Febrero de 2012

Aministía Internacional está preocupada por uso excesivo de la fuerza por parte de los pacos

Amnistía Internacional (AI) pidió hoy al Gobierno chileno que se asegure de que la policía no haga un “uso excesivo de la fuerza” en las manifestaciones que los ciudadanos de la sureña región de Aysén protagonizan desde la semana pasada por el aislamiento que sufre la zona. “Nuevamente vemos que en el contexto de una […]

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Amnistía Internacional (AI) pidió hoy al Gobierno chileno que se asegure de que la policía no haga un “uso excesivo de la fuerza” en las manifestaciones que los ciudadanos de la sureña región de Aysén protagonizan desde la semana pasada por el aislamiento que sufre la zona.

“Nuevamente vemos que en el contexto de una protesta social existe un gran número de denuncias por uso excesivo de la fuerza, la utilización indebida de gases lacrimógenos, el uso de balines metálicos y detenciones que podrían ser arbitrarias”, señaló la directora de AI Chile, Ana Piquer, en un comunicado.

En ese sentido, la organización no gubernamental solicitó que estas denuncias de violencia policial se investiguen “de manera pronta e imparcial”.

Los habitantes de Aysén, a 1.670 kilómetros al sur de Santiago, protestan por la exclusión que sufre esa zona del país, por el elevado coste de la vida y la mala atención en salud, así como por la escasez y alto precio de los combustibles.

Los participantes de las protestas han reclamado por la fuerza desproporcionada que ha usado la policía para intentar despejar las rutas que los vecinos de al menos siete municipios de esa región mantienen ocupadas, especialmente la que cruza el Puente Presidente Ibáñez y la que lleva al aeropuerto.

El Gobierno chileno, en tanto, ha criticado los episodios de violencia de las últimas jornadas, con enfrentamientos entre los manifestantes y Carabineros, y ha exigido el cese de los disturbios para avanzar hacia una salida dialogada al conflicto.

AI reconoció la “obligación de las autoridades de mantener el orden público cuando hay episodios de violencia”, pero consideró que esto debe realizarse “en línea con las normas internacionales de derechos humanos sobre el uso de la fuerza y sin cometer abusos”.

“Es necesario recordar a las autoridades que el uso de la fuerza contra manifestantes es una de las medidas más extremas que el Estado puede tomar y que por ello debe ser el último recurso para garantizar el orden público, respetando estrictamente los principios de legalidad, necesidad y proporcionalidad”, señaló Piquer.

El ministro de Salud, Jaime Mañalich, que el lunes pasado estuvo en la región de Aysén para dialogar con los líderes del movimiento de protesta, responsabilizó hoy a la ONG Patagonia sin Represas de “radicalizar” las movilizaciones en la zona.

“No puedo calibrar cuál es la responsabilidad de cada cual, pero que hay una agenda de actores de Patagonia sin Represas, financiada por actores nacionales e internacionales, para radicalizar este movimiento para mí es de una obviedad absoluta e indiscutible”, dijo Mañalich a los periodistas.

El Gobierno, además, decidió que ningún ministro viajará por ahora a la zona del conflicto y que las negociaciones las encabezará la intendenta (gobernadora) regional, Pilar Cuevas.

“Hemos analizado múltiples alternativas, son datos complejos y análisis que hay que desarrollar. Pero nos parece necesario, en este momento, que las conversaciones las conduzca la intendenta regional”, dijo en una rueda de prensa el ministro de Energía, Rodrigo Álvarez.

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