Ex agente de la CNI asegura que le hacían “bullying” en el Ejército

Un particular fallo apareció la semana pasada en la Corte Suprema. Se trata de un ex agente de la CNI que presentó un recurso de protección porque en el Ejército le hacían “bullying”. El afectado, Heinz Adam Gutiérrez, aseguró que en su pega le decían “empleado de Carozzi” y “perro judío”. Además, precisó, le habían descontado la plata que le correspondía por asignación profesional, ya que ostentaba la especialidad de Fuerzas Especiales.

Es por estas razones que el funcionario del Ejército habría presentado el recurso durante febrero a la Corte de Apelaciones de Santiago, cuya sala de verano lo mandó a freír monos señalando que la institución armada actuó apegada a la ley, al trasladarlo de su puesto en un regimiento al Comando de Bienestar, específicamente a la Jefatura Asistencial de Asuntos Religiosos.

El oficio del Ejército reconoció el pasado del ex uniformado, pero indicó que padeció de problemas mentales por lo que fue cambiado de puesto para evitar problemas. El máximo tribunal fue enfático: “… no hay antecedentes… que permitan sostener que el recurrente haya sufrido algún vejamen o maltrato por parte de sus superiores, o que alguno de estos lo haya insultado, sin perjuicio que el propio Ejército, que realizó una investigación sobre el particular, descartó los hechos”.

Adam Gutiérrez, durante su permanencia en la CNI, trabajó en la Sección de Informática y no aparece sometido a proceso en ningún caso de violaciones de derechos humanos. En todo caso, hay algunos ingredientes sabrosos. Gutiérrez reclama también que le deben lucas de su pensión. El Ejército respondió a la justicia que el suscrito tenía 21 años de servicio – desde febrero de 1990, porque antes era CNI-, pero contratado en una empresa privada que había creado el servicio represivo, “con giro de prestación de servicios a terceros”