Secciones

Más en The Clinic

The Clinic Newsletters
cerrar
Cerrar publicidad
Cerrar publicidad

Poder

10 de Mayo de 2012

Cortázar no se arruga: tijeretea reportajes y revive los fantasmas de su pasado en TVN

A pocos días del relanzamiento de Teletrece, con nuevos conductores, estructura y renovación del set incluído, el presidente del directorio del canal de los Luksic, René Cortázar, censuró la segunda parte del reportaje de Contacto dedicado a mostrar prácticas discriminatorias hacia las nanas. La decisión del economista DC provocó un terremoto en el canal con las renuncias del director de prensa y de la editora de reportajes, además de la dura carta que le enviaron los profesionales del área a él y a su directorio. Y aunque en un comienzo la discusión se había inclinado en las molestias que habían generado los métodos de investigación del equipo para obtener la información, en la estación afirman que el Opus metió la cola y que Cortázar actuó con la misma lógica de siempre: presión y censura.

Por


Luego de que el programa de Contacto que mostraba el trato desigual que se le daba a las nanas -por ejemplo, al intentar matricular a un hijo en un colegio Abc1- fuera censurado, la versión que se echó a correr tenía que ver con un asunto de ética periodística: se habló de reportaje burdo, se cuestionó el uso de cámaras ocultas, disfrazar a actrices de nana, etcétera.

Pero, la verdad, la censura no tuvo que ver con un asunto de altura periodística ni cosas así de nobles.

Ayer había una “molestia infinita” en el canal de los Luksic, en palabras de una fuente ligada a la estación. Esa molestia iba dirigida hacia un solo hombre: René Cortázar, y tenía un motivo: la censura del programa vendría por la presión del Opus Dei, molestos porque había colegios de la congregación involucrados en el reportaje -Los Alerces, ubicado en Lo Barnechea y Los Andes, en Vitacura- hasta el punto de que miembros del Opus habrían presentado su molestia en el mismo canal para hacer presión.

Y no es la primera vez que pasa algo así. Una fuente al interior del canal cuenta que bajo esta administración ya han enfrentado situaciones similares: “El pasado fue con los exonerados y este año es con las nanas. Esto cada vez es peor”.

El año pasado el espacio de investigación iba a mostrar un programa dedicado a hablar de los casos de corrupción en las leyes que beneficiaban a víctimas de violaciones a los derechos humanos. El programa se postergó indefinidamente y la censura por parte de Cortázar fue dada a conocer por Raúl Celpa López, presidente de la Comisíon Nacional Unitaria de Exonerados y ex presos. Pero el tema del programa sobre las nanas -recortado de 25 a seis minutos- fue más allá: luego de varias reuniones, Pilar Rodríguez -editora de Reportajes- y Patricio Ovando -director de prensa interino- renunciaron y dijeron: “No vamos a aceptar este tipo de censura”.

A la renuncia de ambos profesionales se sumó la carta del equipo de editores periodísticos, conductores, periodistas, investigadores y productores de la estación, dirigida a todo el directorio del canal -entre ellos el socialista Alberto Arenas- donde acusaron directamente al economista DC del desastre que terminó quebrando las confianzas de todos quienes han sido parte de la nueva apuesta periodística del 13.

“A raíz de la censura del capítulo de Contacto del día martes 8 de mayo, en la edición central de Teletrece, y de la posterior intervención de contenidos en el sitio web de Teletrece a petición expresa del Presidente del Directorio, René Cortázar, queremos manifestar nuestro más enérgico rechazo a dichas medidas”, decía parte de la misiva.

Por eso, en los pasillos de Canal 13, mientras la mayoría estaba preocupado de la salud de uno de sus compañeros de trabajo, ya se hablaba del método Cortázar al interior de la estación.

Se privilegia la investigación

En su rol de presidente del directorio del 13, el 22 de marzo, en una entrevista a la Revista Qué Pasa, cuando le preguntaban por la integración de Contacto a Canal 13, René Cortázar explicaba:

-Lo que estamos haciendo es darle un canal de expresión muy privilegiado a la fuerza investigativa.

Y, sobre el canal, en términos generales, decía:

-Hay espacios más amplios para crear, hay mayor autonomía.

Pero el papel aguanta todo ( los spots publicitarios del nuevo Teletrece también) y contrasta con lo que dice un periodista del canal del angelito, a propósito del episodio de las nanas:

-Las condiciones anímicas del equipo están en el suelo. Esto nos golpea fuerte porque el año pasado ya se había tenido problemas de censura. La salida de (Jorge) Cabezas tiene que ver un poco con eso. Cabezas no compartió la idea de Cortázar en el tema de los exonerados y ahora pasa lo mismo: Patricio y Pilar se sienten tan golpeados éticamente en términos de linea editorial que tuvieron que ser consecuentes. Para nosotros esto es una sorpresa pero lo bueno es que se hace un periodismo que todavía incomoda a los que tienen el poder.

De todos modos, no hay nada nuevo en la lógica Cortázar. En los seis años en los que estuvo en TVN se portó igual.

Eso lo sabe bien la periodista Faride Zerán, que estuvo en el directorio de canal 7 cuatro años y medio, vio pasar a tres directores ejecutivos (incluido a un hermano de Piñera) y dice:

-La (gestión) de Cortázar fue más censuradora porque impuso esa lógica de escuchar a determinados poderes, de cuidar a los avisadores. Finalmente, criterios no periodísticos que a la luz de lo que ocurre hoy con Canal 13, nos indica que el derecho a veto de los grandes intereses políticos, sociales, económicos y religiosos sigue primando por sobre el derecho a la información y a la libertad de expresión.-

Las cicatrices

Reconocido mateo en el mundo de los economistas, las cifras que consiguió en TVN por su gestión contrastan con los hitos de censura que recuerdan profesionales de la época.

Uno de ellos tuvo que ver con una investigación de Informe Especial sobre los problemas que provocaba el asbesto en los trabajadores de la papelera. Vivían en una población -construida especialmente para ellos- en que las casas tenían ese material. Algunos de ellos habían muerto, sus hijos nacían enfermos y varios médicos se dieron cuenta de que el motivo era la toxicidad del asbesto.

La poderosa familia Matte -dueños de la papelera- presionaron y el economista decidió no llevar el reportaje. Después de un tiempo, el fallecido periodista Jaime Moreno -entonces director de prensa de TVN-, decidió emitirlo sin su autorización lo que marcó un precedente en lo que sería la tensísima relación entre ambos.

-Jaime Moreno era intransigente en el tema de libertad periodística-, recuerda un profesional de TVN. Por eso, cuando Cortázar hizo una compra de un sistema computacional que introdujo a toda la prensa y que le permitía tener acceso a lo que estaban escribiendo los periodistas, Moreno se sentía espiado.

Otro hito de la gestión de Cortázar también tuvo que ver con un reportaje de Informe Especial: cuando todavía no se hablaba demasiado de pedofilia, se armó un programa que mostraba una serie de irregularidades de la Iglesia Catolica. Hablaban curas desilusionados y se hablaba de pedofilia. El Cardenal Errázuriz -en persona- llegó a ver el reportaje al canal. Estuvo un año parado. Para poder publicarlo, elperiodista Santiago Pavlovic tuvo que darle un nuevo giro.

Pero la garrita de Cortázar no tenía que ver tan sólo con temas. También, con métodos: fue a él al que se le ocurrió -según recuerdan profesinales de la época- traer un sistema de minutaje para las noticias políticas y elecciones. Según él, ese mismo sistema usaban en Europa cuando -en realidad- lo que se hacía en Europa era que, en las campañas, cada bloque tuviera el porcentaje de tiempo que le correspondía a su fuerza política.

Cortázar, sin embargo, lo entendió así: si tenían una noticia de alguien de izquierda hablando cinco minutos, había que tener a alguien de derecha hablando cinco minutos. Y, como desconfiaba del conteo de sus periodistas, contrató a una empresa externa para que estuviera atenta. Además, era un RN, Gonzalo Eriguren, miembro del directorio del canal, el encargado de estar vigilando.

-Nosotros le insistíamos en que no era un buen método, en que la noticia valía por el peso que tenía- recuerdan en el canal estatal.

Pero Cortázar no escuchaba.

La expresión la gota que rebalsó el vaso es un lugar común pero es apropiada para decir esto: la gota que rebalsó el vaso TVN/Cortázar tuvo que ver con un reportaje sobre el financiamiento de la CIA al golpe de Estado. La presión, esta vez, era no mencionar los vínculos de El Mercurio con la CIA. Pero Jaime Moreno, una vez más, no escuchó a Cortázar. Publicó el reportaje como estaba, Cortázar le pidió la renuncia, Moreno se negó, el directorio respaldó a Moreno y Cortázar fue quien se terminó yendo.

Notas relacionadas