Pinochetistas presentan recurso de protección para salvar homenaje al tata

Los pinochetistas están felices por el acto que tendrán el domingo en el Teatro Caupolicán donde exhibirán el documental elegíaco Pinochet. Pero aunque dicen que están tranquilos, saben que el evento será una nueva batalla como la que a fines de noviembre los enfrentó con cientos de manifestantes que se oponían a cualquier tipo de homenaje a personajes de la dictadura que ese entonces rendía tributo a Miguel Krassnoff.

En este caso, la batalla podría ser peor. Es obvio, el evento será en honor al pez grande. Por eso han tomado resguardos: la semana pasada, Juan González, presidente de la Corporación 11 de Septiembre, presentó un recurso de protección en tribunales en contra de la abogada Alejandra Arriaza Donoso, Secretaria ejecutiva de la Corporación de los Derechos del Pueblo (Codepu), que llamó a funar el evento, acusando a los organizadores de “desvirtuar la historia”.

Según González, la indignación que ha causado el evento no se justifica. Menos la reacción “violenta” de sus detractores, a quienes les devuelve la acusación y apunta como un grupo que “no quiere que aparezca la verdad”. Supuesta verdad que estaría retratada en el documental dirigido por Ignacio Zegers y que a comienzos de año fue premiado en un festival de Miami. Claro, era el único en competencia.

González, militar en retiro, dice estar sorprendido porque en plena democracia haya gente como Arriaza -abogada especialista en Derechos Humanos- que los amenace con palos “diciendo que nos van a matar a todos”. González dice estar sorprendido porque haya quien se sorprenda por un homenaje al dictador si se ha permitido hacer muchos homenajes a Allende y a figuras históricas de la izquierda. “Yo no voy a ir a sus actos, pero que nos dejen hacer el nuestro”, dice con una risa no feliz.

Según él, es injusto que se llame a boicotear su evento. Ellos, los otros, la izquierda, “presentan películas como Machuca, que tergiversan la verdad, o cosas como Quien Mató a Victor Jara y nosotros no podemos hacer nada. Hay muchos de ellos que nos tratan de asesinos y ya nos cansamos”.

Hasta el momento se han vendido 1.500 entradas de las 4.000 disponibles y, según explican los organizadores, desplegarán un dispositivo de seguridad que contará con más policías que los que normalmente entregan la Intendencia y Carabineros para este tipo de eventos, según el compromiso de sus contactos “de alto rango en Carabineros”.

Y es que entre los invitados -que probablemente no participarán del encuentro- están el propio General Director de Carabineros Gustavo González Jure, los tres comandantes de las Fuerzas Armadas y hasta el propio presidente Piñera: “Queremos que sepa de qué se trata esto porque la gente que viene de afuera le va a pedir audiencias y él tiene que saber”, dice González.

Entre esa gente destacan el alcalde de Miami, Tomás Regalado, el inglés Lord David Montgomery -enviado, dicen, por Margaret Tatcher-, dos representantes del partido Republicano y dos del partido Demócrata de Estados Unidos y Blas Piñar, hijo del ministro de Francisco Franco del mismo nombre.

Aunque desde una serie de sectores se ha llamado al gobierno a impedir el evento, el vocero de La Moneda, Andrés Chadwick, ha dicho que aunque en Palacio no son partidarios del acto, reconocen que los organizadores tienen derecho a hacerlo.

“Teniendo muy claro de que nosotros no favorecemos ni colaboramos ni menos participamos y no somos partidarios de este tipo de homenajes, obviamente que en democracia y con nuestra legislación pueden darse, eso es así”, dijo Chadwick.

En tanto, la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos (AFDD) también presentó un recurso de protección a la justicia para tratar de impedir el acto y la Corte de Apelaciones de Santiago dio el martes 48 horas al director de Carabineros y a la intendenta metropolitana, Cecilia Pérez, para responder sobre antecedentes que posean del homenaje.

Al repudio al evento se sumaron un grupo de líderes de la oposición, que envió una carta a Piñera para que impida la exhibición del documental, y el presidente de la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados, Fidel Espinoza.

Pero nada de esto inquieta a Juan González, que cree a ciegas que este evento cambiará las cosas para dar al dictador el lugar que se merece en la historia patria. El lugar que él recuerda como sagrado y que tuvo muchos más logros que los que Piñera se esfuerza en contar. “Con el pronunciamineto militar que le entregñó un país prospero ordenado, con crecimiento del 7% y desempleo del 5%, en ese momento los delincuentes tenían miedo, hoy tienen miedo los mismos que tenían durante la unidad popular: los choferes de micro, la gente de bien”.

Incluso, va más allá y explica que cosas como la polémica entrevista del ex presidente Patricio Aylwin con El País donde calificó a Allende de mal político, son solo un parche antes de la herida porque el DC sabría que el documental va a mostrar su inclinación a favor de la dictadura. “El señor Aylwin se está blanqueando solo, porque en la película aparece de rodillas pidiendo a los militares que se pronuncien”, dice riendo.