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Opinión

27 de Junio de 2012

“Si nos cierran publicaremos desde el extranjero”

El chileno Gonzalo Boyé tiene historias que contar. Pasó 20 años en una cárcel española acusado de un secuestro que negó hasta el final, y se le ligó al MIR y a ETA. Estudió derecho entre rejas y saltó a la fama al defender a víctimas del atentado de Atocha en Madrid. Ahora, ha decidido apoyar la edición de la revista satírica Mongolia y cree que España debe reírse de sí misma en esta crisis.

Emilio Leighton
Emilio Leighton
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La revista satírica española Mongolia es un fenómeno que va más allá del plano editorial. Y así lo ha percibido la gente en España. Los planes de negocio han sido superados por la realidad: ya tienen 700 suscriptores y se les suman 15 cada día. El abogado chileno Gonzalo Boyé es el editor del tabloide y conversó con The Clinic.

¿Por qué nace Mongolia?
-Surge básicamente de una idea que tienen tres personas, caricaturistas, diseñadores, y amigos que nos ponemos en contacto a través de periodistas españoles. Yo leo el concepto que ellos tienen, y veo que el tema es viable. Entonces planteamos que hay que darle una forma de empresa y ponerse en marcha. En mayo 2011 empezamos a trabajar para salir en marzo 2012. Al publicar el primer número imprimimos 25 mil ejemplares y se venden casi todos. Del segundo número imprimimos 30 mil y cinco días después hemos tenido que sacar una segunda edición porque no damos abasto. La gente ahora se suscribe, y se agotan los números en los quioscos. Es un éxito que nos ha sobrepasado y va más allá de lo que habíamos pensado.

¿Qué influencias tiene Mongolia?
-Nosotros bebemos de determinadas fuentes como The Clinic, Barcelona de Argentina, Onion de EE.UU y Public Eye en Inglaterra. No estamos inventando nada, sino trasladando a España cosas que han funcionado en otros países pero adaptadas a la realidad española.

¿Cuáles son tus funciones dentro de Mongolia?
-Somos un grupo bastante cohesionado. Yo controlo que no nos metamos en problemas legales. Hay coherencia editorial pero todos son libres de decir y escribir lo que quieran.

¿Que tendencia política tiene Mongolia?
-No somos de izquierda ni de derechas. Y repetimos: no somos de derecha. En otros medios españoles, muchos dicen que son liberales, pero tienen una actitud bastante de derecha.

¿Por qué se tapan las caras algunos periodistas cuando ustedes dan entrevistas a otros medios españoles?
-En Mongolia tenemos colaboradores que están en otros medios donde no tienen espacio para publicar ciertas informaciones que perjudicarían a los intereses de esos medios y eso les puede afectar laboralmente.

En el último tiempo la justicia española persigue a las revistas o ciudadanos que se ríen de la monarquía o de los políticos. ¿Cada vez hay más restricciones para los ciudadanos que fiscalizan el poder?
-La justicia no nos han atacado todavía. Creemos que nos atacarán en breve. La verdad es que Mongolia surge como una necesidad de convertirnos en la última trinchera de la libertad de expresión y de la libertad de información. La revista cuenta con dos zonas, una satírica y otra muy seria. Y creemos que son dos derechos fundamentales que tienen que ser alegados y defendidos. La única forma de hacer esto es estar en la calle.

¿España está en un mal momento de libertad ciudadana?
-España va por unos derroteros preocupantes en materia de libertad de expresión, de reunión y de manifestación. De hecho el nuevo gobierno no sólo pretende criminalizar las demostraciones sino también hacer responsables a los convocantes de los hechos que realizan los manifestantes. Yo me pregunto básicamente, ¿los partidos políticos están dispuestos a criminalizar a sus instituciones cuando haya actos de corrupción al interior de sus organizadores? No veo eso.

¿En algún momento pueden secuestrar (cerrar) la publicación?
-De momento no hemos tenido problemas con la justicia pero nos imaginamos que los tendremos. Por ahora, estamos dentro de la legalidad. En un Estado democrático, no pueden cerrarnos mientras no realicemos injurias, etc. Al momento que nos cierren seguiremos llegando a nuestros suscriptores, imprimiendo desde el extranjero.

¿Por qué no había surgido antes este tipo de publicaciones?
-Hay mucha aprensión a realizar cosas en papel. Creo que muchos han matado al papel sin hacerle la autopsia. Creemos en el papel y las ideas surgen en determinados momentos. Nosotros vimos que había mercado y una necesidad que cubrir.

¿Cómo valoras los primeros meses del Presidente de España, Mariano Rajoy?
-La política del gobierno de Rajoy nunca ha sido anunciada porque éste hizo una campaña que se caracterizó por guardar silencio y más que ganar, esperó a que perdiera el adversario. Eso sí, la política económica era intuida, y no nos sorprende. Además, hasta ahora ha sido nefasta. Por ejemplo, la reforma laboral que va a aprobar flexibilizará el despido y en época de crisis, con un 25% de desempleo, lo que hace falta abaratar es la contratación ya que en España es muy caro contratar gente. Por otro lado, dejar sin cobertura a los inmigrantes ilegales es un error político de calado y una aberración desde el punto de vista humano. Los 5 millones de inmigrantes que hay en España son en gran medida los que han salvado de la quiebra a la seguridad social en los últimos años con sus aportes y cotizaciones. En definitiva, los inmigrantes sirven para barrer los problemas pero no podemos darles cobertura médica. Una cosa tremenda.
11M y ETA

Sobre el juicio de los atentados de Atocha del 11M, ¿cómo va el proceso que llevas tú?
-Hemos defendido a víctimas chilenas y hemos conseguido que se condenase a 21 personas islamistas por ese hecho. También hemos conseguido la condena de otros 3 detenidos con posterioridad. Además, estamos pendientes de resolver la demanda contra el Estado español por la responsabilidad patrimonial que tiene por la falta de control de los explosivos con que se perpetró el atentado y que creemos ganaremos.

Se especula en medios de derecha que el atentado del 11M fue realizado con la ayuda de ETA, ¿qué piensas de esta teoría investigada por diario ‘El Mundo’?
-En estos momento existen tres sentencias que demuestran y dejan muy en claro que ETA no tiene nada que ver en el atentado, y si hubiera tenido que ver también hubiéramos ido contra ellos. Esto es un negocio editorial planteado desde una perspectiva que cree en un periodismo muy confuso y que tiene una trascendencia política muy importante. Llevamos 7 años dando explicaciones de algo que no existe. Eso es una gran éxito del diario ‘El Mundo’ y sus colaboradores. Es más, el pasado 23 abril nos notificaron desde el juzgado de instrucción 38 de Madrid que habría un proceso contra periodistas de El Mundo por intentar manipular a los testigos (coacción y delito de obstrucción a la justicia) a denuncia nuestra. Todos son hechos presuntos. La verdad es que hay países como el Reino Unido en el cual situaciones como éstas han tenido un desenlace brutal como, por ejemplo, el cierre del diario ‘News of the World’ y han imputado a su propietario. Sin duda, el Reino Unido está más desarrollado en materia de libertades que España.

¿A ti se te acusó de estar involucrado con ETA?
-A mí se me acusó de ser miembro del MIR y se me condenó por el secuestro del empresario Emiliano Revilla. Yo no he tenido ninguna presencia en los hechos (me muestra una nota de ‘El País’ sobre el encuentro entre Revilla y tres hombres ligados a ETA con el título: ”Revilla se reúne con sus secuestradores”, del día 4 de marzo del 2012). De esta manera, por primera vez en 20 años a mí me desvinculan de los hechos y comienza una segunda etapa de mi vida. Llevo 20 años recuperando pruebas y cuando considere el momento pediré la revisión de mi juicio. Estos hechos tienen que ver con el inicio del proceso de paz en España que hace que las cosas se vean desde una perspectiva más sensata y que se busque hasta el fondo la verdad.

¿El proceso de paz planteado por ETA al Estado español fue una buena movida al verse totalmente cercada por la policía?
-Sí, ETA hizo una jugada importante que fue declarar el fin de la lucha armada en el gobierno de Rodríguez Zapatero. Y ha dejado al gobierno de Rajoy en una situación entrampada, que si la derecha no llega a finalizar este proceso será el único responsable.

¿ETA tuvo el gran error de perpetrar atentados en lugares públicos con el objetivo de buscar la independencia?
-Hay una premisa máxima que dice ‘No matarás’. Lo que pasa es que ETA y el Estado español se enfrascaron en una lucha extraña donde todos perdieron los papeles. El Estado creó un grupo antiterrorista de liberación llamado GAL y mataban etarras y los de ETA mataban a ciudadanos y policías. Por lo tanto dentro de este proceso de reconciliación es importante que ETA pida perdón a las víctimas.

Muchos piensan que el nacionalismo radical de ETA ha perdido el apoyo ciudadano en el País Vasco, en España y en Sudamérica.
-ETA es un movimiento sustentado en el nacionalismo excluyente del país vasco que se enfrenta al nacionalismo incluyente del Estado español. ETA defiende que sólo quiere a los vascos en su territorio y España defiende lo contrario, que todos son españoles. Ambos defienden posturas muy extremas. España es un Estado plurinacional y no admitir eso es un error y pensar que se puede sobrevivir en el mundo actual a base de pequeñas nacionalidades, también.

Confírmame algunas informaciones que han salido en la prensa chilena, ¿ETA traicionó al MIR?
-Ese parece ser un dato que alega la policía. Son cosas que hay que tener en consideración y parece que esa es la realidad. Los datos que tengo de esa relación están en el sumario, y es una causa bastante extensa. Ahora todos los involucrados que eran chilenos están libres y algunos viven en Chile. Al final solo cumplimos prisión tres chilenos: Alexis Corvalán, Gato Valenzuela y yo. Pasamos 20 años en prisión y el único que no se presentó era quien nos acusaba: un chileno.

CHILE Y LA REALIDAD POLÍTICA
¿Sigues pendiente de la realidad chilena? ¿Cómo ves desde la distancia al Chile post Concertación?

-Sí, me comunico bastante con mi gente. Sobre la realidad política creo que la alternancia en democracia es fundamental. Pero evidentemente se da la sensación que el gobierno de Piñera o lo está haciendo fatal o no sabe comunicar lo que hace.

¿Cuál es tu opinión de la izquierda chilena en estos momentos? ¿Será un error que se forme un nuevo frente de izquierda y de esta manera, se rompa La Concertación?
-Los años de mayor estabilidad y desarrollo en el Chile moderno fueron en los años de la Concertación. A mí ese modelo no me parece mal si incluye a un amplio sector de izquierda que estaba fuera de ese conglomerado político. En todo caso, hay que hacer al país gobernable y en tercios es muy difícil gobernar. Chile está en un momento histórico, y si el desafío es formar parte de los países desarrollados se necesitan acuerdos, decisiones, pero también redistribución de la riqueza, que es la única manera de ser parte del primer mundo aunque algunos crean que lo somos y seremos sin igualdad. Especialmente debe haber en Chile el derecho a la salud y a la educación. Ahora lo que pide la gente, sin duda, no se lo va a dar la Alianza y ese es el desafío de la Concertación: transformar las necesidades y reclamaciones de la población chilena en realidad y hechos.

¿La Concertación podrá volver al poder?
-La Concertación si aglomera a la izquierda tendría una mayoría aplastante. Creo que perdió el poder porque no tenía a la izquierda chilena, y sólo se apoyó en la socialdemocracia y por eso benefició en mayor medida a los más ricos y a los empresarios. Si hubiera estado la verdadera izquierda, se habría dado un contrapunto en algunas medidas. La Concertación tenía miedo y los dirigentes se sentían muy cómodos en el establishment. Ahora, consolidar la democracia en el país es misión cumplida pero hay que avanzar, hay que implantar definitivamente la cultura de la meritocracia, como la igualdad de posibilidades y no la que plantea la burguesía de la aristocracia criolla. Por que hay que gente muy valiosa que se pierde en el camino al no tener padres con dinero en el bolsillo.

¿Te gustan los nuevos jóvenes políticos como, por ejemplo, Camila Vallejo?
-Siempre es positivo que surjan nuevos dirigentes. Cuando leo la prensa desde afuera y veo quiénes son los actores me siento muy joven porque siguen siendo los mismos. No hay regeneración política. Pocos son los que han variado desde los años ochenta. En cambio, en España cada dos elecciones hay procesos de recambio y los actores de los 90 ya han salido de la escena. En Chile se da menos porque son parcelas de poder muy acotadas y eso tiene que ver con el acceso de las posibilidades que se le entregan a los jóvenes y a la gente de menos recursos.

En cuanto al juicio contra Baltasar Garzón, ¿ha sido legal el proceso? La noticia en Chile pasó sin pena ni gloria.
-Yo creo que la respuesta al caso Garzón es que el juez se metió con gente muy poderosa y lo que se trató de hacer es eliminar al personaje. Recuerdo que el año 93, Baltasar Garzón, fue el que me procesó, y creo que como juez ha cometido errores. Sin embargo, ha tenido grandes aciertos y lo que más me preocupa desde el punto vista jurídico es que la doctrina que asienta el tribunal supremo para condenarlo es única y no se volverá a aplicar. Y eso es injusto. En cuanto a que en Chile el caso haya pasado de largo es porque el control de los medios de comunicación está en manos de pocos y hay muy poca pluralidad informativa, y eso hace evidente que haya poca movilización ciudadana.

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