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Entrevistas

24 de Diciembre de 2022

La historia de don Carlos Martínez, el “Viejito Pascuero” oficial de The Clinic: «Me tomo unos Armonyl antes de salir a entregar regalos»

Viejito pascuero

"Al hospital me acompañan los duendes que son los jóvenes que llevan los regalos, sacan foto y graban, pero son gritones los duendes. Una vez le dijeron a mi señora, 'señora Claus, el Viejo Pascuero le andaba ofreciendo noches buenas a las enfermeras'", recuerda Santa Claus del medio.

Por Jose bustamante

En la previa a su extenuante y mágico trabajo repartiendo los regalos de Santa Claus para Navidad, don Carlos Martínez -el “Viejito Pascuero” oficial de The Clinic- hizo una breve pausa para hablar conmigo sobre cómo surgió esta noble labor que realiza sagradamente cada año.

En la humildad que lo caracteriza, afirma que en esta pega “los que trabajan son los que juntan fondos, compran o recolectan los regalos, hacen las fiestas de Navidad además de preparar la comida, jugos, dulces. Los jóvenes de Granhitos, los empleados del Banco de Chile, las voluntarias de fundaciones de los hospitales, etc”. Agrega que “ellos son los que trabajan. El Viejo Pascuero solo pone la magia“.

¿Como surgió la idea de disfrazarse de Viejito Pascuero?

La verdad no siento que es un disfraz, tal vez un uniforme, ya que soy solo el ayudante de Santa Claus.
El año 2007 era Jefe de Departamento en el Banco de Chile y promocionaron que todos las unidades realizáramos una “Navidad con sentido”, lo que conllevó que los fondos del amigo secreto y los de la fiesta del amigo secreto, se ocuparan en darle regalos a una fundación.

En mi unidad acordamos hacer una fiesta con once y regalos para los niños de la Fundación Moreau. Cada uno aportaba regalos e hicimos rifas que nosotros mismos compramos o vendíamos a los ejecutivos, a los familiares o amigos. Mientras organizábamos todo, alguien dijo “hay que tener un Viejo Pascuero” y todos dijeron “el jefe”. Bueno, en realidad tengo algún parecido y mi señora me hizo el traje. Esa fue una linda fiesta que repetimos por muchos años.

Hace como 15 años mi señora fue a dejar un regalo a los niños de Hospital Calvo Mackenna y yo me quedé en al auto. Justo era la fiesta de Navidad esa tarde y les preguntó a los jóvenes que organizaban el evento “¿tienen Viejo Pascuero?”. Le dijeron que si y le mostraron a un cabro flaco con barba de algodón. “Yo les tengo uno mejor”, les dijo, y llegaron los jóvenes a verme.

Esos jóvenes fundaron la Fundación Granhitos y hacíamos cuatro o cinco evento de Navidad cada diciembre; dos o tres hospitales, alguna escuela, un centro de acogida, un campamento en Viña del Mar, entre otros. Lo especial de Granhitos es que reúnen muchos regalos, entre 300 y 600 además de comida para unas 300 personas o más que pedíamos a los amigos, a la familia, etc.

En el evento principal del Hospital Calvo Mackenna, animado por artistas de renombre, al final el Viejo Pascuero entregaba los regalos y después recorría el hospital para los niños que no podían bajar a la fiesta.

Después los ejecutivos del banco apadrinaban a la Fundación Debra, los niños con piel de cristal. Hacen una fiesta toda una mañana para las familias con animadores famosos, y al final llega el Viejo Pascuero. Desde el año 2012 voy a esa fiesta, los niños me conocen y los he visto crecer.

Después se corrió la voz y me ahora me contactan de alguna u otra fundación. También voy a una clínica el día 25 para los niños que no pudieron dar de alta y voy a un hogar de ancianos el día de la pascua. En el hogar hay una familia en cada mesa tomado once y llega el viejo con su bolsa de regalos (que los familiares previamente llevaron) y quedan felices los abuelitos y sus familias.

Ahora, por la pandemia por Covid-19, está todo mas restringido pero sí hicimos la fiesta de los niños con los niños y niñas de la Fundación Debra. Durante 2020 y 2021 lo grabé desde la casa del Viejo Pascuero en La Araucanía.

¿Qué se siente ser el ayudante de Santa en Chile?

Es emocionante y muy gratificante ser ayudante de Santa. Ver la alegría e incredulidad y sorpresa de los niños y niñas es algo impagable. También la alegría de los abuelitos, y la alegría de todos los familiares y de los voluntarios que organizan todo esto. Incluso he visto voluntarios sufrir por no poder reunir los regalos y los alimentos que se requieren para estas fiestas.

Eso sí, hay que contener las emociones. El Viejito Pascuero se toma algunos Armonyl antes de salir a entregar regalos. El Viejo no se puede emocionar y ponerse a llorar, aunque es muy fuerte recorrer un hospital. A veces me gustaría preguntar cómo están esos niños pero no puedo.

Les llevamos un momento de alegría a ellos y a sus familiares y por el hospital me acompañan los duendes que son los jóvenes que llevan los regalos, sacan foto y graban, pero son gritones los duendes. Una vez le dijeron a mi señora, “señora Claus, el Viejo Pascuero le andaba ofreciendo noches buenas a las enfermeras”.

El Viejito Pascuero no sólo trabaja en Navidad…

Cuénteme un poco sobre las otras pegas que ha hecho

Trabajé en bancos por 38 años, estuve en seis y los últimos 25 años estuve en el Banco de Chile. Llegué del Banco Edwards porque me salieron el 2017. En esos 38 años, fui desde junior a Subgerente y en el Banco de Chile fui Jefe de Departamento. Estudié de noche y soy Técnico Financiero.

A The Clinic entré porque los Gerentes del Grupo Ergas me conocían. Ellos fueron Gerentes del Banco de Chile y durante 2018, cuando tomaron el control financiero de The Clinic, pasó algo que pasaba en el colegio: “¿a quien ponemos?”, dijeron y como en el curso, pusieron al más huevon al arco.

Nadie me pescaba en The Clinic, pero de a poco eso comenzó a cambiar. Una vez que fui a la sala de
redacción y le comenté a Jonás Romero que un artículo del diario que había escrito estaba mal redactado y el entrevistado seguramente había querido decir lo contrario de lo que estaba escrito en la nota y así era. Por lo menos se dieron cuenta que leía el diario. En adelante, y sobre todo con la llegada de Lorena Penjean (ex directora del medio), me sentí muy a gusto con las personas y “camiseteado” con The Clinic.

¿Cómo resintió la llegada de la pandemia en su vida?

La pandemia nos mandó a trabajar a las casas y yo dije entre mi casa y el campo, me puedo ir al
campo. Trabajo desde acá sin ningún problema y los jefes me aceptaron que terminada la
pandemia pueda seguir desde acá, vivimos junto a la señora Claus en Pumalal, Pillanlelbún, comuna de Lautaro en la Región de La Araucanía. Sin embargo a veces hecho de menos la convivencia diaria, pero siento que estoy al lado de Alejandra Fierro (secretaria histórica de The Clinic), Julio Herrera (gerente general y Ximena Rivas (gerenta comercial).

En The Clinic “don Carlos” es más famoso que Gardel

¿Sabía que en todas las empresas se dice “ya cantó Gardel”, pero acá en The Clinic se dice “ya cantó don Carlos”?

No lo sabía, en todo caso por lo menos me recuerdan una vez al mes. Gratamente, espero.

¿Cuál es el regalo más pedido este año en el diario The Clinic?

Por el momento no me ha llegado ninguna carta mis compañeros de The Clinic, pero de seguro será algo espiritual ya que todos son elevadamente místicos creyentes practicantes y devotos. Acabo de revisar el buzón que está afuera de mi casa y no han llegado cartas.

Bueno, toda esta entrevista en realidad es para saber algo muy importante: ¿Hay aguinaldo?

Ya pagaron aguinaldo, pero no lo hagan público, ya que seguro en sus casas no saben, y si se enteran se los quitarán.

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