Secciones

Más en The Clinic

The Clinic Newsletters
cerrar
Cerrar publicidad
Cerrar publicidad

LA CALLE

18 de Julio de 2012

Esto si que es manual: Cómo correrte una pajita salvadora en tu lugar de trabajo

Por Vice México Acéptalo, trabajar apesta. No importa cuánto ames tu trabajo, siempre habrá un millón de cosas que preferirías estar haciendo a envejecer en tu cubículo, borrando cientos de correos porque los pendejos de la oficina le picaron en responder a todos, cuando no tenían por qué, y viendo en secreto páginas como ésta […]

Por

Por Vice México

Acéptalo, trabajar apesta. No importa cuánto ames tu trabajo, siempre habrá un millón de cosas que preferirías estar haciendo a envejecer en tu cubículo, borrando cientos de correos porque los pendejos de la oficina le picaron en responder a todos, cuando no tenían por qué, y viendo en secreto páginas como ésta para no perder la cordura. ¿Sabes qué preferirías estar haciendo? Estar sentado en tu casa en ropa interior viendo la tele mientras juegas con tus pelotas de vez en cuando. Bien, no sé si puedo ayudarte con la tele, pero seguro podrás echarte un rapidín a la mitad del día para hacer que la jornada sea más agradable. Esto es lo que tienes que hacer:

Entra en el mood
Ni importa lo que hagas (así seas un fotógrafo porno, un diseñador de dildos artesanales, el que le arregla los pezones a Jessica Alba o el guardia de seguridad en los vestidores de Victoria Secret) tu trabajo no te parece sexy. De hecho, probablemente sea más matapasiones que ver a tu abuela cagando sobre un gatito. Si planeas sacarte punta en el almacén de la compañía, primero tienes que motivarte. En tu trabajo seguro tienen las páginas porno bloqueadas, así que prueba enviándole algunos mensajes cochinos a alguna de tus parejas sexuales. No tienen que responder (estamos en “Cómo puñetearte en el trabajo” no “Cómo coger en el trabajo”), sólo tienes que pensar en lo que escribes para que tus partes hagan lo suyo.

El lavamanos corporativo
Obviamente te irás al baño. Sólo asegúrate de ponerle el maldito seguro. Si los baños de tu oficina son individuales, ya la hiciste. Saca a tu amigo y haz lo que aprendiste en ese campamento de verano en quinto grado. Si es un baño público, enciérrate en el cubo más alejado de la puerta. Si la gente piensa que estás echando el topo, eso te dará mucha más privacidad. Si trabajas en una construcción y tu baño es uno de esos portátiles, por favor no te jales ahí dentro. Sería asqueroso. Sólo vete a tu troca o algo.

Aprende a decir basta
A veces, en especial en los baños compartidos, vas a tener que posponer tu terapia desestresante. Estoy hablando de cuando un pendejo entra y el culo le empieza a explotar en el cubículo de a lado. Además, tienes unos diez minutos antes de que la gente empiece a sospechar que estás haciendo travesuras ahí adentro. Esta no es una de tus sesiones maratónicas en bata. Entras, haces lo que tengas que hacer, y regresas a tu escritorio antes de que todos sepan que te has ido.

Hay una app para esto
Si quieres empezar a hacer esto con más frecuencia (¿quién no?), descarga algunos videos porno, coloca tu celular sobre el papel de baño y deja que las chicas de Sexo en Vacaciones 16 te ayuden a salir de ahí todavía más rápido. Que no se te olvide ponerle Mute. No metas tus audífonos al baño. Se ve mal. Y es asqueroso.

Destruye la evidencia
Si haces un desmadre en el piso y la pared, y algún idiota se va a quejar, comenzarán a monitorear los baños. Felicidades, le arruinaste la diversión a todos, pendejo. Sólo hazlo sobre un poco de papel y tíralo al escusado. O también podrías hacerlo sobre tu mano y comértelo. Haz lo que quieras.

Cierra la puerta
Si eres un exitoso cabrón con su propia oficina, siempre puedes cerrar la puerta y darle vueltas a tu riata en la privacidad de tu pequeña suite. Sólo asegúrate de cerrar las cortinas. Si no tienes una oficina, pero tu jefe sí, quizá no sea mala idea darte una encerradita la siguiente vez que salga de viaje. Esta vez, asegúrate de venirte sobre algo, quizá junto al bote de basura. Sólo hace falta un conserje chismoso para destruir la reputación de tu jefe.

Ponte creativo
Si el baño no te parece suficientemente emocionante, quizá debas probar con las otras zonas privadas en la oficina, en especial cuando es tan temprano que nadie ha llegado, o tan tarde que ya todos se han ido. Es como coger con alguien que acabas de conocer sin condón: tan peligroso que es doblemente divertido, pero tan estúpido que te podrías morir. Por favor, verifica que no haya cámaras; no hay por qué terminar en un video viral.

Si te atrapan
Simplemente vas a tener que lidiar con ello. No digas una pendejada como: “Tengo un pito muy grande, sólo quería acomodarlo para poder hacer del dos”. Nadie lo creerá. Sólo te queda esperar que tu jefe sea un hombre y que entienda tu necesidad, o tendrás que buscar una nueva oficina; el mostrador de una tienda porno no suena mal, después de todo podrías masturbarte todo el día y nadie le importaría un carajo.

Lávate las manos cuando termines
No eres un maldito animal.

Notas relacionadas