La Moneda le presta toda la ropa a labor de Carabineros en la Araucanía

Sebastián Piñera dijo hoy que su Gobierno apoya la labor de la Policía en la Araucanía, aunque advirtió que no permitirá que ésta “se salga del marco de la ley”, tras las últimas denuncias de violencia policial contra comuneros mapuches.

“Nosotros apoyamos al cien por cien a Carabineros y a la Policía de Investigaciones porque ellos tienen la obligación de resguardar el orden público (…), pero evidentemente que no vamos a permitir que la acción policial se salga del marco de la ley”, dijo Piñera en una entrevista con el Canal 13.

El presidente aseguró que se está investigando el incidente ocurrido el martes pasado, en el que dos niños mapuches fueron heridos por disparos de perdigones presuntamente realizados por Carabineros en el exterior del hospital de Collipulli, a unos 580 kilómetros al sur de Santiago.

Los medios de comunicación y las redes sociales han difundido las imágenes de los jóvenes, de 12 y 17 años, con heridas en la espalda y la cabeza.

Los menores iban junto a un grupo de adultos que fue repelido por la policía al acudir al hospital para interesarse por el estado de salud de una docena de comuneros detenidos durante el desalojo de dos fincas que un grupo de mapuches habían ocupado en el municipio de Ercilla.

Durante las últimas semanas, se han incrementado los episodios de violencia en el sur del país en el contexto del llamado conflicto mapuche.

Desde mediados de la década de 1990, organizaciones y comunidades mapuches se enfrentan a empresas agrícolas y forestales por la propiedad de tierras que consideran de sus antepasados.

Sin embargo, algunas de sus acciones también se han dirigido contra pequeños agricultores, empresarios e incluso escuelas rurales.

Piñera señaló hoy que la comunidad mapuche, la principal etnia indígena del país, “es un pueblo trabajador” que está “comprometido a salir adelante”, a pesar de que la mayoría de sus miembros vive en situación de pobreza.

En ese sentido, reconoció que “no han tenido las oportunidades que merecen, y por tanto tenemos una deuda, tenemos que darles más empleo, educación y salud”.

A pesar del carácter pacífico de buena parte de la comunidad mapuche, el presidente dijo que hay una pequeña minoría -“unas cuarenta o cincuenta” personas- que “están decididas a quemarlo todo, a destruirlo todo, que no respetan nada ni siquiera las escuelas”.

El ministro portavoz del Gobierno, Andrés Chadwick, aseguró que algunos de los mapuches más violentos operan bajo el alero de la Coordinadora Arauco Malleco, una organización de indígenas radicales.

En un encuentro con corresponsales, Chadwick subrayó que los últimos ataques, protagonizados por encapuchados han tenido una violencia inusitada y han afectado a “grupos de familias, pequeños propietarios agrícolas y escuelas para niños mapuches”.

Tras el auge de los incidentes registrados en los últimos tres meses, el Gobierno realizó ayer una reunión de seguridad para abordar la situación.

El presidente Piñera encabezó el encuentro, al que también asistieron el ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter; el fiscal nacional, Sabas Chahúan, y los mandos policiales, entre otros.

Hinzpeter explicó al término de la reunión que el Gobierno decidió implementar un plan de seguridad especial para la Araucanía.

Éste incluye, entre otros puntos, el aumento de la dotación de ambas policías (uniformada y civil) en esa región y el envío de un equipo multidisciplinario desde la capital con el fin de apoyar a las víctimas de atentados.

El sacerdote jesuita Pablo Castro, que vive en una comunidad mapuche, dijo hoy que las conclusiones de la reunión de seguridad son “vergonzosas”, y lamentó que se centrara todo el contenido del plan en temas policiales y judiciales.

“Da la impresión de que estamos volviendo a la época de la colonización (…) llevando cada vez más fuerza policial, poco menos que militar a las comunidades”, dijo el religioso a Radio Cooperativa.