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Opinión

30 de Julio de 2012

“No me acuerdo, pero no es cierto. No es cierto y si fue cierto, no me acuerdo”

Pinochet fue objeto de centenares de entrevistas durante su vida. La mayor parte de ellas eran magistrales ejemplos del arte del “corneterismo”. Nada de contrapreguntas, el general decía lo que le daba la gana. En estos siete años las cosas han cambiado mucho y el interrogatorio que le hizo el ministro Víctor Montiglio por el caso Operación Colombo, da cuenta de ese cambio. Ahora debe someterse a los tribunales, pero sigue diciendo lo que le da la gana. Pinochet niega lo innegable, se esconde en la amnesia, se contradice; peor aún, el general del “Ejército vencedor y jamás vencido”, como le gustaba decir, descarga todas las responsabilidades en sus subordinados, razón por la que The Clinic decidió incluir el cuestionario (sólo las preguntas se editaron para que fueran más claras, las respuestas son del dictador) como un recuerdo del final de Pinochet. Después de esta entrevista, él y Contreras fueron careados…

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Ilustración: J. Tomas (revista Sapoconcho)
¿Es efectivo que tras el 11 de septiembre de 1973 encargó al teniente coronel Manuel Contreras, actualizar un estudio que creaba una Dirección de Inteligencia Nacional?
-No me acuerdo.

¿Es efectivo que en su calidad de Presidente encargó a la Comunidad de Inteligencia, conformada por los Servicios de Inteligencia de las Fuerzas Armadas y Carabineros, que analizara el proyecto de Dirección de Inteligencia Nacional (DINA) presentado por Manuel Contreras?
-No me acuerdo.

¿Es efectivo que ese proyecto que fue aprobado por la Comunidad de Inteligencia con el voto en contra del Jefe de Inteligencia de Carabineros, general Germán Campos, quien desa-probó el proyecto porque creaba una entidad ajena a todo control institucional, directamente a las órdenes y mando del general Pinochet?

-No me acuerdo; Me están preguntando cosas que sucedieron hace 30 años.

¿Por qué no se dictó el Decreto Supremo para designar al Director de la DINA, no obstante que el D.L. 521 de 18 de junio de 1974, que creó la DINA, disponía que el Director de dicho organismo debía ser designado por Decreto Supremo?
-No sé. Estoy perdido, porque no entiendo nada. Me acuerdo de Contreras, pero no dependía de mí.

¿Es cierto que la DINA, en cumplimiento de la misión de resguardar la Seguridad Nacional llevó a cabo un plan antisubversivo de carácter secreto, tendiente a neutralizar la oposición al gobierno?
-No me acuerdo que dicté disposiciones…

¿Es cierto que dicho plan antisubversivo tenía como fin neutralizar a los opositores considerados más peligrosos al régimen, comenzando por la Dirección y militantes influyentes del MIR, PS y PC?
-Posiblemente sería así.

¿Es cierto que para neutralizar a los opositores se confeccionaban listados según su tendencia política, se disponía su ubicación y detención y se les mantenía privados de libertad por tiempo indeterminado a fin de obtener información necesaria para ubicar a los demás miembros del grupo?
-Pudo haber sido como usted dice.

¿Es cierto que los agentes de la DINA en caso de operaciones contra opositores estaban facultados para utilizar armas, al extremo de causar la muerte cuando resistiesen la detención?
-(…)

¿Es cierto que la DINA mantuvo detenidos en recintos de José Domingo Cañas, Londres 38, Villa Grimaldi, Venda Sexy, etc…
-Creo que sí…

¿Es cierto que Manuel Contreras le rendía en forma exclusiva cuentas de todas las actividades de la DINA?

-No me acuerdo pero muchas veces había que sacarle con tirabuzón la información porque no decía nada o mentía. Pero no me acuerdo.

¿Tuvo conocimiento que en los cuarteles de la DINA se aplicaban torturas o apremios ilegítimos a personas detenidas?
-Si no sabían que había tortura, porque yo lo prohibí. Muchas veces hice aplicar esas disposiciones que deben estar por allí.

¿Es efectivo que la información que el Director de la DINA le entregaba a usted era reunida de la siguiente manera: el jefe de Unidad informaba periódicamente al Cuartel General de la DINA acerca de las declaraciones de los detenidos considerados de importancia; que dicho estamento trabajaba los informes y sólo los de mayor importancia eran informados al Director, quien a su vez informaba al Presidente de la República?
-Tiene que haber sido así, no me acuerdo.

¿Es cierto que el Director de la DINA, Manuel Contreras, al darle cuenta diaria de las actividades tendientes a mantener la seguridad nacional debía hacerle proposiciones detalladas respecto de la procedencia, de la liberación o mantención de la privación de libertad de las personas detenidas, atendido el grado de peli-grosidad para el régimen?
-No me acuerdo.

¿Es cierto que en su calidad de Comandante en Jefe del Ejército mantuvo el mando de la guerra antisubversiva y que le corres-pondía decidir en forma exclusiva si procedía a la detención, privación de libertad, liberación o mantención de la privación de libertad de las personas detenidas, pudiendo ser su destino en caso que se haya dispuesto su eliminación una fosa común o arrojados al mar con ayuda de funcionarios del comando aéreo del Ejército?

-No me acuerdo, pero hay documentos firmados donde se prohibía eso. Yo tenía otras actividades, no me podía dedicar a esas cosas, tenía miles de actividades, el país tenía miles de problemas, el país estaba que-brado… no podía preocuparme de esos detalles.

¿Es cierto que frente a la posibilidad que fueran encontrados los cadáveres sepultados en fosas clandestinas se dispuso la exhumación de restos para ser arrojados al mar?
-No tuve idea, no me acuerdo de nada. Porque le habría costado el puesto al que estaba a cargo y a los oficiales si se hubieran metido en cosas así. Yo di disposiciones exactas para evitar excesos, prohibí tomar medidas de armas contra la gente. Todo lo que han hecho me lo pasan a mí ahora. Teníamos problemas económicos… saqué al país para arriba, me han vejado, dicen que también robé.

¿Es cierto que las autoridades de la época y los Servicios de Inteligencia negaron la existencia de detenidos desaparecidos?

-Tiene que haber sido así. No me acuerdo.

¿Es cierto que con ocasión de la muerte de chilenos opositores al régimen en Argentina ordenó una investigación cuyos resultados no fueron conocidos por la opinión pública?

-No me acuerdo, posiblemente.

¿Es efectivo que la guerra antisubversiva librada por la DINA quedó al descubierto por la gran cantidad de detenidos desaparecidos cuyos familiares recorrieron los Tribunales de Justicia y porque se conocieran los hechos a través de revelaciones efectuadas por detenidos que recupe-raron su libertad, por detenidos que se transformaron en colaboradores y por agentes de la DINA que no mantu-vieron secreto?

-No me acuerdo. Todos los agentes para hablar conmigo tenían que pasar por una serie de escalones.

¿Es cierto que las actividades de la DINA hicie-ron insostenible la permanencia de Manuel Contreras como Director de la Institución por lo que las autoridades de la época dispusieron su disolución y sustitución por la CNI?

-Manifiesto que Manuel Contreras, a mi parecer, quiso tomar el mando del país, pero no me acuerdo. No sé si sería así, pero acusó hasta frailes este gallo, con fotografías de haber estado con prostitutas. Yo saqué a Contreras porque estaba creando problemas que yo había prohibido. Tengo que haber sido yo, porque el único que lo podía mover era yo, porque no podía hacer escándalos. Me acuerdo por qué lo saqué. Me ofreció unos depósitos de fondos en el extranjero y yo lo saqué por eso. Yo rechacé el ofrecimiento que me hizo.

¿Es cierto que en su calidad de superior jerárquico debía calificar a Manuel Contreras, y que siempre lo calificó con nota máxima por estimar que cumplía a cabalidad con las misiones encomendadas y que al término de tales misiones fue ascendido a general?
-Hasta ese momento no me acuerdo de nada, pero sí, como no sabía los antecedentes yo lo calificaba por lo que me decían los superiores de él. Había generales que lo calificaban de brillante…

El general Gustavo Leigh (Comandante en Jefe de la FACH y miembro de la Junta Militar hasta 1978), manifestó en Tribunales que el jefe institucional de la DINA era la Honorable Junta de Gobierno, pero que en la práctica era Pinochet. ¿Es cierto eso?
-Es cierto que el jefe institucional de la DINA era la Honorable Junta de Gobierno. (…) Qué curioso. Porque el general Leigh peleaba para que no lo fueran a atropellar en el sentido de su mando. Era muy celoso con su mando. Que la Honorable junta de Gobierno haya tomado una medida no lo sé.

Leigh también afirmó que “Pinochet no permitía a nadie de nivel ejecutivo de la DINA que tomara contacto con los miembros de la Junta”.
-Es mentira: ¿Usted cree que iba a aceptar José Toribio o Mendoza o él mismo que no le dieran cuenta? Es mentira.

Leigh tambien sostuvo que “el jefe de la DINA pasaba a buscar diariamente a Pinochet; que desayunaban juntos, oportunidades en que se informaba el quehacer de la DINA y que entre las oficinas de Pinochet y Contreras existía un circuito cerrado de televisión aparte de teléfono y radio que los comunicaba diariamente”.
-Mentira, me habrá pasado a buscar alguna vez. No me acuerdo. Cómo se le ocurre que iba a llevar al jefe de inteligencia al lado mío. ¿Sabe por qué eché a Leigh? Porque se puso a despotricar de la Junta. Lo hice traer y le dije que se vaya. No me acuerdo muy bien. Nunca hubo circuito cerrado. Había un círculo en la torre, pero era para la unión de los jefes de Marina, Carabineros, Ejército. Era para ahorrar el viaje de bajar y subir a los pisos 10 y 11. Eso es lo que creo yo.

Manuel Contreras, en declaraciones prestadas ante los Tribunales, señala que el Presidente de la República era jefe directo de la DINA. ¿Es eso efectivo?
-No me acuerdo, pero no es cierto. No es cierto y si fue cierto, no me acuerdo.
A Contreras le gustaba tener engatuzado, envuelto al jefe, para poder meter sus cosas.

Contreras también afirma que “daba cuenta al general Pinochet de toda la labor que realizaba la DINA”.
-No es cierto. ¡Toda la labor! Me tendría que haber dedicado a él no más.

Contreras sostiene que jamás en la institución que comandaba se realizó alguna actividad que no fuera ordenada o debida y oportunamente informada al Presidente de la República, ya que dicha organización, por ley, obedecía a una estructura jerárquica y disciplinada.
-Es mentira, no es cierto, no me acuerdo. Porque eso se lo dicen a personas que no tienen nociones cómo funciona. Le voy a explicar: la duda le nace al jefe, y allí el jefe llama al servicio de inteligencia y pregunta cuánta tropa hay en Tacna. El cómo se hacen las cosas es problema de él.

Afirma también que las violaciones a los derechos humanos comenzaron a recaer bajo la responsabilidad casi absoluta de la DINA, lo que le pareció una desproporción injusta e intolerable, asociado a ello el permanente ominoso silencio de mi superior jerárquico, el Presidente de la República y Comandante en Jefe del Ejército de la época, capitán general Augusto Pinochet Ugarte, para salir en defensa de la institución y sus integrantes, que dependíamos directamente de dicha autoridad.
-No me acuerdo.

¿Entiende la pregunta?
Tampoco.

Reformulada la pregunta, responde: “Nunca yo podría hacer una cosa así. Por qué debía defender a la DINA, si yo no sabía”.

Manuel Contreras sostiene que los oficiales y suboficiales que sirvieron en la DINA son completamente inocentes de cualquier ilícito relacionado con violaciones a los derechos humanos, ya que es importante no obviar que en el concepto militar el responsable final de una situación determinada, exitosa o desastrosa, es el Comandante en Jefe, es decir, aquél que dio la orden. Y que es una obligación básica que impone el honor no sólo militar, sino de hombría de bien, el asumir las mencionadas responsabilidades.

-No me acuerdo. No entendí la pregunta.

Reformulada la pregunta, indica: “No me acuerdo, porque es un enredo ahí, y no me acuerdo de nada de eso”.

Diga si es efectivo lo que afirma Ricardo Víctor Lawrence Mires, agente de la DINA, en sus declaraciones judiciales:
a) Que el General Pinochet tenía pleno conocimiento de las actividades de la DINA, ya que Manuel Contreras, le informaba diariamente de toda la situación que se producía dentro de la DINA.

-¿No le llama la atención a usted que un subalterno sepa lo que hace Manuel Contreras? Porque Manuel Contreras era él quien daba las órdenes, era él quien manejaba el organismo. Ahora a ese carabinero algo le habrá prometido Contreras.

b) Que muchas veces a él le correspondió llevar a la casa del general Pinochet un sobre que contenía las novedades del país y de la DINA, cuando Contreras estaba impedido de hacerlo personalmente; que él llegaba a la casa del general Pinochet, alrededor de las 6:30 horas, que era el horario en que el general terminaba de hacer sus ejercicios, y que después de la entrega de documentación él esperaba por si daba alguna instrucción, como, por ejemplo, que Contreras lo llame a tal hora, lo que era normal.
-No me acuerdo. Mentira. No me acuerdo nada de eso. Cuando terminaba mi gimnasia me hacían masajes, ducha, me vestía y me iba a las 7:30.

c) Que, mientras prestaba seguridad directa al general Pinochet, éste le preguntaba: ¿Cómo andaban las cosas?, y que se manifestaba muy interesado por el descubrimiento de armas en poder de los extremistas y por la identificación de las cúpulas del MIR y del Partido Comunista, y que entonces él le contestaba lo que realmente ocurría.

-No me acuerdo. Eso parece mentira. Yo estaba aquí –indicando arriba-, y esos pajaritos andaban por acá –indicando abajo-.

(El Tribunal le expresa al general de que, dada la hora, se está poniendo término a la audiencia, a lo que responde estar dispuesto a seguir adelante con el interrogatorio, “a pesar de que estoy cansado, pero saco fuerzas de flaqueza. Porque pensé que los últimos años de mi vida los iba a pasar tranquilo, jugando con mis nietos”)

¿Hubiera preferido no haber intervenido en los sucesos del 11 de septiembre de 1973?
-Todo lo que hice, todo lo que actué, todos los problemas que tuve se los dedico a Dios, todo se lo dedico a Chile, porque eso permitió que el país no fuera comunista y surgiera como es hasta hoy.

¿Lamenta las muertes que se produjeron durante su gobierno?
-Lamento y sufro por esas pérdidas. Pero Dios hace las cosas, él me perdonará, si me excedí alguna vez, que no creo.

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