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Opinión

31 de Julio de 2012

Pobreza (Casen 2011): avanzamos muy poco

Supimos la semana pasada los resultados de la Casen 2011. Dado el escenario socio económico y las políticas de transferencias monetarias implementadas en los últimos años, la expectativa era de una baja significativa, pero no fue así ya que quedamos sobre el 14%. Ojalá aprendamos algunas lecciones a partir de los datos de la Casen. […]

Leonardo Moreno y Benito Baranda
Leonardo Moreno y Benito Baranda
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Supimos la semana pasada los resultados de la Casen 2011. Dado el escenario socio económico y las políticas de transferencias monetarias implementadas en los últimos años, la expectativa era de una baja significativa, pero no fue así ya que quedamos sobre el 14%. Ojalá aprendamos algunas lecciones a partir de los datos de la Casen. A lo menos, creemos, hay cinco que esperamos no se nos olviden:

1. Crecimos cerca de un 6%, el PIB per cápita subió de US $ 15.000 a algo más de US $ 17.000 en dos años, y eso suponemos, no repercutió suficientemente en el aumento de los ingresos autónomos de los más pobres (muchos subieron sus ingresos como efecto de las transferencias del Estado). Necesitamos crecer, pero ello no es suficiente para que las personas y familias dejen de vivir indignamente.

2. El cobre superó la barrera de los US $ 3 la libra por largos períodos; se transfirieron durante el 2011 más de $ 50.000 millones en efectivo a las familias que viven en situación de pobreza, pero no lograron dejar atrás la exclusión. Por lo tanto, disponer de recursos económicos para ‘distribuirlos’ entre los más pobres no asegura la salida permanente de la pobreza, más aun las transferencias directas no aseguran el ejercicio de los derechos sociales de las personas en especial de los más vulnerables.

3. Veníamos de un período con tasas de desempleo superiores a los dos dígitos. En los últimos dos años se crearon más de 700.000 nuevos puestos de trabajo, reduciendo la cesantía a un dígito. Sin embargo, no bastó. Como ya se ha repetido en años anteriores, no cualquier empleo permite salir de la pobreza (muchos de quienes viven en situación de pobreza tienen contrato laboral!)… Las regiones donde más golpea la pobreza es donde más personas ganan el salario mínimo.

4. La calidad de las políticas sociales sí importa y eso implica poner adecuadamente muchos recursos para que sean efectivamente espacios de oportunidades y de integración social real (p.e. en educación, vivienda, trabajo), las personas no solo quieren ‘tener’ más sino que desean ‘ser’ y ‘hacer’ más. Y esto se construye desde el reconocimiento de los derechos y no desde las entregas del Estado (inclusive mal diseñadas, éstas podrían arruinarlos a largo plazo).

5. La Canasta de Satisfacción de Necesidades Básicas (CSNB) así como está construida ya no sirve, además de actualizar la línea de la pobreza (como lo dijo el actual ministro de Hacienda en julio del 2007) es urgente incluir una medida multidimensional que permita evidenciar la heterogeneidad de la exclusión social, monitorear de verdad las políticas sociales y hacerlas de acuerdo con las reales necesidades de las personas.

Mientras mayor sea el protagonismo y la autonomía de las personas en situación de pobreza, y mientras más las consideremos de manera integral para efectos de las políticas sociales, mayores serán los logros y tendremos con ellos una ciudadanía activa, comprometida y cohesionada.

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