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Opinión

28 de Agosto de 2012

¿Quiénes somos?

Que no se hable ni de institucionalidad ni de partido, la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios nace bajo la idea de rearticular las organizaciones estudiantiles que durante varios años de Concertación fueron sepultadas. Decidimos, y con esto hablo de una decisión generacional, crear la ACES como espacio de coordinación de quienes observan inquietamente la crisis […]

Eloísa González
Eloísa González
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Que no se hable ni de institucionalidad ni de partido, la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios nace bajo la idea de rearticular las organizaciones estudiantiles que durante varios años de Concertación fueron sepultadas.
Decidimos, y con esto hablo de una decisión generacional, crear la ACES como espacio de coordinación de quienes observan inquietamente la crisis en educación, y cómo la voracidad del sistema neoliberal poco a poco va comiendo todo a su paso.

Somos una generación crítica, autónoma de los partidos políticos tradicionales, y también de quienes pretenden teñir de institucionalidad a toda organización social y popular que nace entre las grietas de este sistema. Somos, también, aquellos a quienes no transmiten ni un poquito de emoción los políticos de terno y corbata, que creen en el voto democrático cada 4 años. Los escépticos y desconfiados, que hasta la palabra pingüino les produce escozor, en memoria de la dolorosa traición del 2006.

Somos finalmente quienes buscan fortalecer y multiplicar las organizaciones estudiantiles, con el fin de dar a luz un proyecto de cambio profundo, revolucionario y total. Pero claro, falta aterrizar el discurso, porque mucho se dice y muy poco se hace; por algo la ACES funciona a través de un modelo asambleísta que se sustenta en comisiones, en las cuales todo estudiante de base puede participar. Tenemos la comisión de Relaciones Públicas, que busca acercarse a aquellos liceos más aislados y desinformados de nuestra región. La Comisión de Educación, que está constantemente rellenando la propuesta de la ACES. La Comisión de Agitación y Propaganda, que trabaja principalmente en la difusión de convocatorias, consignas e informaciones, como también existe la Brigada Muralista, que se plantea para este mes difundir la consiga: “si no cambian la educación de pinocho, funaremos el 28”.

Cada estudiante que participe de la asamblea tiene el deber y el compromiso de levantar organización estudiantil en su liceo, con el fin de ampliar los márgenes de participación y transmitir las discusiones a cada uno de los estudiantes secundarios. Los estudiantes que se agrupan en esta coordinadora no lo hacemos porque creamos que es necesario adherirse religiosamente a algo si no porque se nos hace urgente conocer las realidades de los otros liceos y generar un trabajo real y conjunto, en busca de salvaguardar lo poco de educación pública que nos va quedando y resistir el apetito privatizador de la clase política chilena.

En estos momentos, cuando se nos viene otro estallido, y la elite está aferrada con miedo a las urnas, esperando no perder tantos votos o peor aún, desnudar aún más la falta de representatividad que tiene su modelo electoral, los estudiantes apuntamos a las propagandas electorales, que van desde sus carteles murales a sus intentos de opacar al movimiento y nuestras demandas a través de voladores de luces como lo son sus maniobras divisionistas, la personificación y la violencia hacia nosotros. Ante eso, la ACES hoy busca convocar la mayor cantidad de espacios de convergencia entre estudiantes secundarios para llegar a acuerdos comunes en cómo enfrentar la coyuntura actual para que no termine igual que el 2006 y también un llamado a unificar fuerzas en contra del intento por desarticular nuestro movimiento.

Por otra parte también, aumentar las convocatorias a marchas, concentraciones, paros y tomas, con el fin de convertir este mes de agosto en un mes de lucha, en un mes de estallido social. Y urge hacerlo, porque este 28 de octubre se vienen las elecciones municipales, posterior a varios feriados, y no podemos permitir que nuevamente hayan recambios y rostros supuestamente “nuevos”, que perpetúen este interminable terremoto neoliberal. La alternativa debe ser los espacios de confluencia entre todos los actores sociales, en dónde las movilizaciones sirvan como plataforma para crecer, articular y fortalecer nuestras organizaciones populares. Al fin y al cabo, son las únicas herramientas que tenemos para defendernos de la privatización de nuestros derechos, la criminalización de nuestra lucha y de esta democracia con olor a lacrimógena.

*Vocera Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios

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