Fuente: Abc.es Pamela Frazer una orgullosa mamá británica de 30 años nunca pensó que sus hijas nacerían tan diferentes. Son como el día y la noche. La pequeña Candice Anne tiene la piel oscura, pelo negro y ojos oscuros. Lilly Aleisha tiene tez blanca, cabello rubio y ojos claros. Completamente distintas, pero son hermanas y […]
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Fuente: Abc.es
Pamela Frazer una orgullosa mamá británica de 30 años nunca pensó que sus hijas nacerían tan diferentes. Son como el día y la noche. La pequeña Candice Anne tiene la piel oscura, pelo negro y ojos oscuros. Lilly Aleisha tiene tez blanca, cabello rubio y ojos claros. Completamente distintas, pero son hermanas y además, mellizas. «Así no tendremos problemas para diferenciarlas», bromeaba el orgulloso progenitor Oswald Frazer, en declaraciones al diario The Sun.
La probabilidad de que una pareja formada por personas de distinto color tenga también mellizos de distinto color es una en un millón, según los expertos en genética. No obstante, su piel puede presentar una tonalidad distinta debido a que cada uno es fecundado en óvulos separados por espermatozoides distintos. Por tanto, lo genes que definen el color pueden diferir.
Los progenitores son mestizos y sus respectivas familias presentan raíces africanas e irlandesas. Ella, Pamela Frazer, comentó que su madre tiene sangre jamaiquina, africana e irlandesa, mientras que su padre es descendiente de judíos rusos. La descendencia de su marido también está muy mezclada; es hijo de un jamaicano y su madre tiene orígenes irlandeses.
«Es muy común que suceda con los hermanos, pero en mellizos nos dijeron que es muy raro», comentaron los padres tras el parto. Las personalidades de las niñas difieren en la misma medida que su físico. «A Aleisha le gusta más llamar la atención, grita mucho por la noches cuando tiene hambre, Candice es mucho más tranquila como su padre», comentaba Pamela que también tiene una hermana gemela.
Ahora las dos pequeñas, de cuatro meses de edad, son el centro de atención de su área residencial y se enfrentan a la mirada curiosa de los transeúntes cuando sus padres salen con ellas de paseo. Pero ellos están tranquilos y muy felices con el nacimiento de sus niñas. La familia ya está preparada para explicarle a sus hijas el por qué de su disparidad siendo mellizas. «Cuando sean mayores y se pregunten por qué se ven diferentes, me limitaré a decirles que son súper especiales», dijo la madre de las dos pequeñas.
Las niñas fueron concebidas naturalmente y nacieron por cesárea. Aleisha tuvo problemas respiratorios y tuvo que ser reanimada, pero se recuperó muy bien y goza de excelente salud, como su hermana.
Aunque la probabilidad de que se dé un caso así es muy remota, Pamela y Oswald no son la primera pareja en tener mellizos de diferentes colores. Hace cuatro años, Dean Durrant y Alison Spooner tuvieron a sus retoños Lauren y Hayleigh, también en blanco y negro. Al poco tiempo repitieron la hazaña, con Miya y Leah.