Diputado UDI que interrumpió minuto de silencio volvió a tildar de cobarde a Salvador Allende

Una nueva discusión se produjo este miércoles en la Cámara de Diputados, luego que el diputado de la Unión Demócrata Independiente (UDI) Ignacio Urrutia, hiciera uso de la palabra para responder al diputado René Alinco (IND), quien en la sesión de la mañana lo acusara de amparar el golpe de Estado y las violaciones a los derechos humanos.

Haciendo uso del artículo 34 de la Corporación, que permite la intervención hasta por cinco minutos para responder cuando han sido aludidos por alguna intervención o información, el parlamentario del gremialismo reiteró su solicitud de censura a la mesa de la Cámara, luego que en la mañana no le fuera dada la palabra y afirmando que “no estoy dispuesto a que se pase a llevar el reglamento”.

A continuación contó una historia “para quienes quieran oír y los que no pueden retirarse”, señaló.

Tras eso relató que el 11 de septiembre del 1973 iba caminando junto a su familia y a la gran mayoría de ciudadanos de Parral, acompañando el féretro de un “distinguido transportista” de la zona, asesinado el día anterior por defender una causa que él consideraba justa, por defender a su padre.

“El asesino cuando lo tomaron preso dijo no importa, yo soy de la UP, así que por lo tanto salgo mañana libre”, contó el parlamentario. Junto con eso, señaló que mientras caminaba al cementerio, la gente empezó a poner las radios y se comenzaron a escuchar distintos bandos militares, “y yo que tenía 15 años en esa época pensaba y decía ‘qué felicidad más grande, por un lado el saber que los militares y las FFAA de una vez por todas se han atrevido a realizar un pronunciamiento militar, y qué tristeza por otro lado al ver a mi amigo Memo en el ataúd hacia el cementerio”.

“Quince años tenía señor Espinoza”, dijo Urrutia al diputado socialista Fidel Espinoza, y agregó que “no venga a decir aquí que me ensucié las manos con esto y con esto otro”.

Y continuó su relato expresando que “antes de llegar al cementerio, oímos en la radio que quien amparaba al asesino de Memo Valdés se había pegado un tiro en La Moneda y se había suicidado cobardemente para no enfrentar la justicia, que era lo que correspondía haber hecho”.

“Por último, respondiendo a las palabras del diputado que habló en la mañana, quiero decir solo una cosa, y voy a repetir lo mismo que dijo el (ex) senador Sergio Onofre Jarpa, esta es pelea de perros grandes y no de quiltros”, manifestó.

Estas declaraciones no dejaron indiferentes a los diputados de la Concertación. Espinoza, aludido por Urrutia en sus palabras, comentó a viva voz desde su asiento que “este Parlamento puede tolerar muchas cosas, pero no a un demente psicópata como este”, y mientras el presidente de la Cámara, Nicolás Monckeberg (RN), intentaba retomar la sesión, el socialista afirmó que “este señor tiene un cómplice en la Colonia Dignidad”, nuevamente en alusión al UDI.

Al inicio de la sesión de este miércoles, el diputado René Alinco solicitó intervenir en la sala, ocasión que aprovechó para criticar al diputado Urrutia, quien en la sesión del martes interrumpió el minuto de silencio solicitado por el legislador por Aysén para recordar a las víctimas del golpe de Estado.

El representante del gremialismo interrumpió la sesión afirmando respecto del ex presidente Salvador Allende: “El asesino que se suicidó en La Moneda”, palabras que Alinco dijo que no podía dejar pasar, porque aunque no le guste, se trataba de un ex mandatario, elegido democráticamente, “no como otros que se tomaron La Moneda sin ningún derecho y a punta de balazos”.

“Los únicos cobardes son aquellos que como él promovieron, ejecutaron y ampararon el golpe de Estado, los que bombardearon la casa del Presidente de Chile, los que mataron, torturaron, violaron e hicieron desaparecer a miles de chilenos, los que callaron y negaron violaciones a los derechos humanos”, dijo Alinco.

El parlamentario agregó que “los cobardes son los mismos que como el diputado Urrutia ocupan escaños en este Parlamento y cargan en sus conciencias si acaso la tienen, con la vida de muchos compatriotas, ellos y Pinochet, el general traidor rastrero que tanto venera el diputado Urrutia”.

“No tolero que un patrón de fundo como el diputado Urrutia trate de cobarde al que sin duda es el más grande de los nuestros, el más grande de los presidentes de Chile”, que llegó a sacrificar su vida por no traicionar a su pueblo, concluyó el parlamentario.