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Nacional

29 de Septiembre de 2012

Dubois era “una espina muy irritante” para los gringos según documentos desclasificados

Cables de diplomáticos estadounidenses revelan que el fallecido Pierre Dubois era considerado como un estorbo para los gringos debido a su activismo en defensa de los derechos humanos durante la dictadura

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Vía: www.w5.cl

A las 6.30 del 8 de septiembre de 1986, decenas de policías y efectivos de la Central Nacional de Informaciones (CNI) allanaron la población La Victoria, en el sur de Santiago. Casi 36 horas antes, un comando del FPMR-A había tratado de matar a Augusto Pinochet en el Cajón del Maipo, asesinando a cinco de sus escoltas, y las autoridades castrenses de la época -en medio de la desesperación que les provocó el ataque- dictaminaron el regreso del Estado de Sitio.

En La Victoria, donde dos años antes había muerto de un balazo en el cuello el sacerdote francés André Jarlan (quien estaba leyendo la Biblia al interior de la casa que ocupaba al lado de la parroquia), el objetivo principal era el líder de la iglesia del sector, el también galo Pierre Dubois, el mismo que hoy falleció a los 80 años, y quien por ese entonces se hizo famoso al aparecer en diversas imágenes, durante una protesta, levantando los brazos ante las fuerzas de seguridad, interponiéndose entre estas y los manifestantes.

No obstante, la madrugada de ese 8 de septiembre Dubois no tuvo posibilidades de mediar con nadie. Su casa fue allanada y terminó detenido junto a otros dos sacerdotes franceses, Daniel Carruete y Jaime Lancelot. Los civiles que los aprehendieron, relata un documento de la Vicaría de la Solidaridad, le dieron “un culatazo de arma de fuego en el cuerpo” a Dubois, mientras lo tenían a bordo de una camioneta. Luego los trasladaron a la tenencia del sector y allí “nuevamente Dubois es insultado y golpeado en el rostro”.

El 10 de septiembre, el entonces subsecretario del Interior, Alberto Cardemil, explicó que lo referido a los sacerdotes, que seguían arrestados, “se está analizando desde el día en que fueron detenidos y vamos a resolver”. Por cierto, la decisión ya estaba tomada, pues al día siguiente, 11 de septiembre, los tres fueron embarcados en un vuelo de Varig, expulsados de Chile, con destino a Francia.

Francisco Javier Cuadra, por aquel tiempo ministro secretario general de la presidencia, dijo que los curas estaban participando de una manifestación en La Victoria, que portaban panfletos y que incluso habían agredido a la policía. Además, indicó que “especialmente en el caso de uno de ellos, concretamente el sacerdote Pierre Dubois, ya hacía mucho tiempo que veníamos planteando a la autoridad eclesiástica la conveniencia de que este punto fuera resuelto de buenas maneras de parte de ellos”.

El sacerdote de la Victoria

En la embajada de Estados Unidos en Santiago, que periódicamente informaba sobre todo lo que estaba aconteciendo en Chile a Washington, de a poco comenzaron a notar la presencia del francés. Un primer cable de mayo de 1984, que resume lo ocurrido en varios días de protesta, da cuenta de que en la población La Victoria dos oficiales de Carabineros y un sacerdote francés, un tal Pierre Dubois, resultaron lesionados.

El segundo texto de la serie es bastante más explícito. Se trata de una ampliación del primero y señala que el primer día de manifestación nacional, el 11 de mayo, hubo “una relativa calma de las protestas, con solo un muerto, 22 heridos, incluyendo seis carabineros, y unos 170 detenidos”.

En su punto 7 abunda un poco más en lo ocurrido en La Victoria: “otro incidente más que nada confuso, que podría causar interés internacional, fue la supuesta golpiza del sacerdote francés Pierre Dubois, cura de la tradicionalmente conflictiva población La Victoria, quien dice haber estado intentando evitar la confrontación entre manifestantes y carabineros cuando fue atacado y golpeado por estos. Nunca estuvo detenido, y luego de una breve atención médica retomó sus deberes. De acuerdo a informes de prensa del 14 de mayo, un alto oficial de Carabineros llamó a Dubois y le prometió una investigación a fondo”.

Por cierto, Dubois no se quedó tranquilo luego de lo ocurrido. En otro informe, los norteamericanos consignaron que algunos días después, “el sacerdote francés Pierre Dubois, golpeado por la policía chilena la semana pasada, ha pedido una investigación judicial por el ataque. Dubois estaba defendiendo a una familia pobre cuyo hogar fue arrasado por la policía”.

André Jarlan

La “relativa calma” cambió radicalmente en las protestas convocadas para el 4 y 5 de septiembre de 1984. El primer reporte enviado desde Santiago al Departamento de Estado al respecto, precisa que cuando aún no terminaban las jornadas ya había al menos “cinco muertos, incluyendo un sacerdote católico” y más de 300 detenidos.

El redactor del paper escribió que “en Santiago hubo cinco muertos, incluyendo el fallecimiento con arma de fuego del sacerdote católico André Jarlan. Jarlan era un francés que había sido asistente del otro cura francés, Pierre Dubois, en la pobre población de La Victoria, que como en otras protestas fue escenario de considerable violencia”.

En otro documento, donde ya se informa que el número de muertos ascendía a 9, se señala también que “el padre Dubois está insistiendo a la prensa en que él vio de primera mano al carabinero que supuestamente roció la casa de Jarlan a tiros”.

A fines de 1985, el relator especial de DDHH de la ONU, Fernando Volio, visitó Chile. El 13 de diciembre se reunió con Gabriel Valdés y, como señala un cable de EEUU, “en la tarde visitó el distrito obrero de La Victoria, donde un sacerdote francés fue muerto de un disparo durante manifestaciones en 1984. Allí, Volio habló con el sacerdote católico Pierre Dubois y los pobladores”.

Una espina

Dos años después Dubois volvió a hacer noticia, debido a su expulsión, que los diplomáticos estadounidenses relataron en dos cables. En uno de ellos indican que “en una barrida al pobre sector de La Victoria, tres sacerdotes franceses, incluyendo a Pierre Dubois, fueron detenidos. Un chileno, Jorge Orellana, fue arrestado junto a los otros dos sacerdotes franceses, Daniel Caruette y Jaime Lancelot. Los curas fueron acusados de resistirse a la detención y obstrucción”. Cabe mencionar que en este mismo cable, en su punto 6, se relata el homicidio del periodista de Concepción José Carrasco, asesinado por la CNI en Santiago (donde trabajaba como editor internacional de la revista Análisis) como represalia por el atentado a Pinochet.

Luego de ello, quedó constancia en los documentos desclasificados en orden a que “reportes de radio del 10 de septiembre indican que los tres sacerdotes franceses detenidos durante la barrida militar en la población de la Victoria, el 7 de septiembre (cable anterior) han sido expulsados del país”. El escrito agrega que “los sacerdotes, especialmente Pierre Dubois, son activos en la organización de actividades en la población La Victoria, que tiene la reputación de ser un bastión izquierdista. El Gobierno de Chile aparentemente ha sacado ventaja del estado de sitio, que permite la expulsión indiscriminada de extranjeros, deshaciéndose así de una espina muy irritante”.

En 1989 un reporte norteamericano, basado en una conversación de personal de la embajada con Enrique Palet y Sergio Valech (ambos de la Vicaría de la Solidaridad), puntualiza que “para enfatizar su línea dura en cuestiones de Derechos Humanos, el 19 de noviembre el gobierno negó el ingreso a Chile del sacerdote francés Pierre Dubois. El padre Dubois trabajó por cerca de una década en una de las poblaciones más marginales de Santiago, La Victoria, antes que se le ordenara abandonar el país”. Dubois recién pudo ingresar de nuevo a Chile en 1990, una vez restablecida la democracia.

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