Rolf Lüders: “La prohibición de las drogas es absolutamente inefectiva y contraproducente”

Biministro de Hacienda y Economía en dictadura, partidario del impuesto específico de la bencina y del actuar del ex ministro Andrés Velasco durante la crisis económica, Lüders ha estado siempre por el libre mercado. Sobre la discusión del salario mínimo señaló al Diario Financiero que éste “no tiene por objeto garantizarle a los trabajadores un ingreso necesario para vivir dignamente”, sino que “señalizarle a los agentes económicos cuál es el salario mínimo que clarea el mercado”. No es de extrañar esta defensa acérrima del neoliberalismo para uno de los enviados a estudiar con Milton Friedman a Chicago durante la década de los ’70 para luego formar parte de las reformas económicas del país en época de Pinochet. Entre ellos destacan también el fallecido Álvaro Bardón, José Piñera, Cristián Larroulet y Joaquín Lavín. Es así como Lüders apoya la despenalización del consumo de drogas, para dar paso a un mercado del que a más de alguno le gustaría participar. En esta entrevista con The Clinic Online lo explica.

Económicamente hablando, ¿está usted a favor de legalizar todas las drogas o sólo la marihuana? ¿Hace alguna distinción entre drogas suaves y drogas duras?
En términos generales la legalización de la comercialización de drogas –que debiera incluir por cierto la descriminilización parcial de su comercio- es preferible a la prohibición de la misma. La legalización obviamente no es sinónimo de liberalización total del comercio. De legalizarse el comercio habrá que regularlo adecuadamente y será conveniente someterlo a tributación. Tanto la regulación, como la tributación, probablemente debiera diferenciarse para diversas drogas, dado que son productos con características distintas.

¿Qué condiciones deben darse para poder legalizar las drogas en Chile?
Probablemente no es deseable legalizar la droga en Chile si no se hace simultáneamente en la región, incluyendo quizás incluso en los EE.UU. De no ser así, la legalización y descriminilización parcial del comercio en Chile generará un aumento tan fuerte de la demanda por las drogas en el país, que quizás podría contra-restar las potenciales ventajas de la medida.

¿Cuáles son los aspectos positivos de legalizar las drogas?
Las ventajas de la legalización serían la eliminación del crimen actualmente asociado, directa e indirectamente, al comercio de drogas (las mafias comercializadoras que tienen aterrados a una buena parte de la población en las grandes ciudades y los ladrones que roban para poder comprar drogas), la mayor posibilidad de identificación de los sujetos afectados por el consumo de drogas y junto con ello la factibilidad de tratamientos más efectivos, y la recolección y ahorro de cuantiosos recursos que se pueden utilizar en campañas contra el mal y en los tratamientos señalados. Lo que es obvio a estas alturas es que no hay una solución ideal, pero que la prohibición es absolutamente inefectiva y contraproducente, tal como lo fue en el caso del alcohol en los EE.UU. en los años 1930.

¿Y los negativos?
La posible desventaja está en que –todo lo demás igual- la legalización tendría como consecuencia una baja en el precio de las drogas en Chile y junto con ello un aumento de la cantidad demandada de drogas. No obstante, lo que suceda finalmente con la cantidad consumida de drogas –que es lo importante- va a depender de la tributación (que desincentiva el consumo elevando el precio de las drogas y que no puede ser muy elevada, porque si no se vuelve a lo actual) y del efecto de las campañas contra el consumo de drogas sobre las demandas correspondientes. Aún si el consumo no disminuyera, lo que es probable, la sola eliminación del crimen asociado al comercio de drogas más que justificaría la medida.

¿Cuál debiese ser el rol del Estado en cuanto a la legislación en temas que afectan a la integridad física de las personas?
En términos absolutamente generales, habría una gran reducción del crimen violento en el país, la principal ventaja de la medida, mejoraría significativa y tempranamente la identificación de las personas que necesitan tratamiento, y el Estado obtendría los recursos para apoyar a aquellos que no puedan financiarlo.

Al legalizar las drogas como un mercado habría acceso a publicidad ¿Ve en esto una amenaza, en el sentido de incentivar a jóvenes a consumir?
Mis preferencias son por limitar legal y substancialmente la publicidad que induzca al aumento de la demanda de las drogas y simultáneamente hacer una fuerte y permanente campaña educativa sobre los efectos nocivos de su consumo. La limitación a que me refería podría ser regulada de modo tal de diferenciar entre diversas drogas. En todo caso, en este caso son los expertos médicos y de mercadeo que tienen la palabra.

¿Cree que en Chile quienes venden droga tendrían los recursos para establecerse en un mercado formal?
Los recursos para comercializar drogas existen en Chile, tal como están disponibles para cualquier otro negocio rentable. Y la comercialización de la droga es rentable, que duda cabe, a juzgar por la velocidad con que se ha expandido su comercialización en el país.

La teoría de Friedman

Milton Friedman señaló que con la legalización el consumo disminuye, o pasa de drogas fuertas a más suaves. ¿Tiene antecedentes de que esto pudiera darse en Chile y no lo inverso?
Si la regulación es apropiada y pretende lograr ese objetivo, ese será uno de los efectos de la legalización del consumo de drogas en Chile.

¿Haría la legalización más fácil o difícil el tratamiento de la adicción?
La legalización sin duda facilitará la identificación de los sujetos que debieran tratarse y tal identificación se producirá mucho más temprano. En ese sentido, no cabe duda que la legalización facilita el tratamiento.

Friedman también se refirió a que éste era un problema moral. En ese sentido, ¿bajo qué leyes, precauciones o restricciones debieran legalizarse las drogas?
No conozco el sentido que Friedman le dio a la expresión moral en esa cita. Si se define como el conjunto de creencias, costumbres, valores y normas de una persona o de un grupo social que orienta acerca de acciones correctas (buenas) y acciones incorrectas (malas), me parece que el elemento cultural pasa a ser la clave y la regulación estatal del consumo de drogas, necesaria, pero complementaria. Campañas educativas, para las cuáles existirían recursos provenientes de la tributación del consumo de drogas, pueden ser muy importantes a mediano plazo en cambiar la moral existente en ciertos sectores de la población.