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Opinión

19 de Diciembre de 2012

Con mucho cariño unas palabras para usted, señor Presidente

Lo admiro, fíjese. Lo admiro por ser tan fresco y tener la personalidad que tiene. Con sólo tres palabras convence a la gente. “Órale”, como diría un buen mexicano. “El hueón inteligente”, como diría un buen chileno. Esa ambición que usted tiene y siempre ha tenido es nada más que el resultado de un hombre […]

Tanza Varela
Tanza Varela
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Lo admiro, fíjese. Lo admiro por ser tan fresco y tener la personalidad que tiene. Con sólo tres palabras convence a la gente. “Órale”, como diría un buen mexicano. “El hueón inteligente”, como diría un buen chileno.

Esa ambición que usted tiene y siempre ha tenido es nada más que el resultado de un hombre que lo que quiere lo consigue. Aunque usted, con lo egocéntrico que es, ya sabe que en esto no me equivoco. Pero está bien, yo también me siento las más bonita de todas, mis 21 llegan a ser tiernos.

Yo no quiero ser rebelde y menos pasarme de la raya, pero los viejos como usted me provocan curiosidad sólo para observarlos y entender cómo cresta siendo tan famosos, en el grado en que lo es usted, logran dejar en secreto tantas cosas, uf.

Yo sé que hay muchas personas a las que no les agrada que usted sea el presidente de Chile. A mí, fíjese, me da igual: no voto ni hablo de política. Pero de que tengo mi opinión, la tengo bien guardadita.

Trato de no caer en su negocio, pero finalmente igual termino cayendo. Y le coopero a su bolsillo y alimento su ego. Así como usted a mí también y no sólo me coopera el bolsillo: también tengo una bonita vista desde mi ventana. Usted dice: “un Chile solidario”. Yo, en cambio, digo: “un Chile maravilloso”. La única lástima es que usted los tiene a todos muy cartuchos y poco atrevidos. Lógicamente que si un chileno viviera con sus pensamientos libres y tuviera más personalidad, sería todo diferente.

Fíjese que no ha hecho las cosas tan mal, como dicen algunos. Pero entienda que tenemos gusto para todo. Si miramos para el lado, fijémonos en algunos otros presidentes, como el de México o el de Cuba, pobres países con presidentes engañadores y presidentes que no te dan libertad.

Yo no soy de derecha ni de izquierda, pero apoyo a toda persona que quiera defenderse y reclamar. Vivo la vida tranquila, respiro el aire que quiero respirar. Si me caigo me paro. No le reclamo a nadie, sólo al diablo.

Pero, finalmente, su obra ha sido maestra.
Con un beso, se despide.
Ta.Varela.

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