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Poder

4 de Marzo de 2013

Caso sobreprecios: oficial del OS-7 de Carabineros revela nexo clave para creación de licitaciones

La declaración del comandante René Martínez develó que el ex jefe de proyectos de la Unidad de Estudios de Interior, Felipe Baeza, le pidió en 2011, antes que se redactaran las bases de licitación para la compra de los detectores de droga, un presupuesto. El uniformado cumplió, pero los datos se los pidió al dueño de Tecnodata, Alfredo Giacomán, ahora uno de los indagados por el Ministerio Público. El hombre de verde eso sí, envió el documento excel desde su correo privado y no institucional, cuestión que despierta sospechas en el organismo perseguidor. Los montos contenidos en ese archivo, fueron íntegramente copiados en las bases de licitación, por lo que Giacomán tuvo hecho un traje a la medida.

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La semana pasada -y en la más estricta reserva- declaró el comandante y jefe del OS-7 de Carabineros René Martínez
ante el fiscal Jaime Retamal, quien lleva la investigación del caso sobreprecios en los detectores de droga para el Plan Frontera Norte, iniciativa estrella de Interior.

El uniformado estaba citado porque en 2011, cuando se comenzaron a crear las bases de licitación para la compra de estos aparatos, fue contactado por el entonces jefe de proyectos de la División de Estudios de la cartera, Felipe Baeza. Este último le solicitó un presupuesto de cuánto podían costar los elementos tecnológicos, porque lo estaban presionando desde La Moneda para que todo saliera lo más rápido posible.

Martínez, en su testimonio, relató que para conseguir la información, valores, disponibilidad, entre otros factores, contactó al dueño de Tecnodata, Alfredo Giacomán, quien a los pocos días le envió una plantilla excel con los precios, enterándose de que Interior haría una licitación en tal sentido. Es decir, a contar de ese momento, Giacomán ya contaba con información sobre lo que sucedería.

Confianza

Hasta ahí el contacto de Baeza con Martínez aparece como una petición más entre dos funcionarios públicos. Sin embargo al cruzar la información con la declaración que prestó Baeza ante el perseguidor penal en enero, se abren nuevas pistas. Sucede que la licitación final contenía literalmente los mismos precios para los artefactos que los entregados en la plantilla excel creada por Giacomán. Ni un número menos. Esto sucedió porque Baeza, de acuerdo a su relato en la fiscalía, no llamó a nadie más para requerir información, confiando en que los datos habían sido preparados por el policía.

Según Baeza, cuando este caso reventó en noviembre pasado, tras lo cual debió renunciar -entre otros junto al ex fiscal Alejandro Peña- logró hacer una copia de todos sus correos electrónicos y archivos relativos a la compra de detectores de droga, para defenderse en la investigación. Uno de ellos era la planilla excel. Baeza asegura que revisó las “propiedades” del archivo, percatándose en ese momento que el presupuesto enviado por Martínez, en realidad lo había hecho Giacomán.

Para la fiscalía existe eso sí un detalle llamativo, porque Martínez no utilizó su correo institucional para enviar la información, sino uno de carácter privado. De allí que el fiscal Retamal le solicitó la autorización para que revisar el tráfico de llamadas y el uso del e-mail privado, para evitar de esta forma solicitar una autorización judicial. El hombre de verde no se opuso a la diligencia.

Hay que recordar que en octubre pasado, Martínez se vio complicado luego que el diario La Segunda publicara la grabación de una conversación sostenida con el empresario estadounidense de origen argentino, Hugo Federico, uno de los que reclamó en Interior, porque a su empresa Phoenix la habían dejado fuera el concurso para vender detectores de droga y criticando que el ganador fuera Giacomán.

En el diálogo, Martínez trataba de mantener la asesoría externa para unos aparatos que ya poseía Carabineros para el combate al narcotráfico mientras que Federico insiste en que la institución debe terminar la relación comercial con Giacomán.

La línea que evalúa ahora la fiscalía con estos nuevos datos, es dirigir la indagatoria, además, al delito de violación de secreto, ya que gracias a la petición de Martínez, Giacomán supo de la licitación, toda vez que en ésta última -coincidentemente- las cifras eran similares. En suma, un traje a la medida.

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