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Nacional

8 de Marzo de 2013

Julio Pereira empoderado tras salvada de Contraloría: pide renuncia a jefe de comunicaciones y contralor interno

El profesional le enrostró en su misiva –que publica íntegramente The Clinic Online- el bullying laboral al interior el organismo, cómo “también ha sucedido con subdirectores y personeros del Servicio, que han visto cómo se les relega y margina, cómo se sospecha y se les maltrata verbalmente y en las formas en que se procede con ellos en el ejercicio de sus cargos”. El otro que salió fue Mario Morén, jefe de la subdirección de contraloría, el mismo quien llevaba el sumario interno, pero que el organismo fiscalizador de Ramiro Mendonza se lo pidió para consolidarlo. Fuentes internas aseguran que son cambios naturales y que responden a una reorganización, pero que no se trata de una razzia. Los funcionarios del SII, en cambio, creen que es sólo el inicio de un plan para deshacerse de los indeseables.

Por

Ayer por la mañana el periodista Aldo Anfossi, un histórico en el Servicio de Impuestos Internos (SII) como jefe del área de prensa, concurrió a la oficina del director, Julio Pereira. Si bien iba a renunciar, el titular del tata fisco le pidió la renuncia. Hasta ahí todo bien. Sin embargo, cuando a los pocos minutos llegó a su computador, éste ya estaba bloqueado, así que tuvo que enviar su correo de despedida desde su mail privado.

En este último, incluyó además la carta dirigida a Pereira -que publica The Clinic Online-, quien se ve empoderado, luego que la Contraloría no le formulara cargos en el sumario por la millonaria condonación a Johnsons, aunque le cuestionara otra serie de aspectos por los cuales se instruirán investigaciones administrativas, entre ellas, la contratación del periodista Andrés Velasco como asesor externo por la vía del trato directo.

Pues Anfossi, en su carta le indicó a Pereira que hacía ya varios meses el distanciamiento era insalvable “a partir del enfoque comunicacional decidido para abordar frente a la ciudadanía la crisis generada por el caso Johnson”.

“Para mí siempre fue necesaria y lo propuse con insistencia, una política de comunicaciones muy activa, de cara a la opinión pública, para explicar el caso y la solución aplicada todas las veces que fuera necesario en todos los medios disponibles para ello. Desde mi experiencia profesional, había que agotarse en ese intento”, señala Anfossi.

Sin embargo, asegura que se hizo todo lo contrario incluso favoreciendo a un medio, y siendo condescendiente con él (El Mercurio). El párrafo está claro: “En cambio, se optó por un camino muy distinto, el de parapetarse en el silencio, cediendo a los antagonistas de la dirección los espacios que estaban disponibles en los medios, permitiéndoles así construir sus realidades comunicacionales; y optándose a la vez por ser particularmente condescendiente con un medio de comunicación a efecto de controlarlo, ignorando al resto, como si lo emitido por éstos no tuviera impacto en la ciudanía”.

Anfossi le explica a Pereira que luego de ese silencio, “los resultados de ello están a la vista”.
“Un problema que pudo resolverse expeditamente actuando desde la transparencia –lo cual obviamente significaba también reconocer las desprolijidades y errores evidentes cometidos en el manejo de este caso y adoptar medidas al respecto (por ejemplo, la dilatada y al final inevitable salida del subdirector Mario Vila)-, se empantanó hasta la fecha durante más de ocho meses y las secuelas de ello se expresan en una pésima evaluación de la ciudadanía promedio acerca de lo actuado por el SII y sus autoridades”.
Falsa normalidad

El profesional además le asegura el jefe del SII que “el caso Johnson continuará gravitando en la organización durante los meses venideros y probablemente también en la campaña electoral que se avecina”.

“Si bien usted ha sido exento de responsabilidades por parte de la Contraloría, el sumario por el conflicto de interés continúa y se anuncia la apertura de otro relacionado con la contratación de asesoría externa. Por tanto, tengo la impresión de que seguiremos en un “interregno comunicacional” y en una falsa normalidad de la cual no quiero ser parte”, agrega Anfossi.

El tema del maltrato laboral es también parte de la carta del ahora ex jfe de comunicaciones, que no sólo incluye su experiencia, sino también la de Pereira con otros funcionarios: “Semanas y meses de silencio, de total incomunicación de su parte, dan cuenta de un quiebre irreparable. Soy sincero en decirle que conmigo ha pasado lo que también ha sucedido con subdirectores y personeros del Servicio, que han visto cómo se les relega y margina, cómo se sospecha y se les maltrata verbalmente y en las formas en que se procede con ellos en el ejercicio de sus cargos. Personalmente, no estoy disponible para tolerar eso”.

En la misiva Anfossi asevera que muchas veces escuchó decir a Pereira sus intenciones de “marcharse, decepcionado de su paso por esta organización”.

“Pero si usted decide continuar, me permito decirle que debe tener conciencia de que este Servicio sufre una fractura interna de proporciones, de que existe un abismo entre la dirección y los funcionarios, y una grave ausencia de liderazgo; y que esa ruptura requiere de un intenso esfuerzo de reparación de las relaciones interiores, de reconstrucción de confianzas, de acercamiento entre las partes, de diálogo directo, franco y muy honesto”, le enrostró.

Anfossi no dejó de lado la mirada de la opinión pública sobre el SII, que a su juicio está mellada gravemente por el caso Johnson’s y que la labor que viene es “reposicionarse ante la ciudadanía, antes los contribuyentes, que quiérase o no reconocerlo, ven hoy al SII como una organización que ha perdido una cuota significativa de su prestigio”.

Y a renglón seguido lo inquiere: “Con todo respeto, me permito preguntarle, ¿Está usted disponible para encabezar un esfuerzo así, tiene la voluntad para ello? ¿Está usted disponible para ejercer el liderazgo que se requiere? Esas son cuestiones sobre las cuales debe tener usted mucha claridad, porque lamentablemente, desde hace demasiados meses la figura del director está en los medios y en las redes sociales exclusivamente por las circunstancias que rodean el caso Johnson y no por el ejercicio de las atribuciones de su cargo”.

Lea la carta completa

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