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Nacional

1 de Julio de 2013

Cómo vivió el triunfo Bachelet

“Estoy muy contenta. ¿Viste lo que logramos con las primarias?”. Josefa Errázuriz se mezcla entre la masa de gente sonriente en el comando de Michelle Bachelet y sin ser la vedette deslumbrante de la municipal pasada, sus palabras resuenan y sacan aplausos entre los pocos que la escucharon. Minutos antes la candidata del PS-PPD-MAS-PC-IC y […]

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“Estoy muy contenta. ¿Viste lo que logramos con las primarias?”. Josefa Errázuriz se mezcla entre la masa de gente sonriente en el comando de Michelle Bachelet y sin ser la vedette deslumbrante de la municipal pasada, sus palabras resuenan y sacan aplausos entre los pocos que la escucharon.

Minutos antes la candidata del PS-PPD-MAS-PC-IC y ahora también de la DC y el PRSD acaba de dar su discurso entre vítores y aplausos en la carpa del Hotel Plaza San Francisco con la primera primaria presidencial legal en el bolsillo.

Los números la avalan: con 1.561.563 votos, equivalentes al 73,05 por ciento del total de votos válidamente emitidos del pacto Nueva Mayoría, es la absoluta ganadora de las elecciones. Ni sumando a los otros cinco candidatos la alcanzaron. Ella y la batería de propuestas que desplegó en tres meses desde su llegada de ONU Mujeres.

Desde muy temprano, la ex presidenta traía consigo el protagonismo de una jornada en la que pocos quisieron aventurar resultados. Sola, apenas acompañada de un par de asesores y entre un enjambre de periodistas y cámaras que puso en aprietos la seguridad militar del Colegio Teresiano de Ossó -donde votó a eso de las 09:35 de la mañana-, la candidata tuvo la atención completa de electores y televidentes que participaron en su elección.

Todo el mundo está feliz

Era la gran favorita y desde muy temprano el ambiente olía a triunfo. Tranquilos, mezclados entre la gran cantidad de cámaras y periodistas, los rostros de la Nueva Mayoría demostraban tranquilidad y un aire de solemnidad que inunda a los ambientes ganadores, aunque insistían durante el mismo día en su llamado por concurrir a las urnas.

Fuera de su local votación, un grupo de estudiantes protestaron pacíficamente en contra de los desalojos de la semana anterior para que se llevaran a cabo estas votaciones. En silencio, caracterizados como recién golpeados y portando imágenes de desalojos y represión vivida durante los últimos años, repudiaron el ejercicio y el telón que se puso sobre ellos para llevar a cabo “la fiesta de la democracia”.

Y fueron escuchados, a pesar del frío mañanero. Luego, tras la ajetreada mañana de votaciones y el letargo post almuerzo, las caras del bacheletismo comenzaron a pasearse con un desplante sereno y ganador desde que empezaron a reunirse bajo la carpa calefaccionada del Hotel Plaza San Francisco.

Ya con los primeros conteos en las pantallas de televisión comenzaron las evaluaciones. Francisco Vidal, sonriente, comenzó a proyectar el holgado triunfo mientras observaba los primeros números. Con el correr del tiempo, él y los demás rostros de la Concertación y las Juventudes Comunistas apostados en el comando empezaron a dibujarse una sonrisa que les duraría hasta bien entrada la noche.

Los últimos, muy sonrientes tras la confirmación del triunfo avasallador y de la apuesta que tomaron hace poco más de un mes, que pone sus demandas en mejor pie del que esperaban, y a la DC, como contraparte, relegada en un día en el que sucumbieron ante Bachelet y un independiente (ver nota adjunta).

Tras los primeros cómputos, el ánimo de distendió y el público sonriente del comando se multiplicó entre una larga lista de parlamentarios de la Concertación, actores de teleseries y artistas ligados históricamente a la Concertación y algunas figuras del PC.

Comandadas por “Gloria” (Paulina García), las otras Glorias se regocijaron con los números que a medida que pasaba el tiempo más razón le daban a la candidatura de la doctora Bachelet. Sorprendía y se comentaba en las conversaciones de pasillo la baja votación de la DC, pero el relato era sólo de cuentas alegres.

Todos y cada uno de los que estuvieron allí coincidieron en la fuerza que tomaron las propuestas de la candidata, representativas de las demandas sociales de los últimos años, y que a juicio de todos los presentes hacían le devolvían parte de la confianza que perdieron hace años siendo gobierno. “Con el arrase en las urnas, el programa no debería girar a ninguna parte y sólo optar por mejorarse”, señalaron varios.

La misma candidata lo dijo, después de recibir el apoyo de Claudio Orrego, José Antonio Gómez y Andrés Velasco, a los que no les quedó otra que ponerse a disposición de lo que venga. “La gente ha dicho que cree en la democracia. Esta es una noche de triunfo democrático, un triunfo de nuestras ideas”, señaló.

Aún cuando llamó a seguir trabajando sin tomarse un día para alcanzar el triunfo de noviembre, su discurso estuvo marcado por el apoyo a las propuestas y al eco de las demandas ciudadanas. “Las reformas que estamos planteando son imprescindibles, son ambiciosas pero responsables que van permitir devolver la confianza de la ciudadanía con las instituciones (…) La única amenaza es no escuchar el clamor de la ciudadanía”, señaló, bajo el aplauso cerrado de sus colaboradores

Con el ánimo por las nubes, la candidata terminó su discurso con el llamado a no confiar que la carrera presidencial ya era una carrera ganada y que el peor error “por felices que estemos hoy día con los excelentes resultados, es bajar la guardia y no seguir trabajando hasta ganar ojalá en primera vuelta”.

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