Revelación de videos eróticos: la gota que desató la ira de Francisco Pérez Yoma en La Parva contra Gonzalo Oyanedel

La pelea en el centro invernal de La Parva, que protagonizaron el fin de semana los empresarios Francisco Pérez Yoma y Gonzalo Oyanedel Guzmán tiene tras de sí una historia donde este último ha operado, igual que en una película gringa,  como un acosador psycho que hace de las suyas. Y todo porque Pérez Yoma le quitó a su mina en 2012, la ciudadana gringa Kate Durand.

Así queda de manifiesto en una querella por injurias que interpuso Pérez Yoma -a la que accedió The Clinic Online– en contra de Oyanedel en el 4º Juzgado de Garantía de Santiago, en el que aparece un epistolario digital, donde este último amenaza con revelar un video íntimo con su ex si no se le pagan 200 millones de pesos.

En uno de los emails enviados por Oyanedel el 2 de octubre de 2012 se lee: “qué bajeza la tuya de no respetar la mujer de un amigo. Como tu dices que no entrarás en un juego de canalladas y chantajes, yo me preocuparé de contarlo a un gran grupo de amigos y amigas lo que hacíamos con Kate (…) tus hijos estarán muy contentos en recibir un e mail sabiendo la calaña de padre que tienen y lo carajo que fuiste con su madre y otras personas”, decía en los correos.

 

“Psycho Killer qu’est qui ce”

Dos días más tarde Oyanedel volvió a la carga con un mail aún más rudo, donde cuenta otros actos íntimos que realizaba con su ex mujer a través de Skype en los mismos términos, pero relatando escenas sexuales en lenguaje aún más sicópata, correo que Oyanedel incluso se los envió a los hijos de Pérez Yoma y de la mujer, quienes residen en Estados Unidos. En la querella se da cuenta además que Oyanedel envió los correos en inglés lo que obligó a los querellantes a contratar una perito para dar traducción exacta a los improperios e intimidades que relató en sus amenazas. 

Esta querella criminal fue sobreseída en el Cuarto Juzgado de Garantía, porque Pérez Yoma no compareció, decisión que fue confirmada por la Corte de Apelaciones de Santiago el 10 de diciembre de 2012.

Oyanedel es un caso de culto. En su papel de antecedentes prontuariales constan condenas por violencia intrafamiliar en contra de la mujer anterior a Kate Durand. Estos hechos de seguro Durand no los conocía cuando inició una relación con el empresario en 2009 ni menos cuando el 3 de agosto del año siguiente contrajo matrimonio. Tampoco cuando en junio de 2011 se trasladó a Chile con su hijo menor.

“En un principio la relación fue buena, pero con el tiempo comenzó a presentar graves trastornos de personalidad, manifestando constantes comportamientos agresivos, constitutivos de violencia física hacia mi persona como también hacia mi hijo”, escribió en la querella que presentó  en diciembre de 2012.

En el libelo la mujer también relata el envío de mails y cómo Oyanedel irrumpía en la casa que comparte junto a Pérez Yoma en una comuna acomodada de Santiago, como también en la casa de la playa, donde “éste procedió a ingresar a la fuerza al inmueble donde estábamos, procediendo a amenazarnos abiertamente”. Todo lo anterior lo hizo Oyanedel pasando por alto la decisión judicial del mismo tribunal que determinó la prohibición de comunicarse y acercarse a la víctima, como consta en el sistema web de la judicatura y el Ministerio Público.

No es todo, porque la mujer interpuso otra querella. Esta vez el pasado 14 de mayo. En la presentación, Durand hace presente al mismo tribunal que Oyanedel sigue sin cumplir las medidas cautelares de no comunicarse por ninguna vía con la víctima. Le ha enviado otros tres correos y llamadas telefónicas. Lo peor es que el 12 de mayo Oyanedel fue más lejos: envió un correo “con copia a mis hijos”. En él, asegura Durand, su perseguidor señala: “Espero que estés pasando el día con tu hijo y no con tu amante”.

El 13 de mayo Oyanedel volvió a la carga. A los hijos de Kate Durand les envió otro mail, donde los amenaza y les asegura estar dispuesto a revelar “la biografía sexual” de la madre para que se avergüencen.

Cabe recordar que Pérez Yoma es hermano del ex ministro Edmundo durante la era Bachelet y Frei. Se hizo conocido públicamente por ser el dueño de las constructora Copeva, la misma que construyó las casas que se llovían y que fueron entregadas a chilenos de bajos recursos vía subsidio habitacional. Su nombre es recordado por el regalo que le hizo al entonces ministro de Vivienda Edmundo Hermosilla, quien recibió de parte del empresario y hermano del ex ministro bacheletista caballos corraleros, lo que terminó con Hermosilla fuera del gobierno.