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Mundo

27 de Agosto de 2013

Diputada islandesa: “El capitalismo no se puede cambiar, se tiene que destruir”

  Birgitta Jónsdóttii es una diputada islandesa que tiene como centro de su gestión la libertad de la información para los habitantes de su país. La actual diputada fue asesora de Wikileaks y es presidenta de la International Modern Media Institute, una iniciativa que pretende convertir a Islandia en un refugio para filtradores de información, […]

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Birgitta Jónsdóttii es una diputada islandesa que tiene como centro de su gestión la libertad de la información para los habitantes de su país.

La actual diputada fue asesora de Wikileaks y es presidenta de la International Modern Media Institute, una iniciativa que pretende convertir a Islandia en un refugio para filtradores de información, como Edward Snowden o el mismo Julian Assange, líder de Wikileaks.

Jónsdóttii, fue parte de El Movimiento, un partido político que nació a partir de las protestas que sacudieron a Islandia en el año 2009. Además a finales del 2012 puso en marcha el Partido Pirata islandés, con el que consiguió tres escaños en las elecciones de abril.

“El capitalismo no se puede cambiar, se tiene que destruir, destrozar. Pero no quiero ningún ismo, no hay un solo sistema que sea la solución. Lo único que sí que hay que hacer es ser más sostenibles en nuestras comunidades. Tenemos que ser conscientes del coste que supone lo que consumimos; del problema de las pensiones: con tanta gente joven desempleada, ¿quién va a pagar las pensiones en los próximos 20 años? Es obvio que nuestros sistemas no funcionan, así que tal vez tengamos que volver atrás y ver qué es lo que funcionaba antes…” dice la diputada islandesa a El País.

“No han entendido que estamos en el siglo XXI y que nuestro modo de comunicarnos y de compartir información lo ha transformado todo radicalmente. No entienden que se está produciendo una revolución de la información que va muy rápido. Pero sí que han entendido cómo abusar de esas nuevas formas de comunicación que utilizamos, invadiendo nuestra privacidad, socavando los cimientos de nuestras democracias. Vivimos en un mundo en que el periodista ya no puede proteger a sus fuentes, donde los médicos no pueden garantizar la privacidad de sus pacientes… Los líderes mundiales no entienden el daño que están causando. Tampoco comprenden el significado de las palabras sostenibilidad o transparencia”.

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