Editorial de La Tercera por el 11: “Cada año el país queda virtualmente secuestrado por el vandalismo”

Frente a los desmanes producidos en la noche de este 11 de septiembre, el diario La Tercera publicó hoy una editorial en la que asegura que llegó “la hora de frenar el vandalismo en el país”, planteando que la situación generada ya “traspasan el límite de lo aceptable”.

“Deben motivar una decidida condena de todos los sectores y actores que tienen responsabilidades públicas, quienes tienen que comprometerse con un pleno y cabal cumplimiento de la ley, única forma de evitar que cada año -como ya se ha hecho una peligrosa costumbre en ésta y otras fechas- el país quede virtualmente secuestrado por el vandalismo y la seguridad de la ciudadanía se vea gravemente amenazada”, expone.

Junto con hacer un balance de los heridos, el texto destaca que “en un hecho inédito, también resultó herido gravemente producto del impacto de una bomba Molotov el general a cargo de la Zona Metropolitana Oeste. Saqueos de supermercados, quemas de autos y buses del transporte público, barricadas y múltiples destrozos en la vía pública son parte del lamentable saldo que ha dejado esta nueva jornada de violencia”.

En la misma linea, la columna expresa que “el país paga de esta forma las consecuencias de no haber encarado con decisión el vandalismo, el cual actúa no sólo en estas fechas simbólicas, sino también al término de manifestaciones y en general cada vez que se abre un espacio de expresión pública. Las escenas de vandalismo que se repiten cada vez con mayor frecuencia no encuentran la condena que requieren”.

Frente a ello, La Tercera acusa “silencio de muchos dirigentes políticos ante estos hechos y una falta de decisión desde la fiscalía para perseguir actos criminales y de los tribunales para aplicar sanciones, han permitido que estos episodios de violencia proliferen y empiecen a ser considerados como parte del paisaje normal de una convivencia amenazada, a la que la ciudadanía debe resignarse y adaptar sus hábitos de vida”.

“Muchos de quienes tienen la responsabilidad sobre los asuntos públicos han preferido rehuir este asunto, limitándose a tibias condenas y optando por circunscribir el problema a una dimensión estrictamente policial, entregando todo el peso de la responsabilidad a Carabineros, quienes además ven expuesta su propia integridad, mientras el resto puede refugiarse en sus hogares”, concluye.