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Cultura

18 de Septiembre de 2013

Carla Guelfenbein: “La literatura es una forma de resguardar la memoria”

La escritora chilena Carla Guelfenbein cree que la literatura es una forma de resguardar la memoria, y por ello “Nadar desnudas”, su última novela publicada en España, cuando se cumplen 40 años de la llegada al poder de Pinochet, es “el resultado de una deuda” que tenía con su propia historia. En una entrevista con […]

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La escritora chilena Carla Guelfenbein cree que la literatura es una forma de resguardar la memoria, y por ello “Nadar desnudas”, su última novela publicada en España, cuando se cumplen 40 años de la llegada al poder de Pinochet, es “el resultado de una deuda” que tenía con su propia historia.

En una entrevista con Efe, Guelfenbein explica que hace muchos años se había planteado la idea de escribir sobre el golpe de Estado militar en Chile por una razón tan simple como que era parte de su vida y que ha sido ahora cuando se ha sentido preparada para afrontar este desafío, aunque era consciente de que tendría que “lidiar con mil dificultades”.

“No solo tenía que contar una historia que le pertenece a todos los chilenos, sino también enfrentarme con la memoria y las huellas que dejó en mí”, señala la autora.

Recuerda cómo durante el gobierno de Salvador Allende estaba en el colegio, su padre trabajaba construyendo balnearios populares para los obreros (los mismos que después los militares usaron como campos de detención) y su madre era profesora de Filosofía en la Universidad de Chile.

En septiembre del 77, su madre fue apresada y llevada a uno de esos campos, y no supieron de su paradero durante varias semanas, hasta que fue liberada “en medio del toque de queda en un barrio marginal. Llegó a casa caminando, sosteniéndose apenas. Dos meses más tarde salimos hacia Inglaterra”, sostiene.

“Chile había dejado de ser para nuestra familia un lugar seguro. Nuestra vida quedó escindida”, recuerda.

Uno de los desafíos que tenía como narradora era el retratar lo que ocurrió desde el punto de vista de sus personajes: dos jóvenes, Sophie y Morgana, y Diego, el padre de la primera, que comienza una apasionada relación con la amiga de su hija en los tiempos más convulsos de la reciente historia chilena.

“No intenté hacer un retrato de época ni un recuento histórico. Lo que me interesaba era el encuentro brutal, el cruce entre la pequeña historia y la Historia con hache mayúscula. Mientras la gran Historia se lleva a cabo, las personas continúan su pequeña vida, continúan amándose, detestándose, haciendo el amor. En suma, viviendo. Eso es ‘Nadar Desnudas'”, explica.

Pero la novela es también “el resultado de una deuda que tenía con mi propia historia, y en ese sentido hay infinitos episodios, sentimientos, observaciones y recuerdos que son parte de mi vida.

Una novela en la que un “triángulo se cierra cuando Diego y Morgana se enamoran, destruyendo el mundo de Sophie”, y que se centra en la intimidad de sus personajes, en los que conviven la vulnerabilidad y la fortaleza.

El intento de enterrar el pasado como forma de escapar de la memoria es la cuestión central que plantea su novela a través de Sophie, quien, tras haber vivido los convulsos años 70 en Chile, se instala en París y niega “toda conexión emocional con ese pasado trágico”.

Un intento que se viene abajo a raíz de otro 11 de septiembre, el de los atentados de las Torres Gemelas, cuando el pasado la asaltará “de vuelta con toda su fuerza”.

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