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Nacional

25 de Septiembre de 2013

Así fue como el primo de la víctima de fatal atropello en Curanipe descubrió al hijo de Carlos Larraín

The Clinic Online conversó con José Manuel Figueroa Canales, primo de Hernán Canales de 39 años, quien murió la madrugada del 18 de septiembre atropellado en Curanipe por el hijo menor del senador Carlos Larraín, Martín (24) quien estaba de visita en la zona y que se dio a la fuga tras el incidente. Figueroa […]

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The Clinic Online conversó con José Manuel Figueroa Canales, primo de Hernán Canales de 39 años, quien murió la madrugada del 18 de septiembre atropellado en Curanipe por el hijo menor del senador Carlos Larraín, Martín (24) quien estaba de visita en la zona y que se dio a la fuga tras el incidente. Figueroa fue quien, por casualidad, descubrió a Martín el día 19 en la ruta de Cauquenes y quien, tras corroborar que sus sospechas tenían fundamento, se contactó con la policía para que lo detuviera. Aquí está su relato y las fotografías que entregó a este medio.

“Salí el día 19 de septiembre cerca de las 16.30 horas de mi casa y en el camino a Cauquenes, descubrí en un taco al vehículo que había atropellado a mi primo. No es cierto que Carabineros estaba controlando por orden del fiscal. Yo sospeché de ese vehículo porque el pueblo nuestro, Curanipe, es pequeño y yo había llegado el 18 de septiembre a las 7.30 de la mañana al lugar del accidente y todavía quedaban rastros de este jeep. Estaba cubierto el cuerpo de Hernán, que recién fue levantado pasada la 1 de la tarde de ese día, y se veían los rastros que había dejado el auto: algo de pintura, una mica que se había desprendido, señales de que ni siquiera se intentó frenar porque no había huellas de eso, sí, por los neumáticos, se podía ver que el conductor se subió a la berma. Un sargento nos comentó que todo eso, que nosotros podíamos ver, ya había sido anotado por ellos. También que Sebastián Edwards y Sofía Gaete en su declaración dijeron que mi primo alcanzó a pedir ayuda antes de morir.

En fin. Ese día 19, cuando nada se sabía sobre quién había atropellado a mi primo, vi este jeep y lo adelanté y comencé a tomarle fotos, cuando vi que estaba dañado, anoté la patente y llamé a un amigo con todos estos datos: patente, ruta y fotografías. Él se contactó a su vez con Carabineros y así se logró la detención. El trabajo lo hicimos nosotros, la familia, no ellos. No hemos recibido ayuda de las autoridades, nada. Nos avisaron del control de detención el día 20, cuando ya se iba a hacer; aún no nos entregan la autopsia; para colmo, Larraín está libre; y más encima ni siquiera ha llamado a la mamá de mi primo, que está muerta de pena, para darle una explicación”.

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