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LA CALLE

28 de Septiembre de 2013

10 cosas comunes que valen más que el oro

Vía de10 Por milenios, el oro ha sido considerado un elemento de intercambio en la cultura occidental, y aunque hoy día existen sustancias con costos superiores, sigue siendo una importante referencia en cuanto al valor de las cosas (con esta herramienta puedes conocer el valor de tu peso en oro). Decenas de objetos, productos, y […]

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Vía de10

Por milenios, el oro ha sido considerado un elemento de intercambio en la cultura occidental, y aunque hoy día existen sustancias con costos superiores, sigue siendo una importante referencia en cuanto al valor de las cosas (con esta herramienta puedes conocer el valor de tu peso en oro).

Decenas de objetos, productos, y hasta colores -como el azul y el rojo-, que actualmente nos resultan comunes han llegado a costar más que su peso en oro, dada la dificultad para su obtención o elaboración.

Algunos de ellos son importantes elementos de nuestra alimentación como las especias, la sal, el hielo o el té; otros, como el aluminio y los libros, derivan su valor de su importancia económica y cultural, y otros más, como algunas flores, lo deben a modas.

1- Tulipanes. Adquirieron tal valía en Holanda durante el siglo XVII que varios se fueron a la quiebra con la Tulipomanía, en que el precio de un bulbo equivalía al de varias cabezas de ganado, más de mil libras de queso y hasta carruajes.

2- Especias. Por siglos su venta estuvo monopolizada por los árabes, lo que inspiró a los exploradores europeos (como Colón y Magallanes) a buscar nuevas rutas para llegar a Asia. El costo de la canela, la pimienta, y más tarde la nuez moscada, superaron al precio del oro.

3- Sal. Debido a la dificultad que implicaba su extracción y transporte, la sal se utilizó en la Antigüedad como moneda de cambio (principalmente para comprar esclavos), fue considerada tan valiosa como el oro o los libros y marcó la diferencia en varias guerras.

4- Aluminio. A pesar de ser muy abundante, la dificultad para separarlo de las sustancias con que se le encuentra en su estado natural provocó que costara más que el oro en el siglo XIX. Como muestra, en 1850 un lingote costaba el equivalente a 15 mil dólares contra 7 en 1900

5- Té. Originario de China, se introdujo a Europa durante el siglo XVII. En Inglaterra alcanzó su máximo valor, llegando a costar el equivalente a nueve meses de salario, y sirvió como protagonista del Motín del Té de Boston, antecedente de la Independencia de Estados Unidos.

6- Hielo. Antes de que el proceso de refrigeración fuera perfeccionado, el hielo debía extraerse y transportarse desde lugares lejanos, lo cual elevaba extremadamente su precio. En nuestro país, durante la época colonial se obtenía del Iztaccíhuatl.

7- El color azul. Durante la Edad Media y el Renacimiento, el pigmento “ultramarino” se obtenía ni más ni menos que del lapislázuli. En esa época se usó como colorante para lo ropa de la nobleza, así como en varias obras de arte, como La joven con el arete de perla.

8- De forma similar, el color rojo se obtenía de la cochinilla, un insecto aprovechado por mayas y aztecas, que fue el segundo producto más explotado en Nueva España, después de la plata. Sería hasta mediados del siglo XIX cuando surgió la producción sintética de colorantes.

9- Rocas volcánicas. La obsidiana fue muy valorada durante la época prehispánica. Los mesoamericanos no tenían una única moneda circulante, pero sólo las clases altas tenían acceso a la obsidiana más fina, como la de Pachuca, que se distingue por su color único.

10- Plumas de avestruz. Además de aprovecharse su carne y piel, las plumas de estas enormes aves se elevó exageradamente durante el siglo XIX, cuando se les usó para elaborar plumeros y adornar sombreros. El precio descendió tras la Primera Guerra Mundial.

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