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Opinión

8 de Octubre de 2013

Francisco Cox, abogado de Enrique Orellana: “Nuestro sistema tiene que tomarse más en serio los falsos testimonios”

Finalmente la Corte Suprema resolvió absolver a Enrique Orellana, el gerente de política Monetaria del Banco Central, acusado de violar a sus tres hijas. Francisco Cox, abogado de Orellana, explica los alcances de una sentencia que promete sentar bases en la materia.

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FOTO: ALEJANDRO OLIVARES

¿Cree que hace seis años atrás este fallo hubiera sido favorable a Enrique Orellana?
Yo creo que sí, siendo Enrique inocente creo que no cambia mucho las circunstancias. Los tribunales observaron que la prueba fue insuficiente, que hubo incompetencia de al menos uno de los peritos. No creo que sea un tema de tiempo.

¿Cree que el fallo sienta precedentes en esta materia?
No me cabe duda que sí sienta un precedente.

Van a existir exigencias mayores, un nuevo estándar de pruebas como promueve ahora la fiscalía…
Pero no sólo en este tipo de casos… La exigencia hacia los querellantes, que tienen que aportar sus pruebas durante la etapa de investigación, es algo básico y de toda obviedad. La contraparte, en este caso el imputado, tiene que conocer cuál es la prueba en su contra. No puede ser que el querellante llegue a la audiencia de preparación, presente a sus peritos, y la defensa no tenga idea sobre los informes elaborados. También me parece fundamental la posibilidad de confrontar declaraciones con juicios anteriores, no obstante haber sido anulados, porque da cuenta de que hay cambios de declaraciones en temas fundamentales.

Cómo asegurar primero que hubo violación vaginal y posteriormente anal, como apareció en los informes…
Exacto, ahí se ve claramente que hay un acomodo en la declaración. También las pericias del CAVAS no sólo llegaron tarde sino que, además, tenían información absolutamente errada e inverosímil. Por ejemplo, estaba consignado en los informes que la que tenía conductas masturbatorias era la hija mayor, pero los informes del CAVAS referían que era otra hija. O sea, desprolijidad básica, errores garrafales.

Los jueces también criticaron la interpretación de las pruebas, como en el peritaje del doctor Roncone del Servicio Médico Legal…
El doctor Roncone habría verificado penetración anal a través de un instrumento, el colposcopio, que no es más que una lupa con una cámara. Para acreditar la dilatación anal y el daño al esfínter existen exámenes precisos, objetivos e irrefutables como la manometría y la ecografía rectal. Ahí se puede demostrar si efectivamente hay desgarro y daño muscular.

¿Por qué no se hicieron esos exámenes?
Es una decisión del señor Roncone. Al momento que se hacen esos exámenes la defensa ni siquiera existía.Yo asumo el caso un mes después de que Enrique estaba detenido y las fotografías no reflejan lesiones anales.

Pero la fiscalía, a través de ese examen, dijo que se confirmaba penetración anal…
Ellos creen que Roncone tiene los conocimientos necesarios para hacer esa afirmación pero, en el estrado, contra interrogado por nosotros, demostró que no lo tenía. Por ejemplo, confundía desgarro con el término o inicio del pliegue anal.

¿Qué piensa usted de la capacitación de la gente que trabaja en el Servicio Médico Legal?
No puedo hablar en términos generales.

Pero si un doctor confunde los pliegues con desgarros, me parece que no está capacitado para emitir un informe.
Este doctor, en particular, llevaba 4 meses y estaba contratado por 11 horas, eso es un día y medio a la semana. Era ginecólogo y no tenía la especialidad de medicina legal. El señor Roncone puede ser un muy buen ginecólogo pero, en términos de ano y de medicina legal, no conocía la literatura básica ni las pautas de consenso. Entonces, este supuesto hallazgo de lesiones, se sustenta en la falta de conocimientos del señor Roncone en esta materia.

¿Por qué la fiscalía decide perseverar?
En alguna medida entiendo la postura del Ministerio Público. Si tiene un informe pericial que le dice que hay daño, tiene que seguir adelante. Sin embargo, creo que tuvo un momento de enmendar claramente su camino. Entre el primer y segundo juicio, me consta, porque tengo los correos electrónicos, un asesor de la Fiscalía Regional Centro Norte se contactó con una perito internacional, se identifica como asesor del Ministerio Público y le pregunta si era cierto que el doctor Leonardo González, nuestro perito que declaró en el juicio, se había contactado con ella. Responde que sí y que le mandó tres fotografías. Ellos deciden mandar sus propias fotos para periciarlas y la experta determinó que no había lesiones. No obstante eso, recurren de nulidad e insisten en obtener una condena.

¿Qué pasa, entonces, con el principio de objetividad?
Cuando tienen la noticia de que una perita extranjera a la que recurrieron no respalda su versión, en vez de decir, bueno, efectivamente nos equivocamos. No lo hacen. Eso a mí me llama la atención y me parece preocupante.

Fuerzas energéticas

¿Cómo llegó al caso?
Por un abogado, Juan Esteban Laval, que era abogado del Banco Central y cercano a Enrique. En el fondo él me recomienda. Luego me llamó su pareja actual y su hermana.

Se involucró bastante en términos emocionales…
A ver, yo conocí a Enrique preso, lo primero que me pareció llamativo y lo que me inclinó a creer que era inocente es que, al momento de ser detenido, vivía con una mujer que tenía 3 hijos. Uno esperaría, si hay algo raro, es que esa pareja desaparezca, pero ella misma buscó un abogado. Además, las primeras declaraciones de los profesores de las niñas destacaban que las dos menores hablaban de la bruja malvada, por su pareja actual, y que esto era una enseñanza de la madre y que todas las niñas querían que el papá volviera.

Algunas, incluso, piden irse con él…
La hija del medio quería irse con él y Enrique comunica al colegio que quiere pedir la custodia.

Orellana habló de manipulación del entorno materno, que no sólo contempla a Yamilé Caba…
El entorno está constituido por puras mujeres: la mamá, la tía, la hermana, otra hermana, son como 4 o cinco. Ahí se produjo una contaminación generalizada. Esto es interesante porque la doctora Ximena Sepúlveda, que es la psiquiatra de una de las niñas, dice que jamás vio ningún rasgo de abuso, ni de violación, y da cuenta que la familia materna estaba muy metida, que desautorizaban a los padres. Esa dinámica es bastante significativa en términos de cómo se fue creando una realidad que jamás pasó.

Orellana contó que había tráfico de mail donde se detallaban amenazas…
Hay una seguidilla de mensajes de texto que asustan. La seguidilla empieza con el nombre de la actual pareja, después con el apellido, luego con el domicilio, la profesión, los hijos y al final con el ex marido, como dando a entender que tenía acceso a mucha información. Posteriormente hay más mail donde le dice a Enrique que le van a llegar citaciones de la fiscalía y de tribunales de familia.

También se inscribió en la página “Yo quiero ser Presidente”…
Sí, no entiendo bien la dinámica de la pagina, pero lo hace. También en su facebook, desde el momento que pasa esto, empieza a ofrecer talleres sobre violaciones y abusos. Incluso lleva a una de sus hijas a una marcha contra la pedofilia y abusadores sexuales. A mí también me llamó la atención eso.

¿Cómo definirías lo que hizo Yamilé?
No tengo palabras…

¿Despecho?
Es más complejo que eso.

¿Maldad?
No sé, lo encuentro medio desquiciado, ella efectivamente estaba muy enamorada de Enrique, era una estabilidad en su vida, esa estabilidad la pierde y Enrique, más encima, dice que va a pedir la custodia de las niñas. Se desesperó.

Usted fue querellante en el caso de María del Pilar Pérez y argumentó que creía en la sanción a la maldad, ¿piensa lo mismo en este caso?
Yo creo que nuestro sistema procesal penal tiene que tomarse más en serio los falsos testimonios. Si uno cree que puede ir a mentir a tribunales y no hay ninguna consecuencia, empieza a resquebrajarse todo el sistema procesal penal. Creo, sinceramente, que se genera un ambiente muy complejo. Te cuento un ejemplo, durante el juicio había una señora que me empieza a filmar con su celular. El presidente le dice que sólo la prensa acreditada podía filmar. La mujer responde que no estaba filmando sino que estaba midiendo las fuerzas energéticas del abogado defensor. Es un ambiente raro, muy dañino.

¿Qué piensa de la presencia de Rina Montt en el juicio?
Bueno ella tuvo un papel bastante cuestionado en el caso Spiniak. A mí me causó cierto temor, porque todos sabemos del involucramiento de gente en el caso Spiniak y ustedes fueron vitales en desenmascarar eso. Ese es el ambiente en que están las hijas de Enrique. Es preocupante…

¿Qué le parece que hayan declarado alrededor de ocho veces?
No llevo la cuenta, algunas sí…Pero nosotros no las llevamos a declarar, se nos intenta hacer responsables, tanto a Enrique como a mí. Es importante que no se tome livianamente el derecho a defensa. Con las declaraciones se pueden desnudar denuncias falsas.

¿Qué opinión tiene del proyecto que contempla una sola declaración de las víctimas durante las primeras 72 horas?
Es muy riesgoso para una persona que es inocente. Hay una falacia que los expertos no han dilucidado. No sé si no lo saben o no lo quieren dar a conocer, que es que la memoria es muy frágil y más aún la de un niño.

Además, la convicción del delito puede ir mutando…
Exacto, aquí fueron claves las inconsistencias de las declaraciones para que el tribunal pudiera ver que era una denuncia falsa… es complejo exponer a los niños pero a mí me parece que el hecho que una persona inocente pueda ser condenada con una prueba liviana es más grave que los niños tengan que ir a declarar. Ahí hay una cosa de percepciones.

¿Cómo así?
El Ministerio Público tiene la forma como para que la entrevista no sea traumática, se hace sólo con los jueces, en una sala aparte. Hay garantías. Pero esto de pretender realizar una sola declaración y sin presencia de los abogados puede dejar sentado un relato falso, muy fácilmente. Insisto, la memoria no es una fotografía, se construye muchas veces con relatos y termina contaminando el relato. Cualquier padre separado, con una hija pequeña, le ha echado hipoglós a su hija. Pero pasar del hipoglós a un abuso, en un contexto de una separación conflictiva, es muy fácil. Por eso se tienen que tomar resguardos para no condenar a personas inocentes. No estoy diciendo que todas las denuncias sean falsas. Sin duda hay abusos sexuales y hay que sancionarlos con un debido proceso. Si a los violadores de derechos humanos le hemos reconocido debido proceso, por qué no se lo vamos a reconocer a una persona acusada de un delito como éste.

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