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Opinión

21 de Octubre de 2013

Fiscalía ordena exhumar a víctima de Martín Larraín para revisar autopsia del Servicio Médico Legal

La decisión del perseguidor penal, Juan Pablo Pereira, es la respuesta a la petición del abogado querellante Gonzalo Bulnes, con el fin de reanalizar la pericia que hizo el SML, que estableció que Hernán Canales falleció en menos de diez minutos. Esto luego de que la madrugada del 18 de septiembre Larraín Hurtado lo arrollara -a eso de las 06.00- con su jeep 4x4 Toyota, lanzándolo a 16 metros, lo dejara entre los alambres que separaban la berma con los terrenos particulares, huyera para evitar la alcoholemia y dos de sus acompañantes urdieran una mentira para evitar la acción de la justicia. Sin embargo, el mismo Larraín Hurtado aseguró el pasado 10 de octubre que estuvo junto a la víctima unos 25 minutos y que el hombre aún estaba vivo.

Jorge Molina Sanhueza
Jorge Molina Sanhueza
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El fiscal de Cauquenes Juan Pablo Pereira ordenó exhumar el cuerpo de Hernán Canales, víctima del atropello protagonizado por Martín Larraín Hurtado, hijo del presidente de RN, Carlos Larraín, ocurrido la madrugada del 18 de septiembre.

La decisión del perseguidor penal de la VII Región, es en respuesta a la petición del abogado querellante Gonzalo Bulnes, con el fin de reanalizar la autopsia que hizo el Servicio Médico Legal de la zona, que estableció que Canales falleció en menos de diez minutos luego de haber sido embestido por el Toyota 4X4 del estudiante de Agronomía. Lo que se ha constatado hasta ahora es que eso de las 06.00 Larraín arrolló a Canales, lanzándolo a 16 metros, lo dejó entre los alambres que separaban la berma con los terrenos particulares, huyó del lugar, presumiblemente para evitar la alcoholemia, y dos de sus acompañantes urdieran una mentira para evitar la acción de la justicia.

De acuerdo a los antecedentes obtenidos por este diario, el informe del SML está construido sobre la base de apreciaciones legistas generales, sin particularizar si las lesiones de Canales fueron de carácter vital. Lo anterior apunta a dos temas centrales que pueden complicar la situación procesal de Larraín Hurtado. Sucede que el primer informe del SML sostiene que con las heridas producidas por el accidente sólo pudo haber sobrevivido poco más de 5 minutos. Sin embargo, en la última declaración de Larraín Hurtado, éste aseguro que estuvo cerca de 25 minutos con la víctima y que al huir del sitio del suceso Canales se encontraba con vida.

Complicación procesal

Pues bien, la pericia del SML será contrastada con la de especialista de los querellantes, el ex funcionario del servicio legista Luis Ravanal. Este cruce no es menor. Primero porque la fiscalía accedió a la exhumación y segundo porque se reanalizará la pericia que consta en la carpeta de investigación en busca de pruebas de que Canales murió por falta de ayuda. Si eventualmente que la fiscalía prueba además que Larraín Hurtado conducía en estado de ebriedad, la penalidad por el accidente aumenta.

Larraín Hurtado viajó desde Punta Arenas a la zona de Cauquenes, periplo que se inició el 13 de septiembre en Punta Arenas, previo paso por Argentina, Temuco. En el trayecto, Carabineros lo fiscalizó, pero no le pasó ni un parte ni le retiraró el vehículo pese a que viajaba con el permiso de circulación vencido.

El 17, el joven llegó a la casa de un amigo, donde se celebraba con asado y alcohol a destajo, de acuerdo a distintas declaraciones que obran en la indagatoria del Ministerio Público y que ya han sido publicadas por este diario.

A eso de las 19.00, de acuerdo a la primera declaración prestada por Larraín Hurtado la madrugada del 20 de septiembre, se tomó unos ponches. Posteriormente fue a las fondas con sus amigos y, una vez que terminaron, se subieron al auto y comenzó a repartir en sus casas a los acompañantes del jeep.

Sólo alcanzó a dejar a un joven apodado “cazuela” en su casa. Posteriormente, en la zona de Curanipe, al tomar una curva arrolló a Hernán Canales. Allí, una de sus acompañantes, Sofía Gaete, le dijo que escapara. La razón que esgrimió fue que la familia de Larraín Hurtado era públicamente importante, tal como este último se lo declaró a la fiscalía el 10 de octubre pasado.

Posteriormente, Gaete y Sebastián Edwards, otro de los que iba en el jeep, se dirigieron a la comisaría de Curanipe. Allí contaron un cuento muy distinto a la realidad: que el accidente lo protagonizó una camioneta blanca doble cabina. Lo insólito es que fuera del recinto Larraín Hurtado los esperaba en el mismo vehículo, mientras Hernán Canales yacía en el camino que unía las fondas con la unidad policial.

No todo terminó allí. Posteriormente, Larraín Hurtado se fue con Edwards y Gaete a sus respectivas casas. Y siguieron carreteando, tanto el 18 como el 19 de septiembre. Este último día, el hijo del presidente de RN, cargó sus maletas en el jeep y decidió viajar a Santiago. Camino a la capital fue detenido en un control de Carbineros que buscaba pintura amarilla que había quedado esparcida en el lugar del accidente.

Ante la evidencia de que su foco derecho estaba abollado, decidió contar la verdad. Fue detenido, llevado al retén, donde llamó a su padre, Carlos Larraín. El fiscal le tomó declaración. Dijo que varias horas antes del accidente -a las 19 horas- bebió unos ponches y después del hecho unas piscolas. Posteriormente, en su última declaración, aseveró que sólo no sabía por qué había declarado lo anterior.

El 20 de septiembre fue formalizado por cuasidelito de homicidio, no auxiliar a la víctima ni avisar a la autoridad. En tanto Edwards y Gaete por “obstrucción a la investigación”. Todos tienen prohibición de salir del país y comunicarse entre ellos.

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