Secciones

Más en The Clinic

The Clinic Newsletters
cerrar
Cerrar publicidad
Cerrar publicidad

Mundo

1 de Noviembre de 2013

Alimentación consciente: la mejor dieta

Vía Clarín.com Contra lo que se cree, la “culpa” de los kilos de más no está en la composición de los alimentos o en el aparato digestivo, sino en comer en “piloto automático”. Cómo revertir el proceso. ¿Por qué la manera de alimentarnos se ha convertido en una causa tan común de malestar? ¿Por qué […]

The Clinic Online
The Clinic Online
Por

Vía Clarín.com

Contra lo que se cree, la “culpa” de los kilos de más no está en la composición de los alimentos o en el aparato digestivo, sino en comer en “piloto automático”. Cómo revertir el proceso.

¿Por qué la manera de alimentarnos se ha convertido en una causa tan común de malestar? ¿Por qué hay cada vez más personas obesas? La razón fundamental de nuestro desequilibrio con la comida e ingesta de alimentos es que hemos olvidado cómo estar presentes cuando comemos. Comemos sin conciencia, con el piloto automático encendido.

Creíamos que el problema estaba en la comida, y por eso hemos modificado la química de los componentes que forman los alimentos, quitándole calorías y grasas, sustituyéndolos por endulzantes sintéticos y grasas artificiales. La comida es comida. No es buena ni mala, y aun modificándola, la obesidad continúa en aumento.

Entonces creímos que el problema eran nuestras células grasas, así que las lipoaspiramos. Los adipocitos sólo están intentando hacer el trabajo que la historia evolutiva de nuestra especie les concedió: acumular energía para épocas de escasez. Durante la mayor parte de nuestra historia, los humanos sólo estábamos a una falta de lluvias de distancia del hambre. Nuestras células grasas están allí para ayudarnos a sobrevivir.

Decidimos entonces que el aparato digestivo era el problema, así que amputamos parte del estómago o desviamos quirúrgicamente el intestino delgado. El aparato digestivo sólo está tratando de hacer su trabajo, desarmando los alimentos, absorbiendo nutrientes y excretando lo que no se necesita.

Y un sinfín de opciones continúan apareciendo: electrodos, máquinas que nos masajean mientras miramos televisión, hasta zapatillas que esculpen a medida el cuerpo que deseamos mientras paseamos por el shopping… mientras la obesidad es epidemia.

El problema no está en la comida, las células grasas o el estómago. El problema está en la mente. Está en nuestra falta de conciencia de los mensajes que provienen de nuestro cuerpo, de nuestras células mismas y de la franqueza de nuestro corazón.

Leer más en Clarín.com

Temas relevantes

#Alimentación#dieta#Salud

Notas relacionadas