LA CALLE
26 de Noviembre de 201310 tipos de usuarios de whatsapp que todos conocemos (y algunos que desearíamos no haber conocido)
Vía Experiensence WhatsApp ha cambiado la manera en la que nos comunicamos. Y, como en la vida real, cada cual tiene su particular forma de hacerlo. Porque no hay reglas de cómo usar la aplicación, ni cuáles son las normas de cortesía y escritura: cada cual lo utiliza como quiere o puede. Pero, como en […]
WhatsApp ha cambiado la manera en la que nos comunicamos. Y, como en la vida real, cada cual tiene su particular forma de hacerlo. Porque no hay reglas de cómo usar la aplicación, ni cuáles son las normas de cortesía y escritura: cada cual lo utiliza como quiere o puede.
Pero, como en todo, siempre hay unas tendencias que se suelen repetir en la mayoría de usuarios: gente que se comunica mediante emoticonos, que parece que está gritando, que está ausente en los grupos, que viven obsesionados con el doble check, que son unos vagos… Seguro que todos nos hemos topado con alguno de estos usuarios algún momento de nuestro whatsappeo.
El que abusa de los emoticonos
Partiendo de la premisa de que una imagen vale más que mil palabras y que es bastante complicado mostrar sentimientos cuando tecleamos caracteres en nuestros smartphones, hay quienes inundan sus textos de todo tipo de emoticonos generando mensajes muy expresivos. Lo cual no está nada mal, hasta que se nos va de las manos y empezamos a sustituir cada palabra del mensaje por los iconitos que las representan. Porque, no lo niegues, ¡igual es divertido!
El que escribe cada frase en un mensaje
Que te manden cada frase del mensaje en un envío por separado puede ser un dolor: el móvil no deja de vibrar o sonar como un loco, te van llegando los mensajes a trozos y estás escribiendo la respuesta o el comentario a uno de los mensajes mientras aún recibes más en un frenesí de locura. Más de uno habrá sentido el impulso de tirar el móvil por la ventana.
El que vive exclamado
Todos sus mensajes terminan con signos de exclamación. Y no uno, sino varios. “ok!!!!!” “Quedamos a las 5!!!!!”, “Mañana te paso los apuntes!!!!”. Y uno ya no sabe qué pensar ni qué interpretaciones hacer. ¿Está enfadado? ¿Eufórico? ¿Drogado? ¿Gritando? ¿Intenta ser simpático? ¿Le pasa algo raro con el botón de exclamación?
El que te mete en un grupo en el que no conoces a nadie
Un buen día un amigo te mete en un grupo, así de buenas a primeras, sin pedirte permiso ni nada, porque ha creído conveniente que tú también debes formar parte de ese grupo. Y el buzón se te va llenando de mensajes que no solo no te interesan, sino que te molestan cada vez que te llegan. Pero te da demasiado apuro salirte del grupo, por no hacer un feo a quien te invitó. Finalmente, por tu bien, te largas, y respiras con tranquilidad.
El ausente en los grupos
Creáis un grupo en Whatsapp entre los amigos, o los del equipo de futbol, la banda, o cualquiera que sea el grupo al que perteneces, para poder comunicaros fácilmente. Y siempre habrá alguno, que jamás da señales da vida; lee los mensajes, pero nunca contesta a nada, ni un sencillo “ok”. Pero está ahí, atento a todo.
El que se pasa el día mandando chistes o cosas graciosas
Siempre tenemos un amigo o familiar chistoso que se pasa la existencia mandando chistes, imágenes divertidas o vídeos graciosos. Suele estar bien recibir alguna que otra dosis de humor a lo largo del día para arrancarte una sonrisa, siempre y cuando no rebase el límite de lo cansino. Además, estos tipos aprovechan cualquier grupo de WhatsApp al que pertenecen, sin importar cual, para seguir difundiendo su gracia con mensajes que, en ocasiones, no vienen a cuento.
El vigilante del double check
Cuando el WhatsApp se convierte en adicción, en este tipo de usuarios florece una alarmante obsesión por el doble check para asegurarse de que el mensaje ha llegado satisfactoriamente. Asimismo, también vigilan todas y cada una de las horas de conexión de los destinatarios. “Si le he mandado un mensaje a las 12:34, el mensaje tiene doble check y su última conexión fue a las 13:45, lo ha tenido que leer por fuerza. ¿¡Por qué no me contesta!?”
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