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Poder

16 de Diciembre de 2013

Piñera pone las fichas en una fundación que será la plataforma para una candidatura del sector en 2017

Piñera no cuenta con un partido incondicional que garantice un apoyo a una eventual reelección en 2017. En RN ronca más fuerte Carlos Larraín que el Mandatario y además hay dos personeros, Allamand y Ossandón, con hambre presidencial. En ese escenario, la salida del jefe de Estado para la defensa de su obra sería un think tank con posibilidades de convertirse en un partido propio.

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Está decidido desde hace algún tiempo: cuando en marzo entregue la banda presidencial a Michelle Bachelet, Sebastián Piñera, quien renunció a su militancia en Renovación Nacional, no volverá, al menos por un tiempo, al partido.

La determinación la adoptó antes de los comicios del 17 de noviembre a la espera de revisar los resultados de las parlamentarias que le trajo una mala noticia por partida doble: en la Región Metropolitana triunfaron tanto Manuel José Ossandón como Andrés Allamand, los dos personeros con hambre presidencial que pueden hacerle sombra en su plan de retorno en 2017.

El traspié que significa esta situación aceleró la decisión del jefe de Estado de crear una fundación que proyecte su legado y que, afirman fuentes de Gobierno, se transforme en la plataforma para volver a La Moneda en 2017. La noticia de lo avanzado que está la iniciativa la entregó el pasado 11 el mismo Piñera en un almuerzo con parlamentarios sub 45 en Cerro Castillo, del que se restó toda la UDI y a la que sí llegaron los RN. A la cabeza del think tank estará alguien con conocimiento respecto de cómo operan los influyentes centros de pensamiento: Cristián Larroulet, quien anteriormente lideró Libertad y Desarrollo, y a su lado habrá un director ejecutivo joven.

La idea es asesorar en los proyectos de ley a la oposición y, por ahora, entregar apoyo comunicacional a parlamentarios electos. De hecho, habrá un seminario el 6 de enero con este objetivo.

Pero este sería sólo el comienzo. Lo que está en marcha es una reestructuración completa de la derecha, parte fundamental del plan de retorno de Piñera.

“Va a haber un reordenamiento del sector. Evelyn Matthei dio una gran oportunidad al poner en primera línea a una generación sin las broncas ni trancas del pasado. El crear una fundación es algo muy bueno, porque el Presidente Piñera tuvo que soportar un fuego interno muy fuerte y somos muy pocos los que estamos dispuestos a defender su legado en el Congreso, entonces esa iniciativa es un paso en esta reestructuración que hay que hacer”, aseveró la senadora Lily Pérez.

En tanto, la diputada Karla Rubilar afirmó que “hay que analizar cómo vamos a proyectar el sector para evitar las antiguas rencillas. La centro derecha tiene que re pensarse. El Presidente nos ofreció ayuda para ser una buena oposición y eso también es un aporte para ver qué hay que hacer en la Alianza”.

Al respecto, Nicolás Monckeberg adujo que “las nuevas generaciones de la derecha tenemos que golpear la mesa para defender lo que hizo bien este Gobierno, sin personalismo ni desconfianzas. Tengo la impresión de que la centro derecha tiene que ampliarse y que RN y la UDI no representan al todo el electorado del sector, no bastan para volver a ser gobierno, entonces hay que buscar nuevos caminos”.

LA INTERNA EN RN

Todos apuestan a no producir un quiebre en RN, al menos en el corto plazo, pero están ciertos de que las cosas en la colectividad no serán simples para el sector liberal.

El análisis es que, más allá de que Piñera cuente con figuras de peso, algunos de ellos parlamentarios, la interna en RN es un militante un voto y en esa arena Carlos Larraín siempre ha llevado las de ganar. De hecho, cuando deba rendir cuentas en el Consejo General del 18 de enero, Larraín entregará un partido con cifras azules en lo financiero y lo parlamentario. Y es sabido que en la próxima mesa él será vicepresidente y tratará de imponer como cabeza a Allamand, integrando en algún cargo a Ossandón para que éste no se tiente con levantar una alternativa de la mano, por ejemplo, del diputado Cristián Monckeberg.

Por lo mismo, formar un partido no es algo que esté completamente descartado.

“Es una decisión que no será necesario tomar hasta el 2016 cuando se haga preciso una plataforma. Si en ese momento nadie más tiene fuerza presidencial en RN es posible que no se dé el paso, pero si van a poner dificultades para un posible regreso, entonces va a ser indispensable tener un partido”, destaca un colaborador del jefe de Estado que descarta que el trabajo comience inmediatamente. “Estamos concentrados en terminar de gobernar. Lo que te comento son pasos que se tomarán una vez que se termine el periodo, en ningún caso antes de ello”, advierte.

Respecto de las posibilidades reales de tener una chance en cuatro años más, una autoridad gubernamental pone como ejemplo el regreso de Bachelet y la tesis de que los próximos cuatro años van a ser complicados para gobernar, lo que debería repercutir en cierta “nostalgia” ciudadana por “la eficacia” de Piñera. “Piñera puede que no vaya a ser un Presidente recordado con cariño por los electores. Eso se asumió el primer año de gobierno, pero sí va a ser un Presidente recordado por sus logros y cuando se vea que Bachelet no va a poder cumplir con su programa, se va a anhelar eso”, recalca.

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