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Mundo

27 de Enero de 2014

Arica: la piedra de tope para Bolivia independiente de quien gane en La Haya

La decisión de este lunes también decidirá la suerte de Bolivia. A juicio de expertos e incluso del ex mandatario boliviano Carlos Mesa, la capital más nortina de Chile es clave para las pretensiones del gobierno de Evo Morales, independiente del fallo que decida la corte internacional.

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Lejos del punto de concordia 18º 21′ 08” y de las casas de gobierno de Perú y Chile, uno de nuestros vecinos también estará pegado al televisor este lunes cuando el Corte Internacional de La Haya dé su veredicto respecto de la demanda que pretende recuperar 37.967 kilómetros cuadrados de mar del territorio hoy chileno.

Se trata de Bolivia, que liderada por Evo Morales sabrá qué tantas chances puede tener su propia demanda -que debe presentar el próximo 17 de abril al mismo tribunal- de establecer una negociación con nuestro país para buscar una salida soberana al mar, su máximo anhelo como república.

Por esa razón la nación altiplánica estará pendiente del resultado, aunque a juicio de varios expertos, el país ya partió en desventaja al no haber participado de este mismo litigio.

Arica

Eso es lo que dice José Rodríguez Elizondo, ex Director de Asuntos Culturales e Información del Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile, quien señala que la resolución que se tome en Holanda “influye de manera total, respecto a la pretensión clásica de una salida al mar por un corredor ariqueño”.

“Si el Perú obtiene un reconocimiento de la bisectriz, dicho corredor desembocaría en una costa seca. Ahora, si Chile mantiene su posición, nuestro país y Bolivia tendrán claro que ya no pueden pedir su ‘anuencia’ al Perú para que ceda una parte de mar que considera propia”, señala el experto.

Para el ex diplomático chileno, el gobierno de Evo Morales -y él mismo, por cierto- lo sabía cuando acusó a Alan García de demandar a Chile ‘para perjudicar a Bolivia’, aunque haya cambiado de opinión luego que el embajador peruano Manuel Rodríguez Cuadros “lo indujera a también demandar a Chile”.

Para Rodríguez, Arica es la gran piedra en el zapato para las pretensiones bolivianas. “El punto clave está en que el Protocolo Complementario de 1929, entre Chile y el Perú, exige un ‘previo acuerdo’ entre los dos países firmantes para disponer de cualquier parte de Tacna y Arica en favor de una ‘tercera potencia’ (Bolivia). Sucede que, desde 1950, chilenos y bolivianos hemos querido entender que basta un ‘previo acuerdo’ entre Chile y Bolivia, para pedir la posterior anuencia del Perú… y eso no es lo que dice el Protocolo”.

Según el también ex embajador de Israel, “para el Perú esa interpretación transforma su co responsabilidad con Chile en un eventual derecho a veto contra Bolivia. Es decir, lo deja solo con la responsabilidad a acceder o no. Es asombroso que en Chile no nos hayamos querido percatar de ese ‘detalle’. De ahí mi tesis de un ‘trilateralismo diferenciado’, que supone un previo acuerdo chileno-peruano, para diseñar una política común hacia Bolivia, como única vía para que este país pueda mejorar su posición”.

La tesis de Rodríguez es compartida por Carlos Mesa Gisbert, ex presidente boliviano que repuso el tema de la demanda marítima de ese país a Chile. En julio pasado Mesa publicó en la revista Nueva Crónica un comentario de la tesis del diplomático chileno, dándole la razón sobre la premisa de que es Arica el principal escollo de los conflictos trilaterales entre su país, Perú y Chile.

Según el ex mandatario, la capital nortina “es la piedra de toque y el gran problema para encontrar una solución consensuada entre los tres estados”.

“El Presidente Morales debe entender la grave complejidad que representa la posición peruana, sobre la que Bolivia no hace nada desde hace tantos años. Pero debe estar claro que no hay otro camino que Arica si no queremos ir al absurdo impracticable de partir en dos el territorio de Chile”, dice Mesa.

Perjudicial

Según el analista internacional de la UDP, Sergio Molina, “a Bolivia no se le agotan los espacios de esa forma, es algo que hay que ver y el tiempo dirá cual es la mejor alternativa. La relación bilateral con Chile tuvo distintos planteamientos, posturas, intentó diversos caminos, y optó por este”.

Para el experto, el mejor escenario presentado por Bolivia es que esto se encapsule, se aísle y se logre construir una relación distinta, aunque estima que en lo próximos meses y años, la relación va a continuar deteriorada, va a continuar en uno de sus perores momentos y difícilmente se restablezcan negociaciones o espacios de diálogo como los que ocurrieron durante el primer gobierno de Bachelet.

Eso sí, Molina señala que cualquiera sea el fallo es perjudicial para Bolivia. “El hecho de que se modifique, por ejemplo, cualquier límite impediría una de las soluciones que más se ha discutido para resolver la mediterraneidad de Bolivia”, dice.

“Una cosa importante es saber que son casos radicalmente distintos. Es como tener dos juicios; uno por código civil y otro por código penal. Puede ser el mismo tribunal pero son dos argumentaciones distintas. Por tanto, uno no debiera pensar que si le va bien o mal a Chile o a Perú en el fallo del lunes, le podría ir de igual manera a Bolivia”, señala.

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