Javier Macaya y la disputa por la presidencia de la UDI: “Ernesto Silva no fue parte de la dictadura”

Al diputado gremialista, Javier Macaya, no le gustó que su par Edmundo Eluchans tratara a la nueva generación partidaria como “dogmática”.

Dice que eso no es cierto. Que él, que postularía como secretario general del partido en la lista de Ernesto Silva, no lo es; que muchos de sus amigos no son fundamentalistas ni en lo político ni en lo valórico; que otros tal vez sí, pero que en la UDI las distintas facciones pueden convivir sin problemas. También afirma que la competencia interna por presidir la tienda no es entre “los viejos y los jóvenes”, aunque algo de eso hay, porque, admite Macaya, uno de los grandes aportes de Silva al partido es que su pasado no está ligado al dictador Augusto Pinochet.

Víctor Pérez, el otro candidato en competencia, sí tiene historia con el régimen: fue alcalde designado de Los Ángeles desde 1981 hasta 1987, y aunque Macaya no lo explicita, se entiende que en la visión del parlamentario ese pasado es una carga.

-Esto no es un “los jóvenes contra los viejos”. No es así. Una directiva de Ernesto Silva no apunta a una guerra generacional, aunque es valioso, sobre todo en estos tiempos, no tener que responder por temas del pasado. No quiero que se mal entienda porque no es un ataque, es una constatación.

-Te refieres a que es mejor no haber tenido algún cargo en la dictadura.
-Claro. Ernesto no fue parte de la dictadura y para la sociedad eso marca pauta. De hecho, no tuvo ni que votar para el plebiscito del 88, entonces tiene que dar menos explicaciones sobre estas caricaturas que hay sobre la UDI… Mira, hay que desvincularse de los mitos de la UDI. La UDI no está ‘casada’ con la dictadura militar, ese vínculo no es tal. No es un partido que representa a movimientos ultra religiosos o absolutamente pro empresariales. Es un partido que cree en la democracia, en el rol subsidiario del estado, en el humanismo cristiano.

-Tú dices que son menos fachos de lo que parecen.
Jajaja. La UDI no es un partido ultrafacho. Si fuera así, yo no militaría. Es un partido diverso dentro de ciertos límites: nadie en la UDI, por ejemplo, cree que el Estado tiene que tener el control de toda la cadena económica. Pero sí hay variantes sobre si debe existir más o menos protección estatal, hay distintas visiones valóricas.

En una entrevista con La Tercera, Eluchans argumentó que la nueva generación es bastante dogmática.
-Yo discrepo. Queremos representar al Chile de hoy, el eje es ese. Y en el Chile de hoy puede convivir la defensa de la iniciativa privada con la defensa de los consumidores.

-Él mencionaba temas como la oposición en su minuto al Acuerdo de Vida en Pareja.
-Tengo la convicción, porque en la UDI hay gente que pertenece a las minorías sexuales, que la UDI no es un partido homofóbico. Yo he sido partidario del AVP.

-¿Y del matrimonio igualitario?
-Soy más bien distante al matrimonio igualitario y el partido en general lo es.

-También eres distante de la educación gratuita, ¿o no?
-No lo sería si Chile tuviera un per cápita de 45 mil dólares. Siento que en esto hay bastante de consigna en la Nueva Mayoría porque no sé si están planteando de verdad dar gratuidad en las universidades si aún no se puede dar un aporte mensual de, no sé, $100 mil a la educación escolar. Creo que el enfoque debería estar ahí. Este gobierno subió de 100 mil a 300 mil las becas, entonces para mí no tiene autoridad la Nueva Mayoría para hablar del tema universitario cuando tenía la tasa de interés en Educación en 6% y este gobierno la bajó a 2%.

-Por presión de los estudiantes. Eso no era parte del programa de Gobierno.
-Efectivamente, pero lo hizo este gobierno.

-Volviendo a la elección interna, ¿por qué crees que Silva puede ser un aporte?
-Por un tema más bien programático. Creo que es necesario un rostro nuevo, con proyección, que nos permita plantearnos sin tener que rendir tantas cuentas. Tengo la convicción de que la UDI es un partido que tiene como eje el humanismo cristiano, con un arraigo en el mundo popular. La etapa más exitosa de la UDI fue precisamente cuando Jaime Guzmán y Pablo Longueira le hablaron al mundo popular, ese mundo hoy ha cambiado, es más bien de clase media.

-¿Y crees que a ese mundo le puede hablar mejor un parlamentario electo en el distrito con mayor poder adquisitivo del país?
-Ser parlamento por Las Condes no significa no entender lo que sucede en Chile. Ernesto ha recorrido el país y en su trabajo territorial, en Las Condes y Lo Barnechea, lo hace en los sectores populares. En Vitacura no, claro está, pero la gente que cree que en el distrito 23 no hay pobreza debería darse una vuelta por el cerro 18 o por Colon Oriente, porque ahí si hay mundo popular y el trabajo Ernesto lo concentra ahí.

-A fines de marzo hay una convención en que la UDI debe definir cuál será su rol en los próximos años, ¿cómo ejercerán la oposición?
-Vamos a tratar de ser muy firmes en fiscalizar irregularidades y defender nuestras ideas en un parlamento en minoría. No podemos cerrarnos a ultranza a discutir, debemos estar dispuestos a conversar y colaborar en los temas que ayuden al país, como el empleo, la salud, la educación.

-La UDI además será una oposición sin candidato presidencial.
-Creo que la UDI siempre debe aspirar a tener un candidato presidencial y eso pasa también por defender lo que hizo este gobierno. El referente para la UDI hoy no es la dictadura, es este gobierno, que es un gobierno con muchos logros.

-Y con un Presidente que podría retornar.
-Él ha dicho que no está en sus planes, pero seríamos ciegos de no considerar al Presidente Piñera como candidato si es el único nombre en cuatro años más. Me gustaría que aparecieran nuevos nombres, pero sin cerrarnos a Piñera.

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