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Planeta

29 de Marzo de 2014

Hora del Planeta: Del “Spiderman” de la Torre Eiffel al oso panda formado con velas

La intención de concienciar a más gente y de forma más original en la iniciativa “La Hora del Planeta” tuvo hoy algunos ejemplos destacados como la intervención de un superhéroe en un emblemático monumento europeo o la formación con velas del logo de WWF en una ciudad española. Un niño de nueve años disfrazado de […]

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La intención de concienciar a más gente y de forma más original en la iniciativa “La Hora del Planeta” tuvo hoy algunos ejemplos destacados como la intervención de un superhéroe en un emblemático monumento europeo o la formación con velas del logo de WWF en una ciudad española.

Un niño de nueve años disfrazado de “Spiderman” dejó hoy en negro la parisina Torre Eiffel, emblema de la Ciudad de la Luz y una de sus estampas más reconocibles a nivel mundial, si bien la iluminación solo se desactivó durante cinco minutos por razones de seguridad, como el funcionamiento de los ascensores.

En Francia, cerca de 400 monumentos apagaron sus luces durante la hora transcurrida entre las 20.30 y las 21.30 horas (19.30-20.30 gmt) en todo el país, unos cincuenta de ellos en París, entre los que estuvieron el Ayuntamiento, la catedral de Notre Dame, la Ópera Garnier o el Arco del Triunfo.

El legendario diseño de Gustave Eiffel es uno de los habituales “participantes” en la denominada “Hora del Planeta” desde que esta cruzada del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) para concienciar a la sociedad sobre la necesidad de tomar medidas contra el cambio climático naciese en Sídney en 2007.

Desde aquella primera edición, en la que participaron unos 2.000 comercios y 2,2 millones de personas, hasta la actual, en la que se espera que se superen las cifras alcanzadas hace un año, cuando ciudadanos de 153 países de todos los continentes, incluida la Antártida, apagaron sus luces, la iniciativa intenta ser mejorada en cada ocasión.

Precisamente el logotipo de la agrupación ecológica, un oso panda, fue el motivo elegido por los activistas en la ciudad española de Segovia (centro). Junto al acueducto romano, declarado Patrimonio de la Humanidad, que permaneció sin iluminación durante una hora, más de 2.000 velas formaron la figura del animal.

Esa fue una de las 260 ciudades que participaron en todo el territorio español, en el que monumentos como la Catedral de Santiago de Compostela, el Alcázar de Toledo, la Sagrada Familia de Barcelona, la Alhambra de Granada, la Mezquita de Córdoba o la Giralda de Sevilla desconectaron su iluminación.

En Madrid, pudo apreciarse cómo el emblemático cartel de Schweppes, en la céntrica Gran Vía, la Puerta de Alcalá o el Palacio Real quedaban a oscuras.

Uno de los más madrugadores fue Nueva Zelanda, donde los edificios del Parlamento, el museo de Auckland y la torre Sky Tower quedaron a oscuras.

A medida que fue llegando la cita -en función de los husos horarios- a todo el mundo, monumentos y edificios representativos, además de las viviendas particulares, fueron apagándose en Asia, África y Europa.

En China, 147 ciudades llevaron a cabo algún acto reivindicativo. En Pekín, por ejemplo, quedaron a oscuras sus instalaciones más carismáticas del parque olímpico, el estadio “Nido de Pájaro” y el centro de natación “Cubo de Agua”, así como las luces del tramo de la gran muralla más cercano a la capital.

La Plaza Roja de Moscú, el Museo Heritage de San Petersburgo, la ópera de Sidney o las torres Petronas en Kuala Lumpur fueron otros ejemplos de seguimiento en la geografía mundial.

Egipto apagó las luces de las pirámides de Guiza y canceló su espectáculo audiovisual durante la hora que duró la cita ecologista.

En Alemania, unas 150 ciudades se sumaron a la iniciativa, aunque uno de los actos con más seguimiento fue el apagón de las luces de la icónica Puerta de Brandeburgo, en Berlín, acompañado de un pequeño concierto en directo.

Italia dejó sin luz parte de sus sedes institucionales, pero sobre todo, su gran patrimonio artístico. La máxima atención estuvo en la Via de la Conciliación, la avenida que une Roma con el Vaticano, desde donde pudo contemplarse el apagón de la inmensa cúpula de San Pedro.

Otros símbolos de Italia, como la Torre inclinada de Pisa, la Basílica de la Santa Croce (Florencia), el Coliseo romano o la Plaza de San Marcos de Venecia también se agregaron a la iniciativa.

En el Reino Unido, edificios londinenses como el Parlamento, el Palacio de Buckingham, el Puente de la Torre de Londres y el “London Eye” atenuaron su iluminación para sumarse a “La Hora del Planeta”, mientras que en Irlanda, como cada año desde 2009, el Gobierno de Dublín apagó durante una hora la luces de un número de edificios significativos del país, como el Parlamento nacional.

Este año, además de apagar las luces, la organización ecologista propuso apagar internet y más de 1.000 blogs y páginas webs se han quedado a oscuras durante sesenta minutos, según cálculos de WWF.

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