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Opinión

15 de Abril de 2014

U. de Chile y casos de lucro: Contraloría encuentra anomalías en 5 fundaciones

Las facultades de Sociales, Medicina, Derecho, Agronomía y FAU, son investigadas por la Contraloría debido a una denuncia de lucro que realizaron diputados UDI. Las conclusiones de estas indagaciones dan a conocer supuestos conflictos de interés y reflejan el autofinanciamiento y el abandono del Estado a las universidades. Los parlamentarios UDI Gonzalo Arenas, María José […]

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Las facultades de Sociales, Medicina, Derecho, Agronomía y FAU, son investigadas por la Contraloría debido a una denuncia de lucro que realizaron diputados UDI. Las conclusiones de estas indagaciones dan a conocer supuestos conflictos de interés y reflejan el autofinanciamiento y el abandono del Estado a las universidades.

Los parlamentarios UDI Gonzalo Arenas, María José Hoffman y Gustavo Hasbún solicitaron a la Contraloría General de la República indagar a la Universidad de Chile por supuesto delito de lucro, en septiembre de 2012. Según los diputados, el lucro se efectuaba por medio de las fundaciones que tiene la casa de estudios en las diferentes facultades. Ejemplo de esto son los subcontratos a consultoras externas integradas por directivos y profesores de la misma universidad, según indica El Dínamo.

Los primeros resultados de la Contraloría señalan que en la Universidad de Chile existen casos de conflicto de interés. Lo de las fundaciones viene desde la década de los 90 y se debe además al aumento del autofinanciamiento al que se han visto sometidas las casas de estudio públicas desde la dictadura.

Cuando los recursos estatales que llegaban a la Universidad disminuyeron, y en algunos casos se comenzó a competir con las privadas, se les permitió a las universidades crear fundaciones. En la actualidad existen 15 de estas ligadas a la casa de estudios y todas surgen por una orden de la Casa Central para apresurar los procesos de donaciones y así poder efectuar contratos de prestación de servicios, pues anteriormente el proceso era más engorroso. “Las instituciones públicas tenemos que hacer tramitación para todo, pues se trata de dineros públicos. No se pueden comprar lápices sin acreditación de presupuesto. Pero si se compra por la fundación, se hace el trámite rápido y entonces ingresa a la facultad como donación”, afirmó una académica de la facultad de Derecho.

Estas fundaciones tienen como administradores a los mismos integrantes de la comunidad universitaria y su directorio está presidido por el Decano de cada facultad. Los miembros, la mayoría de las veces, son profesores titulados.

A pesar de que son fundaciones de derecho privado, los recursos que entran se vinculan con la Universidad de Chile, la que tiene fines públicos y no privados. Estos fondos son de interés del patrimonio de la universidad, por lo que la Contraloría se encuentra revisando sus cuentas.

En la facultad de Agronomía, por ejemplo, se confirmó que diversos profesores de la facultad, contratados para jornada completa, se desempeñan realizando labores remuneradas en la fundación, siendo que aquellas horas deberían estar destinadas a labores estrictamente de la facultad.

Respecto a Derecho, dos miembros que integran el Consejo de Facultad, informaron que al decano Roberto Nahum, quien se vio obligado a renunciar debido a la toma liderada por el actual diputado Gabriel Boric, no le acomodan estas indagaciones y que según él existe una persecución personal por parte del Contralor Ramiro Mendoza, quien fue ex alumno y académico de la facultad. Por su aprte, Nahum ganó las elecciones de decano y actualmente busca postularse nuevamente.

Una segunda crítica es que la comunidad universitaria no se enteró de las investigaciones, pues se tuvo conocimiento de esto solo de forma posterior a la publicación que realizó The Clinic respecto a la orden de sumario administrativo dictada por la Contraloría en el Informe Final de la relación de la Facultad con la Fundación Facultad de Derecho.

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