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Nacional

29 de Abril de 2014

Beyonsy, la diva de las fiestas mechonas: “Sobre el escenario soy una multiorgásmica”

Bajo el estridente maquillaje y un ajustado vestido de lentejuelas está Carlos Catalán, un estudiante de la escuela de danza de la Universidad de Chile. El rostro es de Beyonsy, el personaje que hace dos años se apoderó del bailarín en el mechoneo de su carrera. Lo conocieron en la facultad, lo invitaron de otras, cerró la fiesta de las 1800 horas por la educación y terminó animando la fiesta de bienvenida a los mechones en los últimos dos años. Hoy, Beyonsy aprovecha las páginas de The Clinic para dirigirse a su público.

Por


“Hay mucha gente que quiere colgarse de mi fama como muchos lo están haciendo en el Facebook. Pero la fama es efímera, guachitos. Además, yo no soy famosa, eso dejémoslo a la gente pobre de la televisión. Nunca estuvo en mis planes, yo dejé que esto fuera increchendo no más. Es como una anécdota en mi vida. Soy como la Madonna, yo estudio danza, yo estudio canto… el destino me tiene preparado algo mucho mejor, me entendí.

Yo empecé desde abajo, hueona, casi arrodillada. Mira, yo, una auxiliar de aseo de la escuela de danza, mira donde está. Yo, que me levanto a las seis de la mañana para tomar la interprovincial Peñaflor – Santiago. De ahí vengo yo, de abajo. Desde ahí que yo quería brillar, así que empecé a llevar panes con mermelada para vender, después llevé manjar, luego fui más producida con unos huevos con cebolla y ahí ya era como la tía amada, me querían un poco más.
Pero fue un día de mechoneo cuando me hice realmente famosa, pude sacarme ese delantal azul que me desespera y mostrar mis brillos y movimientos circumbirúmbicos de mi cuerpo espléndido y natural. Natural a excepción de la cintura porque, verás, mi dieta está un poco desconectada. Lo confieso.

Después, me empezaron a llamar de varias facultades, todos me querían conocer. Tengo mi agenda copada, hueona, debo decir que es orgásmico, ay. Sobre el escenario soy una multiorgásmica, ay, me gustó tanto. Una que no tiene su tiempo para la intimidad, dije, sí puedo suplir lo otro, lo sexual, con este orgasmo artístico que una vive arriba del escenario que me produce mucho placer.

Yo hago un show completo, porque a pesar de que no terminé el cuarto medio porque me echaron de todos lados, en el último en que estuve fue el Carmela Carvajal… ay, pero no sé si hablar de eso, yo conozco a todas esas locas enfermas, imagínate que la Javiera Mena estudió ahí, y ahora anda cantando lo de la espada. No, ridícula. Ay, qué dispersa.

Ya, si voy a la facultad de medicina llevo un show preparado para ellos con su temática, “Veeeen y sanaaa mi doooloor” ponte, voy de enfermera, de enferma jamás. Si iba a la FAU lo hacía de arquitecto, si era en la Casa Central iba de escolar revolucionaria, siempre creando un cuento. Y ahora me ha ido bien, hueona, si estoy trabajando en el bar Las Tejas y para productoras de fiestas cumbiancheras. Ahí me preocupo de comentar la actualidad, de leer The Clinic, por supuesto, para tirarme unos shows entre cada banda: bailo, actúo y pido las palmas como el maricón zumba. Yo los prendo, me tomo tragos al seco, pero siempre son bebidas… yo soy una dama.

Yo me inspiro en esas chicocas que una vez que están con tres piscolas y tres rones empiezan a menearse y a sobre excitarse frente a la multitud, ya a un punto de la ridiculez. Cachai a estas ridículas que con un copete ya se suben a los escenarios en los karaokes y dejan la patá, desafinan a morir pero con la actitud show de la chilena, te fijai, siempre a flor de piel. Ellas son mis referentes.

¿Qué te puedo decir de los carretes universitarios? me apestan mucho, porque yo como ex funcionaria, encuentro que el carrete es muy… ay, no quiero decir esta palabra… es tan rancio, ay la dije, qué tonta, se me notó lo rubia. Ridícula. Pero eso de los carretes masivos, uf, este año no fuimos a la playa, no hubo Cartagua, y fue por mi culpa. Es que yo cobré muy caro, y en la FECh dijeron que sin Beyonsy, o sea yo, la espectacular, no había viaje a Cartagena.

Pero qué recuerdos de esos paseos, fíjate que la última vez estuve encontrándome arena en todos mis pliegues, en los lugares más recónditos de mi cuerpo. En todos lados. Aparte, los cabros son lanzados en la playa, si parece que el calor y el aire algo les hace. No toman mucho, es el aire marino el que les hace mal. Siempre defiendo a mis niños, menos cuando estos hueones no respetan a mis ex colegas, los funcionarios, y dejan la cagada y no ayudan nada, hueona. Es hora que se den cuenta, cabritos.

Lo que sí amo es la fiesta mechona de la FECh, dejo que me griten y me falten el respeto no más. Es que, tú no cachai, ese es uno de los escenarios que siempre quise pisar, y me pisaron bien pisada también. Un año me invitaron al público y fue ahí cuando dije “mentira, hueona, yo tengo que estar ahí”. Al año siguiente logré subirme al escenario y estaba el Fabricio Copano y animé con él. Y en los últimos dos animé solita. Es que el mito dice que la Beyonsy, Tu Patrona, es la única que puede controlar a este monstruo. Es la cúspide para mí, cacha la palabra, nunca me había proyectado tanto.

Se prenden todos, me gritan que me aman, que los salude, pero esta vez no pude bajar por los tacos, me lo prohibieron, no pude abrazar a mi público que me aclama con fervor. Es una vivencia hermosa. Me siento divina.

Me encanta lo que hago, por eso yo entiendo a todas las tías que cuando se toman unos copetes se liberan y les gusta esa excitación, de sentirse observada. Entonces, yo te digo, chicoco, si vas a jugártela por una mujer como una préstale la atención de una diva. Esa es la Beyonsy, es la imagen de cada una de ustedes, chicocas bonitas. Es la Beyonsy Bien Activa, Tu Patrona, yo nunca voy a ser pasiva, ¡jelou!, y patrona porque es una la que manda arriba del escenario. Aunque abajo, déjame decirte, los sonidistas me toman fotos, me persiguen, me jotean este cuerpo virginal.

Yo soy el fiel reflejo de lo que el público me entrega, ellos me inspiran. Soy del pueblo, no busco grandes cosas, es que la vida tiene que ser simple, porque entre más simple, menos compleja, cachai. Esa es mi filosofía, guachita”.

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