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Mundo

5 de Mayo de 2014

Rusia presenta libro blanco sobre violaciones de derechos humanos en Ucrania

El Ministerio de Exteriores ruso presentó hoy un libro blanco sobre las violaciones de los derechos humanos en Ucrania, en el que argumenta que el conflicto étnico en el país vecino podría propagarse al resto de Europa. “Estamos convencidos de que la continuación de los excesos en Ucrania puede convertirse en una seria amenaza para […]

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El Ministerio de Exteriores ruso presentó hoy un libro blanco sobre las violaciones de los derechos humanos en Ucrania, en el que argumenta que el conflicto étnico en el país vecino podría propagarse al resto de Europa.

“Estamos convencidos de que la continuación de los excesos en Ucrania puede convertirse en una seria amenaza para la paz y seguridad regionales”, reza el documento de 80 páginas que le fue presentado hoy al presidente ruso, Vladímir Putin.

El libro blanco advierte de que la crisis en Ucrania puede “conducir a un agravamiento de los conflictos y contradicciones étnicas y nacionales en Ucrania y en Europa, en general”.

“Los culpables deben recibir un merecido castigo. De lo contrario, los extremistas de todo signo recibirá una peligrosa señal alentadora”, apunta.

Rusia llama a los organismos internacionales a investigar de manera objetiva y no politizada “las numerosas violaciones de los derechos humanos y del principio del imperio de la ley en Ucrania”.

“La historia del siglo XX ha ofrecido trágicas lecciones que ignorar no sólo sería irresponsable, sino criminal. El Libro Blanco es un aviso para aquellos que lo han olvidado”, apunta.

Y arremetió contra aquellos que, debido a intereses particulares y bajo la tapadera de una “demagogia democrática”, condenan a la población multiétnica ucraniana al extremismo, las arbitrariedades y una crisis de identidad nacional.

El documento critica en su primer capítulo las arbitrariedades cometidas por la oposición durante los disturbios antigubernamentales entre noviembre de 2013 y el derrocamiento del presidente Víktor Yanukóvich el pasado 22 de febrero.

En otros capítulos se tacha de injerencia en los asuntos internos de un Estado soberano las declaraciones públicas realizadas por políticos occidentales, en su mayoría europeos, a favor del movimiento de protesta contra Yanukóvich.

Además, se alude a los brotes de racismo, xenofobia por parte de los ultranacionalistas ucranianos, además de la discriminación por motivos lingüísticos, religiosos y étnicos, y la violación de la libertad de expresión y la censura.

Rusia llamó el domingo a la comunidad internacional a presionar a Kiev para que renuncie al uso de la violencia en el sureste del país, donde las autoridades ucranianas se proponen continuar la operación de castigo contra los bastiones prorrusos.

El Kremlin acusó a Kiev de “tener las manos manchadas de sangre” y de quemar vivos a civiles desarmados tras la muerte el viernes en Odessa de unas 40 personas, en su gran mayoría prorrusos, en el incendio que se declaró en la Casa de los Sindicatos de Odessa (mar Negro).

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