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Nacional

15 de Junio de 2014

Ejército de Chile suspende instrucción en zona donde ocurrió tragedia de Antuco

El Ejército suspendió en la localidad sureña de Antuco, donde en 2005 se registró una de las peores tragedias que haya sufrido esa institución, el período de instrucción militar para 220 reclutas debido al mal tiempo que afecta esa zona situada en la cordillera. La información la proporcionó el comandante del regimiento reforzado número 17 […]

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El Ejército suspendió en la localidad sureña de Antuco, donde en 2005 se registró una de las peores tragedias que haya sufrido esa institución, el período de instrucción militar para 220 reclutas debido al mal tiempo que afecta esa zona situada en la cordillera.

La información la proporcionó el comandante del regimiento reforzado número 17 Los Ángeles, coronel Germán Arias, quien en declaraciones a radio Bío Bío, confirmó hoy que los jóvenes que permanecían en el sector Los Barros fueron evacuados por vía aérea.

Después de una de las peores tragedias sufridas por el Ejército chileno en esa zona, donde 44 soldados más un sargento murieron congelados en mayo del 2005, la institución extremó los cuidados para que dicha situación no se vuelva a repetir.

Arias dijo que se evacuó a todo el personal con helicópteros institucionales “y ya no queda nadie en la cordillera”.

“Afortunadamente tenemos protocolos establecidos para estas situaciones”, señaló el coronel quien agregó que los refugios cuentan con calefacción y con alimentos.

El oficial también dijo que no retornará ningún efectivo al sector, mientras se mantengan las actuales condiciones atmosféricas como una manera de prevenir eventuales emergencias.

El 18 de mayo de 2005, el exmayor del Ejército Patricio Cereceda ordenó una marcha entre dos refugios de la cordillera de Los Andes, en el volcán Antuco, unos 580 kilómetros al sur de Santiago, en medio de adversas condiciones climáticas que habían sido advertidas por el servicio meteorológico.

Los cerca de 200 reclutas que iniciaron la marcha sin la vestimenta adecuada para el frío se encontraron con el llamado viento blanco (ventisca de nieve), perdieron la orientación y 44 de ellos más un sargento, murieron congelados.

Cereceda, que en 2006 fue condenado a cinco años un día por el homicidio de las 45 personas, obtuvo la libertad condicional el 30 de agosto del 2011, lo que provocó la fuerte molestia entre los familiares de las víctimas.

En junio de 2009 la madre de uno de los 44 reclutas que fallecieron congelados, identificada como Violeta del Carmen Sánchez Provoste, de 42 años, fue encontrada por otro de sus hijos ahorcada en su hogar del municipio de Santa Fe, en la sureña región del Biobío.

En esa oportunidad, la presidenta de la Agrupación de Familiares y Amigos de las Víctimas de Antuco, Angélica Monares, relató al diario El Sur que Sánchez “estaba en tratamiento y nunca asumió la pérdida” de su hijo.

Esta muerte se sumó al suicidio en marzo de 2008 de Luis Alfonso Renca, padre del recluta Julio César Renca Navarrete, también fallecido en esa tragedia. EFE

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