Peñailillo blinda a Eyzaguirre: pone a un hombre de su confianza en Educación y participa en reunión con bancada DC

La de ayer fue la segunda ocasión en que el ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo, acompañó a su par de Educación, Nicolás Eyzaguirre, en una cita para explicar los detalles de la reforma educacional. La primera vez fue más amigable: un encuentro con actores del mundo educacional en el Centro Cultural La Barraca, en La Florida, a fines del mes pasado. La de este lunes fue una cita más tensa frente a la bancada parlamentaria de la Democracia Cristiana, el partido oficialista que ha sido más crítico a la reforma estructural que postula el Gobierno.

En uno de los salones del ex Congreso Nacional, Eyzaguirre y Peñailillo estuvieron reunidos cerca de dos horas y media con la bancada DC, respondiendo a las inquietudes de los diputados, comandados por Sergio Espejo y Matías Walker, sobrino del timonel del partido, Ignacio Walker, quien ha planteado una serie de reparos a los cambios en educación.

La cita sirvió para descomprimir en algo el tenso ambiente en la Nueva Mayoría, la misma jornadaen que los presidentes de partidos suspendieron otra reunión con el ministro de Educación y la directiva DC fue recibida en pleno por el titular de Interior.

Desde este ministerio precisan que, como en todo política, el rol de Peñailillo ayer, tanto en la cita privada con la dirigencia de la falange como en el posterior encuentro con Eyzaguirre y la bancada DC, tiene dos lecturas: por un lado está cumpliendo con su papel de jefe de gabinete “al pedir orden a la hora de votar un proyecto emblemático para el Ejecutivo”; y por otro, está blindando a Eyzaguirre quien ha sido cuestionado, en privado, por personeros de la Nueva Mayoría.

“Hay efectivamente un gesto al estar ahí en un momento en que las críticas han arreciado”, comentan.

G-90
El gesto de acompañar a Eyzaguirre no fue el único que hubo ayer: el Mineduc notificó de un cambio en la jefatura de su gabinete y María Inés de Ferrari dejó ese cargo para pasar a liderar el Plan Nacional de Participación Ciudadana que impulsa el ministerio. Como mano derecha del titular de Educación asumió Harold Correa, ex jefe de gabinete de Carolina Tohá, amigo íntimo de Peñailillo y parte del llamado G-90 del PPD, profesionales que iniciaron su participación en política en los ’90 y que escalaron a altos cargos con Bachelet. El rostro emblemático del grupo es Peñailillo.

Correa sonó hace unos meses como jefe de gabinete de la Presidenta, pero su nombre se habría caído para mantener los equilibrios en Palacio, en particular tras las quejas de los girardistas del PPD por los cargos clave que quedaron en manos de cercanos a Felipe Harboe.

El abogado llega al gabinete del Mineduc en el peor minuto del ministerio en lo que va del año, con críticas que incluyen a estudiantes, sostenedores, apoderados, la Iglesia, la derecha y parlamentarios como el senador Ignacio Walker. Ya antes, durante el gobierno de Ricardo Lagos, había estado en el mismo puesto con Sergio Bitar a la cabeza del ministerio, en la misma época en que se aprobó el hoy controvertido Crédito con Aval del Estado (CAE).

Fuentes de La Moneda aseguran que tener a Correa ahí permite cumplir tres objetivos: contar con alguien con experiencia en el área, mostrar que todo el Gobierno está con la Reforma y tener un mayor control sobre cómo está Eyzaguirre manejando el debate, ya que hay cuestionamientos frente a un debate en que, tal como ocurrió con la discusión de impuestos, se está perdiendo respaldo.

En la UDI, la interpretación del aterrizaje de un cercano a Peñailillo en el Mineduc es, explica el portavoz Javier Macaya, que La Moneda ha tomado nota de que la Reforma Educacional ha perdido apoyo ciudadano. “Estuve este lunes en un seminario donde había más de 300 personas entre apoderados, profesores y sostenedores además de parlamentarios de la Concertación y la verdad es que uno se da cuenta del rechazo que genera la reforma educacional y el hecho de que tenga que estar no sólo el ministro de Educación, sino también el de Interior tratando de convencer a la DC de la conveniencia de una reforma tan impopular es una señal relevante de cómo están las cosas”, aduce.

Trato preferente

El ambiente en la Nueva Mayoría esta desde hace un tiempo enrarecido, consignan en el oficialismo, y se sobrecalentó la semana pasada tras los dichos de Ignacio Walker sobre la compra de colegios en El Mercurio.

Por lo mismo, la cita de Peñailillo ayer con la directiva DC no cayó nada de bien en el Mineduc, el que por distintos medios y en voz tanto del ministro Eyzaguirre como de su jefe de asesores, Rodrigo Roco, criticaron la postura del príncipe DC. “Para un tipo que hizo un posgrado en Princeton aquí hay un engaño, hay una trampa”, dijo el ex dirigente estudiantil a The Clinic Online sobre el timonel falangista, que, a su vez, acusó la existencia de lo que llamó la “doctrina Rossi” de la Nueva Mayoría de culpar a la falange de los problemas en la tramitación de la iniciativa.

Por esa razón, causó resquemores el “trato preferente” que habría recibido la falange ayer en La Moneda. El senador del MAS y vocero de la Nueva Mayoría, Alejandro Navarro, afirmó a La Segunda que “el encuentro con Eyzaguirre se canceló porque no alcanzábamos por el comité político y porque las diferencias (con la DC) no han madurado lo suficiente para decantarse”.

En el Gobierno recalcan que Walker reforzó su ofensiva contra la reforma educacional en las últimas semanas con el objetivo de fortalecer su posición en elecciones regionales de la DC que se desarrollaron este fin de semana y que abrieron un flanco interno entre oficialistas y disidentes a la actual directiva. Ignacio Walker partió adjudicándose el triunfo en las 15 regiones en competencia, aunque la disidencia -que lidera el jefe de bancada de sus senadores, Jorge Pizarro, y el presidente de la Cámara, Aldo Cornejo- dijo lo contrario y aseguró haber ganado en 10 de las 15 zonas.

En ese contexto, la reunión con la directiva sirvió para cerrar filas con lo central de la reforma educacional y el encuentro con la bancada en el ex Congreso sirvió para aterrizar los temas que más les preocupan a la DC, como la prevalencia de distintos modelos educativos y la permanencia de los colegios subvencionados. “Es legítimo tener diferencias, pero hay que establecerlas dentro de la instancia de diálogo interno y no a través de los medios. Porque al final se termina haciéndole el juego a la derecha, que ya tiene su artillería pesada en contra de esta reforma por otras razones”, dijo el diputado Mario Venegas, presidente de la comisión de Educación de la Cámara.

Al finalizar la reunión, Eyzaguirre señaló que “hemos estado de acuerdo en que los principios los compartimos todos, sin ambigüedades de ninguna especie, pero que los instrumentos son obviamente flexibles, discutibles, y por tanto, vamos a consensuar cada uno de ellos para tener una votación maciza, porque es lo que la familia chilena está esperando: una educación inclusiva, de calidad para todas y todos”.

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