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Nacional

25 de Junio de 2014

El remezón del padre Berríos al Chile de las cosas “lícitas, pero inmorales”

Apoyó la lucha mapuche, planteó la necesidad de integración en los colegios, apeló a las incongruencias en los discursos de los llamados "pro vida" y ahondó en los derechos de las minorías sexuales. "Dios los creó homosexuales y lesbianas, y Dios está orgulloso que ellos sean eso. El problema está en nosotros", dijo.

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Felipe Berríos YT
A mediados del año pasado, el superior provincial de la Compañía de Jesús en Chile, Eugenio Valenzuela, le pidió perdón al arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, por las duras críticas que realizó el sacerdote Felipe Berríos a la Iglesia Católica en el programa El Informante.

Sin embargo, el tirón de orejas público de sus superiores no le hizo mella a Berríos quien, tras retornar de África volvió a hablar con el programa de TVN y se mantuvo fiel a su estilo: decir las cosas por su nombre, aunque cause escozor en el país de los eufemismos.

Este martes, Berríos se sumergió en la agenda valórica del país y aseguró que en Chile “hay muchas cosas lícitas, pero inmorales” y apeló al doble discurso imperante en temas como el aborto. “Sabemos que en Chile los pobres viven menos, eso es lo que nos hace no creíbles, porque defendemos la vida, pero una vez que nace esa vida nos despreocupamos”, adujo.

Declaró que la iglesia católica perdió credibilidad luego de que dejaran de haber personas como el Padre Alberto Hurtado o el Cardenal Silva Henríquez. “Los jóvenes no alcanzaron a ver esa iglesia, por eso actúan con tanta fuerza contra ella”, consignó.

En esta línea aseveró que el papa Francisco ha hecho hasta ahora una labor fundamental, porque “es el primer Papa que improvisa, que le habla a la gente, que no tiene miedo a decir nada, que no se puso esos zapatos rojos ridículos; es un papa con bototos”.

“El evangelio se entiende desde los pobres, de una iglesia sencilla, no que condene y que se crea dueña de la verdad”, aseguró. Por eso apoyó al Papa en la convicción de dejar la jerarquía de lado, “seguir la jerarquía no significa ser fiel a la iglesia”, declaró.

Afirmó también que es mucho mejor un cura que salga a la calle, que se equivoque, en vez de uno que está encerrado en la iglesia. “A mí me educaron así los obispos chilenos, la iglesia me educó. Monseñor Piñera, Aristía, Alvear. Soy un producto de la iglesia chilena”, dijo Felipe Berríos.

Sobre la discusión del aborto terapéutico, Berríos argumentó que “los católicos pensamos que es en el momento de la concepción (cuando comienza la vida), el momento en que el óvulo se une con el espermatozoide. Hay otras personas que piensan que es persona cuando se empieza a gestar todo el sistema nervioso central. Pero yo no tengo derecho a pensar que son asesinos los que piensan así, tengo que respetar las opiniones distintas. Yo no puedo disponer mi manera de pensar…Hay muchas cosas que son lícitas pero son inmorales. Es lícito que la Universidad católica construya un hospital en San Carlos de Apoquindo, pero es inmoral. Lo mismo con la Universidad de los Andes”.

Respecto a esto mismo, el cura expresó que “sabemos que en Chile los pobres viven menos, eso es lo que nos hace no creíbles, porque defendemos la vida, pero una vez que nace esa vida nos despreocupamos. Construir esos hospitales mata, porque hay gente en la periferia que no tiene acceso a estos hospitales, donde, por cierto, ya hay clínicas de primer nivel”.

En cuanto al matrimonio homosexual, Berríos declaró que “son hijos de Dios, Dios los creó homosexuales y lesbianas, y Dios está orgulloso que ellos sean eso. El problema está en nosotros. Yo soy célibe, yo abandoné tener hijos y mujer, porque entiendo que la sexualidad es mucho más profunda que un instrumento de reproducción”. Finalizando con un “basta ya, ellos no están en pecado, es sólo una condición distinta”.

Sobre la lucha mapuche, argumentó que “el estado chileno le robó tierras al pueblo mapuche” y subrayó su apoyo al intendente Huenchumilla.

Y en Educación, argumentó que es sorprendente el clasismo chileno y de la Iglesia. “Los colegios de elite, que son católicos, deben abrir sus puertas…los colegios católicos deben integrar”, puntualizó.

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