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Opinión

25 de Noviembre de 2014

Plan de Inversión en infraestructura de transporte público

* El reciente anuncio de la Presidenta Bachelet de invertir U$ 4.200 millones en diversos proyectos de infraestructura en transporte público es una buena noticia en términos generales, pues es precisamente en base al transporte público el camino a seguir para resolver los graves problemas de congestión, contaminación y movilidad de nuestras ciudades. Por ello […]

Marco Enriquez Ominami, Álvaro Miranda
Marco Enriquez Ominami, Álvaro Miranda
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metro linea 4 (10)

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El reciente anuncio de la Presidenta Bachelet de invertir U$ 4.200 millones en diversos proyectos de infraestructura en transporte público es una buena noticia en términos generales, pues es precisamente en base al transporte público el camino a seguir para resolver los graves problemas de congestión, contaminación y movilidad de nuestras ciudades. Por ello es que precisamente extrañamos que con la misma entereza que se entrega estos recursos no se establezca de manera formal la convicción del Estado de Chile en definir al transporte público como el eje de la movilidad de las ciudades, priorizando a los modos públicos por sobre el automóvil particular, todo ello mediante la elaboración de una Política de Transporte. Hoy en día esa ausencia de posicionamiento del transporte público como el norte en materia de movilidad hace que las decisiones que se toman no sean las óptimas, a modo de ello acá algunos ejemplos extraídos del anuncio de este nuevo plan de inversiones.

Se anunció un Telecable y un corredor de buses para Antofagasta, en condiciones que hay ya dos sendos estudios para la implementación de un Tranvia en esa ciudad, el cual presenta una mayor capacidad de transporte que el telecable y buses, tiene un costo similar, pero una mayor cobertura y velocidad. ¿Porqué el Gobierno desestima un Tranvía entonces?, pues porque el tranvía supone quitar dos carriles de circulación a los automóviles y ello en ausencia de una Política de Transporte resulta complejo de implementar, pues el automóvil sigue siendo el dueño de calles y vías, aunque sea el modo de transporte más ineficiente, contaminante y costoso de todos. De allí que al transporte público se lo eleva por el aire para no tocar las calles y sus automóviles, a pesar de ser esta alternativa menos eficiente.

Lo mismo sucede con el anuncio de una línea de metro paralela a la Línea 1 en Santiago, en este caso también de desecha la alternativa de Tranvía y se habla de privatizar mediante concesión esta obra. Evidentemente la construcción de una línea de metro por Santiago centro en túnel minero es muy cara, por lo que el Estado puede no tener los recursos, pero la implementación de un tranvía en superficie entre las Rejas y Baquedano corriendo en paralelo a la L1 puede costar un 30% del costo de un metro, entonces ¿porqué se desecha esta alternativa?, pues porque el Tranvía supone quitar una calle a los automóviles y entregarla al transporte público. Nuevamente vemos como la indefinición del norte a seguir en materia de movilidad urbana implica un uso ineficiente de los recursos y llama a los privados a lucrar con proyectos de transporte innecesarios, en función de las alternativas existentes y privadas en el planeta.

Chile presenta graves problemas en la planificación del sector transporte, Santiago no es el único problema, las capitales regionales y otras ciudades ya comienzan a padecer de la congestión vehicular, por ello es urgente la elaboración de una Política de Transporte, que incluya todas las miradas y a todos los sectores, para que como país fijemos el rumbo a seguir en esta importante materia, en donde el transporte público debe ser el eje estructurante de la movilidad urbana incluyendo en la evaluación de políticas públicas a todos los modos y tecnologías existentes.

El problema principal no son los recursos ni las tecnologías, sino que la decisión y coraje con que el Gobierno enfrenta este problema.

Marco Enríquez-Ominami
Presidente Fundación Progresa

*Alvaro Miranda,
Coordinador programa de transporte Partido Progresista

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