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Opinión

4 de Diciembre de 2014

Jacqueline Pinochet: “Hubo razones para el golpe militar, no fue ocurrencia de una persona”

Jacqueline Pinochet Hiriart, hija del dictador, comentó en una entrevista lo que ha sido crecer con el estigma de pertenecer a una familia cargada políticamente en nuestro país, acusando persecución por parte de algunos sectores. Asegura ser víctima de persecución de "un grupo de socialistas que mantiene el tema porque viven de esto" y que ha sido "torturado sicológicamente" durante 41 años por ser hija de Augusto Pinochet.

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Jacqueline Pinochet Hiriart, hija del dictador, comentó en una entrevista lo que ha sido crecer con el estigma de pertenecer a una familia cargada políticamente en nuestro país, acusando persecución por parte de algunos sectores.

“Tuve que mostrarme fría, fuerte y agresiva para defenderme, o si no, ¡me comían! Así fui perdiendo mi esencia, dejé de ser yo… Quería recuperar a la mujer, limpiarme de tanto chaqueteo e invención en contra de nuestra familia. Busqué descansar de lo que ha significado no ser yo, sino la hija de…, de esta cosa tan politizada, porque a los Pinochet nos han metido en el mismo saco, a pesar de que jamás participé en política”, comentó en entrevista con revista Caras, añadiendo que quiso “ser una NN, que quien me conociera no tuviera el prejuicio de: ‘Ah, es la hija loca de…, la que se casó no sé cuántas veces’”.

Pinochet, ahora instalada en Miami, señaló que hay “mucho morbo y comentario en torno nuestro” y que al ver la conmemoración a los 40 años del golpe militar “como si el tiempo se hubiera estancado, que volvía a la década de los ’80: la misma polarización, el mismo odio, la misma rabia… Antes el ambiente estaba más apaciguado, los ánimos tranquilos; podía encontrarme en un restorán con alguien que no quería a mi padre, y me lo decía, pero no me insultaban”.

Además sostiene que aquel odio se mantiene vigente por “un grupo de socialistas que mantiene el tema porque viven de esto; si se acaba, se quedan sin trabajo. Han tratado de destruir la imagen de Pinochet por todos lados. Mucha gente que trabajó con él decía que no sabía de los abusos; ¡perdón!, seguramente él tampoco, como tal vez la señora Bachelet, Lagos, Frei o Aylwin desconocen muchas cosas que ocurrieron en sus gobiernos (…) Mi padre murió el 2006, sin embargo, necesitan mantenerlo vivo, y la TV ha contribuido en eso. Los programas sobre los 40 años fueron aberrantes… la televisión en Chile es lo peor”.

Sobre todos los reportajes que aparecieron durante esa fecha, Jacqueline afirma que “una verdadera historia hay que contarla desde el principio, con opiniones de lado y lado, pero no haciendo aparecer a los del MIR y a los de izquierda como mártires, porque si moría un carabinero o militar, ¡daba lo mismo! El tema de los detenidos desaparecidos es delicado, no soy quién para tocarlo. Empatizo con el dolor de esas familias, al igual que con las del otro lado que también perdieron a seres queridos. ¿Acaso alguien se ha preguntado cuántas mujeres de carabineros están viudas y sin un peso?, ¿cuántos uniformados murieron?”.

Respecto al papel actual que tiene la derecha, antes defensora de aquel periodo, dice que deben “seguir lidiando con un país manejado por los socialistas, si no, pierden la pega; necesitan subsistir. Mi conclusión es que nunca debimos llegar a eso, como tampoco al gobierno de Allende. Hubo razones para el golpe militar, no fue ocurrencia de una persona. El país creció en lo económico, no así en lo cultural; muchos se quedaron pegados en el pasado. Y hoy mi familia está en el ojo del huracán sólo para lo malo. Es algo persistente”.

También tuvo palabras para la presidenta, asegurando que no sabe “si es la señora Bachelet o su entorno los que se encargan de mantener viva esta odiosidad hacia nosotros, pero fue en su anterior mandato cuando se armó una historia para meternos presos con mis hermanos y con mi madre , acusándonos de malversación de fondos fiscales, ¡cuando nunca fuimos funcionarios estatales! (…) El otro día llegó un canal de TV hasta la casa de mi madre para grabar a uno de los perros que ladraba, acusándonos de abandono, ¿dime si no es sicótico? Es agotador, ¡¿hasta cuándo?!, ¡déjennos vivir en paz!”.

Esta persecución sería por parte de “algunos comunistas, socialistas, pero no es nuevo, viene hace 41 años; esto tiene tiempo, trabajo y publicidad. A mi padre lo tienen entre ceja y ceja, y por mala pata nos tocó a nosotros. Y por supuesto la gente de derecha ‘si te he visto, no me acuerdo’; se desentienden. No los critico, los comprendo… Para mi familia no ha sido fácil, nos han dado duro, no nos han dejado vivir. A mi mamá, de casi 91 años, no la dejan en paz”.

Al ser consultada sobre el General Bachelet, asegura que los informes de la Fach señalan que “le habría dado un infarto luego de jugar a la pelota” y que no puede comentar el fallo en donde se habla de las torturas físicas y psicológicas que habría sufrido Alberto Bachelet.

“¡A mí me han torturado sicológicamente 41 años por ser hija de Pinochet! Y eso que nunca me he metido en política. Insisto, se cargan para un solo lado. Al que mató a Jaime Guzmán, nadie lo toca; lo mismo el tipo que no tuvo empacho en contar que participó en el atentado contra mi padre, porque el delito está prescrito. Te aseguro que si hubiera sido militar, en cinco minutos está preso”, sostuvo la hija de Augusto Pinochet, añadiendo que desconfía de la justicia, ya que fue “perseguida y encarcelada sin cometer delito. Hay presiones, si no, actuarían distinto”.

Luego se le preguntó sobre el Caso Riggs y los 17 millones de dólares no justificados, aseverando que “ya se aclaró y está sobreseído. Pero ¿tú crees que si tuviéramos esa cantidad de plata o algo parecido, nos habríamos quedado en Chile?, ¡habría que ser imbécil! Todavía estamos aquí tratando de hacer una vida normal, esperando que nos respeten porque no le hemos hecho nada a nadie”.

Jacqueline también señala que la participación de Julio Ponce Lerou no habría sido tan mediática si no fuese familiar de Augusto Pinochet, diciendo escuetamente que “de no haber sido yerno de mi padre, no se habría generado tanto escándalo”.

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