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Opinión

5 de Diciembre de 2014

Fin al embarazo como preexistencia: Un buen paso

* Hace poco fue anunciado por parte del gobierno el fin del embarazo como una preexistencia, en concreto esta medida implica que no debe ser consignada en la declaración de salud al momento de afiliarse a una isapre, además de que estas no podrán excluir su cobertura, ni tampoco terminar anticipadamente su contrato por la […]

Matías Goyenechea
Matías Goyenechea
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embarazo

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Hace poco fue anunciado por parte del gobierno el fin del embarazo como una preexistencia, en concreto esta medida implica que no debe ser consignada en la declaración de salud al momento de afiliarse a una isapre, además de que estas no podrán excluir su cobertura, ni tampoco terminar anticipadamente su contrato por la no declaración. Esta medida si bien es positiva y debe ser considerada como un avance, también nos muestra la cruda realidad de nuestro sistema de salud, en donde existe una discriminación de género que resulta intolerable.

El que el embarazo haya sido considerado como una preexistencia tiene relación directa a la forma en que funcionan las isapres. Dado que el objetivo de toda empresa con fines de lucro, es maximizar el margen de utilidad en el negocio, es que las isapres hacen uso de un elemento positivo de los seguros de salud que es, la capacidad de poder predecir el comportamiento del riesgo colectivo a enfermar. En el caso de las isapres, esto les permite determinar los segmentos de la población que tienen mayor propensión a contraer alguna “enfermedad”, o dicho en el lenguaje de las isapres “los grupos con mayor siniestralidad”. Por supuesto que esto no es por un acto de caridad o de protección (como debería ocurrir en un esquema de seguridad social), esto lo hacen con el deliberado propósito de cobrarles más por sus planes de salud. De esta forma cada individuo compensa a su isapre por asegurar su riesgo a enfermar, esta es la llamada selección de riesgo, la cual busca seleccionar a todo individuo que le genere un beneficio económico (rico y sano), y tratará por todos los medios de expulsar a todos los que le generen mayores costos (pobre y enfermo).

Es así que el problema es más profundo de lo que parece, dado que en el caso de las mujeres, están obligadas a pagar en las isapres, entre 2 a 3 veces más por su plan de salud, y no solo esto, además la bonificación que entrega la isapre por las atención de salud, son menores que las que recibe un hombre, en concreto el copago que tendrá que hacer una mujer es más alto que un hombre. Esta lógica que impera en la salud privada, termina negando el derecho a la salud, en tanto que vulnera y discrimina a los grupos que más requieren de atención de salud.
Las reacciones frente a esta medida han sido nefastas, por ejemplo la del Sr. Melnick quien termina comparando el embarazo con un seguro de automóvil o la reacción que tuvo la asociación de Isapres quienes de inmediato señalaron que esta medida justificaría un alza de precios. Ambas declaraciónes tienen el mismo fundamento, es decir que el riesgo de padecer alguna clase de evento que implique un costo, debe ser asumido individualmente y por lo tanto debe ser pagado por cada persona de forma independiente. Lo que muestra esto es que los defensores de las isapres no creen en el derecho a la salud como un bien colectivo, y que sus costos deben abordarse de forma colectiva y tendiendo a maximizar el bienestar colectivo y no las ganancias individuales. Además en el actual contexto no se justifica un alza de precios, dado que las mujeres ya pagan un enorme sobreprecio por asegurar su salud, y en parte gracias a esto las Isapres obtienen sus jugosas utilidades cada año.

Si bien esta medida puede parecer simbólica, dado que no implica resolver el problema de la discriminación en toda sus dimensiones, es un paso, que nos muestra la necesidad de avanzar hacia un sistema de salud que opere con una lógica solidaria en el sentido de socializar los recursos para asegurar acceso a la salud en función de la necesidad y no de la capacidad de pago individual.

*Director Fundación Creando Salud

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