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Nacional

15 de Diciembre de 2014

La Segunda trata a Josefa Errázuriz de dueña de casa y asegura que su problema es querer “no quedar mal con nadie”

Por

Josefa A1

Recordando la frase “dueña de casa”, La Segunda hizo un análisis del momento por el que atraviesa la alcaldesa de Providencia, Josefa Errázuriz, quien la semana pasada vivió su primer gran revés en lo que va de su mandato luego de que se modificara en votación del concejo la polémica normativa que restringía el carrete.

Pese a no imprimirle un tinte peyorativo, la sección Segunda Mirada trajo a colación la desafortunada frase que ocupó el ex edil, Cristián Labbé, para referirse a su contendora de 2012.

“Josefa, mujer, independiente y dueña de casa, era el ícono del progresismo que venía instalarse en una de las comunas más emblemáticas de Santiago”, fue la frase del vespertino, enmarcada en la historia de la mujer que llegó amparada en el voto de miles de jóvenes, a los que “les pagó con ciclovías”, tras quedarse con el sillón edilicio.

Según La Segunda el problema para Errázuriz fue que traicionó a esa masa de votantes, muchos de los cuales no eran residentes de la comuna, cuando trató de imponer la restricción horaria a botillería a bares y botillerías para no quedar mal con los votantes históricos.

“Así Josefa, por intentar no quedar mal con nadie, quedó mal con todos”.

El viernes pasado, el escritor Rafael Gumucio, vecino de la comuna desde hace muchos años, confesó en entrevista con la Segunda que le había perdido toda la fe a Errázuriz, ya que -según él- habái hecho mal todo lo que podía hacer mal.

Más polémico que eso fue la entrevista que publicó The Clinic al ex jefe de campaña de gabinete de la alcadesa Juan Eduardo Donoso, quien aseguró que “el poder desquició a Josefa Errázuriz”.

Tal como recordó The Clinic, el ex MIR y empresario– fue la mano derecha de la alcaldesa. Su casa fue el primer comando de La Pepa, repartió panfletos en el barrio, se subió en cajones de manzanas para convencer a viva voz a los vecinos y puso plata de su propio bolsillo para defender el proyecto que finalmente derrocó a Labbé. A dos años del hito, Donoso abandonóla municipalidad y aseguró que  el movimiento colectivo por el que luchó se fue a la cresta porque Josefa Errázuriz sucumbió ante el poder. “Aquí se generó una épica, una idea de hacer la política de otra forma, pero caímos exactamente en lo mismo por ella”.

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