Nacional
20 de Enero de 2015Dueño de marca “Barrio Italia” se queja de que comerciantes no le pagan por usarla
Gabriel Garay respondió a quienes critican que posea el nombre del sector donde trabajan, quienes aseguraron que, por ejemplo, les cobra $1,8 millones "por ocupar la marca en la página de Facebook durante tres días".
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Desde el año 2010 el concepto “Barrio Italia” tiene un dueño, Gabriel Garay Opaso, un particular que lo escribió para explotarlo comercialmente. Entre otras formas, para ello cobra a los comerciantes del sector que lo ocupen con fines publicitarios o en sus actividades, lo que genera el rechazo de locatarios que lo consideran, al tratarse del nombre del sector en que trabajan, un abuso.
“Estamos estudiando demandas, porque es absurdo que una persona registrar el nombre de un barrio como suyo, pero en Chile existe ese vacío legal”, dijo en diciembre Marcela Gaete, dirigente de la Asociación Gremial de Barrio Italia, en un reportaje de El Mercurio.
Ahora, el aludido utilizó ese mismo medio para rechazar parte de sus dichos, destacando que en la publicación sostiene que les cobra $1,8 millones “por ocupar la marca en la página de Facebook durante tres días”.
“Esto no es así, ya que esa cifra corresponde al licenciamiento temporal de mi marca comercial Barrio Italia ® para el uso, explotación comercial y publicitaria en ciertas actividades que ellos realizan algunas veces”, precisa Garay en una carta al director del diario.
En el texto, el emprendedor se queja de que “mi marca ha sido explotada comercialmente sin mi autorización en eventos, locales, ventas nocturnas, e incluso en casas comerciales de retail, bazares, stands, ferias, entre otros casos, donde se persigue un fin comercial, y no he sido resarcido por este concepto”.
“Efectivamente la marca comercial Barrio Italia ® pertenece exclusivamente al suscrito. Añado algo más: el 9 de septiembre de 2014 en la causa rol 001040-2014, el Tribunal de Propiedad Industrial denegó la solicitud de marca mixta solicitada por terceros en otra clase por generar confusión, entre otras razones”, concluye.