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Poder

1 de Febrero de 2015

ME-O y parlamentarios oficialistas escriben carta respecto a las transformaciones políticas del país

El ex candidato presidencial del Partido Progresista, Marco Enríquez-Ominami, en conjunto con un grupo de parlamentarios oficialistas, entre los que se encuentran Jaime Quintana, Cristina Girardi, Camila Vallejo, Karol Cariola y Fulvio Rossi, además de Giorgio Jackson (Revolución Democrática) y Vlado Mirosevic (Partido Liberal), escribieron una carta que trata sobre las transformaciones políticas que está sufriendo el país.

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El ex candidato presidencial del Partido Progresista, Marco Enríquez-Ominami, en conjunto con un grupo de parlamentarios oficialistas, entre los que se encuentran Jaime Quintana, Cristina Girardi, Camila Vallejo, Karol Cariola y Fulvio Rossi, además de Giorgio Jackson (Revolución Democrática) y Vlado Mirosevic (Partido Liberal), escribieron una carta que trata sobre las transformaciones políticas que está sufriendo el país.

La misiva, publicada íntegramente por El Mercurio, dice:

Chile se mueve y hay que pensar muy bien en los pasos que vienen. Vivimos un momento de desplazamiento de fuerzas políticas y de irrupción de nuevos actores en el debate. Hoy, muchos buscamos algo más que levantar banderas y aspiramos a que los deseos de transformación se vuelvan una realidad concreta que devuelvan dignidad y esperanza a los niños y no{as de Chile, a sus padres, los abuelos y los jóvenes.

Los firmantes declaramos que, en la línea del trabajo que se ha realizado en la reforma educacional, recientemente aprobada, es necesario avanzar en esfuerzos mancomunados que le den a Chile la posibilidad de apagar el vínculo de la política y el dinero, y avanzar en una dirección que comience a superar el modelo neoliberal, especialmente en aquellas áreas donde el mercado ha penetrado con mayor fuerza y ha debilitado al máximo los derechos sociales.

Sabemos que queda mucho camino por recorrer, pero hoy podemos decir que hemos ganado una batalla importante. Este primer paso que ha dado Chile en avanzar hacia la inclusión y recuperar un modelo que incentive la colaboración y no la competencia, es un paso necesario, pero que requerirá de muchos más esfuerzos parar completar las aspiraciones de tener una educación que sea realmente un derecho social, con una comprensión más profunda de la calidad de la educación.

No obstante, las grandes mayorías de Chile han expresado sus deseos de transformar nuestro sistema, la configuración actual de las fuerzas ha demostrado que hacen falta grandes esfuerzos, más amplios y diversos, para poder conseguir transformaciones profundas. Dicho de otra forma, la construcción de un país más solidario demanda liderazgos políticos más generosos. Chile necesita una fuerza transformadora amplia, no excluyente, que proponga un programa que radicalice la democracia y evite la actual cooptación de la política por los intereses del empresariado.

La disputa del “quién es más de izquierda o quién es más progresista”, no le sirve ni le contribuye al propósito de consolidar cambios profundos. Tampoco los maximalismos, que apuntan al todo o nada, sin saber valorar los avances y generar las condiciones necesarias para que existan cambios reales.

Este proceso de reforma continúa y Chile continuará moviéndose con proyectos de educación pública, política docente y educación superior, que requerirán un mayor nivel de cohesión y reflexión de las fuerzas por el cambio educativo, para seguir transformando los ejes de nuestro sistema. Solo el trabajo colectivo, tanto social como institucional, podrá hacerles frente a los que rechazan el avance social, logrando así concretar la perspectiva de cambio estructural que impulsan las distintas iniciativas en desarrollo”.

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