El ex UDI que tentó a Caval para que se metiera en el meganegocio que terminó en escándalo

Nuevos antecedentes surgen en este interminable puzzle que parece ser Caval. Si bien en este caso no se trata de un dato que tenga que ver con los eventuales delitos que podría haber detrás del negocio millonario de la nuera de Bachelet, los que investiga el fiscal Luis Toledo, sí dice relación con algo no menos interesante… un nombre que abrió la puerta, o dicho de manera más simple, la persona que le mostró a la pyme que en Machalí había un posibilidad inmejorable de forrarse.

Según publica Reportajes de La Tercera se trata de un actor hasta ahora desconocido en la trama: Juan Gregorio Díaz Sepúlveda (54).

Pese a que el nombre puede no ser demasiado familiar, la publicación recoge que se trata de un ex militante UDI, pero no uno cualquiera, pues Díaz ha estado presente en momentos determinantes en la historia de la Unión Demócrata Independiente (UDI)… el asesinato de Jaime Guzmán y el caso Spiniak.

El artículo cuenta que el 1 de abril de 1991, el día que mataron al fundador del gremialismo, Díaz estaba en la sede del partido cuando apareció el auto que llevaba al malherido senador. Junto a Pablo Longueira y Pedro Páez, Díaz se subió al vehículo que condujo al ideólogo de la Constitución de Pinochet hasta Hospital Militar, donde falleció a las 21.30 horas. Algunas versiones incluso dicen que falleció en sus brazos.

12 años después volvió a tener figuración pública cuando estalló el caso Spiniak. Díaz formó parte de un equipo de investigación extrajudicial de la UDI que buscaba pistas para desacreditar la versión de Gemita Bueno contra Jovino Novoa. La jueza Eleodora Domínguez le imputó haber ofrecido dinero para obtener testimonios. Fue el único militante del partido formalizado por amenazas y estafa, pero luego fue sobreseído.

Su aparición en Caval

Su aparente relación en Caval, según La Tercera, tendría que ver con el hecho que Díaz fue la persona que contactó a Mauricio Valero, el socio de Natalia Compagnon, para contarle de los terrenos que estaba enajenando el síndico Herman Chadwick.

“Su negocio es darle un valor agregado a los terrenos, para conseguir un mejor precio y así lograr una comisión”, comenta un cercano al ex dirigente de la UDI.

“Sus redes de contactos, buena parte de las cuales construyó durante su etapa de dirigente político, le han abierto puertas para posicionarse como un reconocido gestor de negocios”, señala uno de sus cercanos.

Para ofrecer los terrenos, Díaz sabía que el terreno subiría su valor si se concretaba el cambio al Plan Regulador Intercomunal (PRI). De esa manera a todos a quienes contactó para promover el negocio que tramitaba Chadwick, el ex UDI colocaba el inminente cambio de uso de suelo como un factor de valor.

Además, Díaz contó con la colaboración de la arquitecta Cynthia Ross Wiesner, quien además de ser sobrina del dueño de las parcelas que debía vender el síndico, había trabajado en la dirección de Obras de la Municipalidad de Machalí, precisamente en la elaboración de propuestas para futuras modificaciones al Plan Regulador Comunal. Las mujer, además fue quien entregó a Caval un documento de tasación donde también se hablaba del promisorio cambio en el uso de suelo.

La Tercera sostiene que según fuentes cercanas a la investigación la arquitecta participó en al menos una de las reuniones que el síndico Chadwick sostuvo con interesados en adquirir los terrenos de Machalí y el propio Juan Díaz.

Ya corría abril de 2013 y no se concretaba el negocio cuando apareció Mauricio Valero.

Según una versión, el socio de la nuera de la Presidenta Bachelet, y quien ya registraba varios negocios en el rubo inmobiliario -algunos relacionados con el empresario y dueño de terrenos en la zona, Gonzalo Vial Concha – tocó directamente la puerta de Chadwick interesado por el paño de Wiesner. Sin embargo, otras versiones aseguran que fue Juan Díaz quien lo trajo para abrir formalmente las negociaciones que derivaron en un negocio que parecía prometedor, pero que hoy está en la justicia, y que tiene a La Moneda en medio de una crisis que aún no logra resolver, pese a los constantes intentos del gobierno por aislar la figura de la Presidenta del asunto, y por desentenderse argumentando, casi de manera automática, que es una situación que debe resolver la investigación que sustancia el fiscal Toledo.