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Poder

12 de Mayo de 2015

El País asegura que tras la movida de Bachelet está el intento de recuperar la confianza y relegitimar la política

"La decisión (cambio de gabinete) se suma a los anuncios que hiciera en días pasados para promover la probidad y la transparencia como fruto del trabajo de una comisión anticorrupción. Se trata de un intento, no solamente por recuperar la iniciativa política antes del próximo 21 de mayo, fecha en que rendirá su segunda cuenta ante la nación, sino por relegitimar la política", escribe la analista política María de los Ángeles Fernández-Ramil.

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Ya pasaron más de 24 horas desde que Michelle Bachelet concretó el anunciado cambio de gabinete en el que sacó a los ministros que además de secretarios de Estado formaron parte de su círculo de hierro, pero las repercusiones y los análisis siguen llenando crónicas y editoriales, no sólo de Chile, sino que de distintas latitudes del mundo.

El diario El País de España, que habitualmente publica artículos sobre el devenir de la política chilena, recoge en un columna titulada “Bachelet sale a buscar confianza” el momento de la Mandataria.

La columna de la analista política, María de los Ángeles Fernández-Ramil, parte con una metáfora del momento político haciendo alusión a la reciente erupción del volcán Calbuco.

“Convengamos que fundar un país en una cornisa de tierra endeble con vista hacia la nada no era la idea más práctica”, escribe la analista, citando al ensayista Oscar Contardo. La cornisa, por estos días, dice, es más que una referencia geológica, pues “recoge la sensación de crisis de confianza desatada como producto de los escándalos relacionados con el financiamiento ilegal de campañas políticas. A ello hay que sumar el caso Caval, negocio inmobiliario que involucra al hijo de la presidenta Bachelet y que también está siendo investigado”.

En ese sentido, Fernández-Ramil se refiere a que si bien el déficit de confianza no es algo nuevo en Chile, sí lo es el grado de preocupación que éste concita.

Al respecto pone como ejemplo que en Chile sólo un 13,4% de las personas confiesa que pueda confiar en los demás, cifra que dista en demasía del promedio OCDE, organización de la que Chile es miembro, donde éste llega a un promedio de 54,3%.

Es por eso que la movida de Bachelet, adelantada el miércoles por la noche en una entrevista con Mario Kreutzberger, y concretada ayer por la mañana en La Moneda (salidas de Rodrigo Peñailillo, Alvaro Elizalde y Alberto Arenas) es vista como una suerte de movida estratégica.

“La decisión se suma a los anuncios que hiciera en días pasados para promover la probidad y la transparencia como fruto del trabajo de una comisión anticorrupción. Se trata de un intento, no solamente por recuperar la iniciativa política antes del próximo 21 de mayo, fecha en que rendirá su segunda cuenta ante la nación, sino por relegitimar la política”.

 

Además, recuerda la analista que es por ello que Bachelet anticipó que en eptiembre se dará inicio al proceso constituyente, consistente con su promesa programática de una nueva constitución.

Ahora, el panorama, prosigue la crónica no es sencillo para el país, pues “la política en su expresión institucional experimenta un vaciamiento. Proliferan los poderes autónomos como forma de minimizar la interferencia política, pero ello supone que crecientes áreas de la vida social van quedando excluidas del control democrático. Se observa una tendencia a la judicialización de los conflictos, sobre todo en materia medioambiental y de salud”.

“Por otra parte, los acuerdos como sustrato de una política democrática que compromete cesiones mutuas han sido demonizados como tratativas cupulares por sectores que se encuentran, tanto de la coalición gobernante como en los medios de comunicación. Sin duda, los nuevos titulares de Hacienda y de Interior llegan para contradecir esta visión”, cierra la columna.

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